Foto de familia.

Foto de familia.
Ascensión a La Aguja Letour. Alpes franceses.

miércoles, 26 de noviembre de 2008

(20081126) Donostia-Igara-Lasarte-Zubieta-Usurbil-Aginaga-Orio.

Después del diluvio universal hemos decidido salir cueste lo que cueste y por encima de todo. En vista que la previsión de la “meteo” no era tan perjudicial planteamos algunas posibles excursiones y entre ellas optamos por la de Orio por Usurbil. (Es un decir) Quedamos a las nueve horas en la plaza Gipuzkoa con Juanma y a última hora se apuntó Xanti con serias dudas, ya que debido a una serie de problemas odontológicos no lo tenía claro. Al final apareció a las 9 horas en el Pso. de la Concha. Con Joxean habíamos quedado 15 minutos más tarde en el Eceiza de Ondarreta. Al final nos juntamos los cuatro y sin tener muy claro todavía por dónde ir decidimos ir por Usurbil pero a través de Zubieta. Emprendemos camino hacia el Angel de la Guarda mientras Xanti nos amenizaba con las aventuras de su viaje a Vietnam. El tiempo era frío pero bueno y soleado. Seguimos camino y llegamos al Angel de la Guarda, de allí bajamos a Txiki Erdi, luego Lasarte y a través de Zubieta llegamos a Santuene en Usurbil. Nos paramos un rato ya que eran las 11,30 horas con intención de comer unos frutos secos y beber algo de agua. El tiempo era más agradable y nos quitamos algunas prendas de abrigo. Xanti que había venido como becario de media jornada, se dirige a la estación de Eusko Tren con intención de volver a casa. Después de unos diez minutos de parada decidimos ir por la zona de Usurbil hasta Aginaga pasando por la zona del Zumeta y una vez allí dirigirnos a Orio por el monte, pero por la otra ribera. Si hubiésemos continuado por el camino tradicional no teníamos claro que hubiésemos llegado a Orio a una hora prudencial, por lo que estimamos que es mejor ir por Aginaga y de esta forma llegaríamos a Orio antes de las dos de la tarde y de paso nos daría tiempo de tomar un par de “potes” y después comer un menú del día. Xanti nos comenta que por esa zona estaríamos en Orio en dos patadas y por tanto nos animamos por esta alternativa. Joxean conocía un camino que desde Aginaga nos podía llevar hasta el cruce de la ermita de San Martín. Llegamos al centro de Aginaga y allí tomamos una pista que sube y sube y sube. Después de andar cerca de una hora vemos que Aginaga lo tenemos justo enfrente, que no hemos avanzado nada y que únicamente nos hemos adentrado en dirección al mar varios kilómetros. Yo con todos los cables cruzados al ver que cruzamos la autopista por debajo, llegamos a un punto donde se encuentra el puente de mando de un pesquero en un “zelai” y más adelante nos cruzamos con la carretera que baja de Atxarrain. Seguimos la pista (el único que sabía por dónde ibamos era Joxean) y nos cruzamos con la carretera que baja de Ventas de Orio. Para entonces y teniendo en cuenta que eran cerca de las 14 horas, pensaba que en cualquier momento nos ibamos a encontrar con la Torre de Hércules, la rodearíamos y continuaríamos hasta Finisterre. ¡Pero no! Al cabo de un rato y a lo lejos vemos el camino habitual que baja con las marcas del Camino de Santiago y vuelta a cruzar la autopista. Ya esta vez con el camino controlado por parte de los tres (sobre todo por parte de los dos neófitos en esta guerra, es decir: Juanma y yo), nos dirigimos hacia la ermita de San Martín y desde allí, pasando por el cementerio, bajamos a Orio. ¡Eran las 14,15 horas! Nunca una vuelta a Orio nos ha costado más de 5 horas como en esta ocasión. A decir verdad lo hemos disfrutado, un poco raro pero bonito y teniendo en cuenta lo que pretendíamos, creo que lo hemos conseguido. ¡Hemos dado la vuelta más larga que podíamos haber dado para llegar a Orio! ¡Enhorabuena a todos! La Torre de Hércules la he visto tan bonita como siempre, hemos tenido algunos problemas para pasar el río desde Ribadeo, pero lo demás muy bien. Nada más llegar a Orio nos hemos metido justo en el bar de enfrente: El Antilla. Lo primero un par de txakolís y después hemos pasado directamente al comedor. Menú del día: Menestra de verduras y chuletillas de cordero (bueno, 3 chuletillas a cada uno) con patatas fritas y piperrada. Postre, café y txupito. Un buen vino tinto, Gran Reserva Txapeldun del 2.003 de Bodegas Errasti, eso sí, con un poco de gaseosa para intentar complementar los taninos. Después de una agradable sobremesa nos hemos dirigido a la estación del tren con intención de volver a casa. Hemos llegado sin novedad y con el estómago satisfecho y los pies un poco cansados por la cantidad de asfalto.
Ha sido un día “cojonudo”. Uno más para la historia. Bueno chicos, hasta pronto y a ver si nos juntamos todos.

miércoles, 5 de noviembre de 2008

(20081105) Circular Amasa - Loatzo - Amasa.

En la cima de Loatzo. Refugio de Loatzo.
Cruz de Loatzo.
La idea de la excursión de hoy era hacer un recorrido circular saliendo de Billabona y a través de Loatzu, Uzturre, Belabieta y Aramendi volver a Billabona por Amasa. Cogimos la ruta con el GPS, ya que no estaban muy claros los caminos, y sin pensarlo dos veces nos decidimos a hacerla. Al salir de casa el tiempo no era excesivamente malo. Estaba nublado pero bueno........... Hemos llegado a la estación de Billabona y el tiempo seguía siendo regular. Por lo menos no llovía. Sin pensarlo mucho más hemos tomado camino de Amasa y desde allí a través de pistas nos hemos dirigido hacia Loatzu. Es un monte bonito, aunque poco conocido. Siguiendo el camino con la ayuda del GPS ya que no estaba nada señalizado y además los que lo hicieron anteriormente había tomado bastantes atajos, por lo que nos ha costado seguir la lógica del camino. Al poco tiempo de salir de Amasa ha empezado a llover. Pensábamos que sería algo pasajero, pero lo transitorio se ha convertido en definitivo. Por lo menos por el camino nos hemos entretenido recogiendo algunas “gamuzas” que nos estaban pidiendo socorro con el chaleco salvavidas puesto. Las hemos rescatado metiéndolas en una bolsa de plástico. Seguía lloviendo y a ratos con bastante “mala leche”. Hemos llegado a la cumbre de Loatzu y después de dar un par de vueltas en la cima nos hemos metido en una borda con intención de secarnos un poco y comer unos frutos secos y algo de fruta. A los pocos minutos hemos salido con intención de continuar la excursión y seguía lloviendo de igual manera o más. Hemos bajado un poco hasta el collado con intención de seguir en dirección a Uzturre. ¡Total! ¡Ya estábamos mojados del todo! Con algunas dudas sobre el camino a seguir, al poco tiempo hemos recuperado el sendero y hemos seguido dirección Uzturre. Según seguíamos el camino hemos comentado si merecía la pena continuar toda la travesía o bajar a Tolosa y darnos un premio con un menú del día. Ha prevalecido la última propuesta. Hemos apagado el GPS y hemos tomado un sendero con PR que nos conducía a Izaskun y después a Tolosa. ¡Seguía lloviendo! Un rato hermoso después vemos un poco encima nuestro la cruz de Uzturre y enfrente (entre la niebla) lo que pensábamos podía ser Alkiza, Hernialde, etc. Al poco rato llegamos a la ermita de Izaskun. Un poco por la carretera y después a través de un sendero que nos ha llevado hasta cerca de la clínica de la Asunción, hemos llegado al centro de Tolosa. Después de dar un par de vueltas hemos preguntado por algún bar cercano con menú del día y nos han remitido a uno que se llama “El veintiuno”. Sin más problemas hemos entrado más que nada para poder quitarnos un poco toda la ropa mojada. La hemos dejado colgada en unas perchas pero no así los pantalones, ya que no hemos tenido más remedio que llevarlos puestos. Yo tenía mojado desde el culo hasta el testículo izquierdo, así como las pantorrillas, rodillas, muslos, etc. Lo primero ha sido pedir un “pote” para poder quitarnos el mal sabor de boca de la lluvia. Nos hemos sentado y nos han servido muy bien: Garbanzos, ensalada mixta, escalopes y postre, además de vino, pan, café, “txupito”, etc. ¡Genial! Lo mejor del día. Nos han dicho que cerraban a las 15,30 horas y no hemos tenido más remedio que salir a la calle. ¡Todavía llovía con más ganas! Rápidamente nos hemos dirigido a la estación, que afortunadamente no estaba lejos, y a los pocos minutos ha llegado el tren. Nosotros teníamos billete de ida y vuelta a Billabona y estábamos en Tolosa. Nos montamos en el tren y a los pocos minutos nos extraña que tarda mucho en llegar a la siguiente estación. Resulta que era un tren directo. Al rato llega el revisor. Le enseñamos los billetes y le comentamos lo que nos ha pasado, ya que no creo hubiese “colado” decirle que nos hemos subido en Billabona en marcha. El “pica-pica” se han enrollado y nos ha dicho que no pasa nada y que sin problemas. ¡Un cachondo, vaya! La duda que teníamos era que al ser un tren directo tampoco pararía en Gros ni en Herrera. Hemos decidido bajar en Atotxa cuando un chico nos dice que a partir de Donostia se convierte en tren normal y para en todos los sitios hasta Irún. ¡Genial! Cada uno hemos seguido a nuestros destinos.

Hemos quedado en que esta excursión la repetiremos, porque tiene que ser muy bonita, pero el día que nos certifiquen con 14 avales que no va a llover.
Otro día más para recordar. Día precioso a pesar de la lluvia. ¡Todo genial!.
Hemos comenzado la excursión sobre las 9,15 horas y hemos acabado sobre las 14 horas. La longitud no ha sido mucha, un poco más de 10 kilómetros y el desnivel acumulado en subida sobre los 650 metros. Sobre el tiempo ya se ha dicho todo.

miércoles, 8 de octubre de 2008

(20081008) Alkiza-Irumugarrieta-Zelatun-Gazume-Alkiza.

Descanso en Zelatun. Cumbre de Gazume.
Iniciando la bajada.
Esta era una de las excursiones que quedó pendiente de la última vez y por tanto, nos hemos decidido hacerla. El día anterior estuvo lloviendo casi todo el día, por lo que no “pintaba” bien la excursión de hoy. Cogemos el coche y hacemos el recorrido de recogida de personal: Jai Alai – Bidebieta y Añorga. Seguimos por la N-I con un tráfico infernal y sobre las 9,30 horas conseguimos llegar a Alkiza. Tomamos un café en el pueblo con intención de darle un poco de tiempo al clima. A los pocos minutos salimos y ya no llueve. ¡Bien! ¡Premio para el de la regadera! Nos ponemos en marcha por caminos boscosos y muy bonitos ya que corresponden a la falda norte del Ernio. Según subimos nos entretenemos buscando setas, discutiendo sobre los grandes problemas actuales de economía, tanto de estructura económica como de macroeconomía. ¡Lo que hace el tener tiempo! ¡Somos unos expertos en cualquier materia! Una vez solucionados casi todos los problemas mundiales a nivel económico seguimos charlando sobre otras cosas mas mundanas. Llegamos al collado de Irumugarrieta y un poco después a Zelatun. Nos paramos un poco para beber agua y comer algunos frutos secos. El panorama no es muy bueno. En Zelatun hay varios “escopeteros” y encima está bastante nublado. A los pocos minutos nos decidimos subir a Gazume. Intentando buscar un sendero entre las piedras y la niebla llegamos a la cima. Nos quedamos unos pocos minutos ya que no ha despejado y no se ve nada. Iniciamos el descenso a Zelatun y al poco rato estamos en las bordas. Parece ser que los “escopeteros” se han ido o están almorzando. No se les oye, es decir, no se oyen los tiros. En vista que el tiempo no mejora mucho y seguimos teniendo nubes bajas decidimos volver a Alkiza por caminos similares, sin dar otra vuelta, que es lo que hubiésemos hecho en otras circunstancias. Seguimos por el camino charlando sobre temas científicos, problemas de sucesión dentro de la aristocracia, etc. En fin, que le damos a todo. Al final llegamos a Alkiza en compañía de unas cuantas vacas preñadas y sus respectivos terneros. Llegamos al pueblo y son más de las 2 y ½ de la tarde. Decidimos preguntar en el “ostatu” si nos darán de comer. ¡Aceptan! Nos sentamos tan ricamente y lo primero que nos sacan es una botella de agua y otra de vino. (El agua todavía está sin abrir) El menú de hoy ha sido:

- Frutos de la tierra de la zona estofados.
- Exquisitos txipirones del Cantábrico guisados con patatas alavesas de primera siembra.
- Bolas de finísimo “carpaccio” en salsa cazadora acompañadas de finísimas patatas alavesas confitadas.
- Postres varios como finísimos flanes caseros, surtido de quesos producto de leche de oveja “latxa”, gran macedonia de frutas tropicales.

Todo ello regado con: Un vino tinto joven, afrutado, con aroma, se desliza por la garganta otorgando una gran suntuosidad a las papilas gustativas y dejándote un grato recuerdo a viñas riojanas.

Una vez concluidos los trámites del almuerzo hemos recogido los trastos y nos hemos puesto en marcha hacia casa. En poco tiempo hemos llegado a Donosita y después de repartir al personal en sentido inverso al de recogida, hemos dado por concluida la excursión de hoy.
Otro día más para recordar. Día precioso a pesar de la niebla y algo de lluvia.
¡Todo genial!.
Hemos comenzado a andar sobre las 9,30 horas y hemos terminado a las 14,30. El desnivel acumulado de subida ha sido de unos 715 metros.


miércoles, 24 de septiembre de 2008

20080924) Zumaia-Askizu-Getaria-Sta. Barbara-Zarautz-Talai Mendi-Orio.

Había varias propuestas para hoy pero al final ésta fue la que se acordó por haber sido presentada la primera. Queda pendiente otra sobre Alkiza-Ernio, etc. Quedamos citados en la estación de Amara con intención de coger el tren de las 8,47 horas y Joxean lo cogería en Añorga. Así ha sido. Sin más problemas llegamos a Zumaia y nos ponemos en marcha dirección Museo Zuloaga. Cruzamos la carretera y afrontamos con buen espíritu el primer repecho de la pista. Unas cuantas gotitas más de sudor y llegamos a las primeras parras. Vistazo rápido para comprobar el estado de la uva, pequeña cata y satisfacción generalizada al comprobar que está buena y a punto de vendimiar. Seguimos a buen paso en dirección a Askizu. En el cruce dudamos en seguir por Askizu y los encinares o continuar por el camino de la GR. Optamos por esto último. Seguimos viendo parras, mar, Getaria, etc. ¡Maravilla! Tiempo despejado, sol y el tipo de viento del noroeste hace que haya una luz especial que envuelve todo y facilita a que el día sea todavía mejor, si cabe. ¡Cojonudo! Seguimos a ritmo y nos paramos en el alto de Gárate a beber un poco de agua y comer unos frutos secos. Empezamos a bajar y nos desviamos un poco en Santa Bárbara para ir al mirador de la ermita. Contemplamos la playa de Zarautz, el pueblo, Igeldo, etc. ¡Precioso! Charlamos un rato con el dueño de Santarba y esta vez no tenemos suerte y no nos invita a txakolí. ¡Otra vez será! Bajamos a Zarautz y después de cruzar la carretera nos dirigimos al paseo de la playa. A través del paseo y con algunas dudas sobre si darnos un baño o no, continuamos. Hace un poco de viento “fresquillo” y no apetece mucho el baño. Pasamos por las dunas y el campo de golf y afrontamos la última cuesta del día hasta el camping. Nos hace sudar. Dando un rodeo para intentar descubrir otro camino por la izquierda, sin lograrlo, nos encaminamos hacia el camping. Lo bordeamos y comenzamos a bajar hacia Orio. Llegamos a la playa donde está el albergue del Gobierno Vasco y encontramos una mesa de madera con sombra. Lo aprovechamos. Un poco de agua y nos disponemos a comer las ricas viandas que habitualmente llevamos. El menú de hoy ha sido

- Thunnus alalunga fileteado y en lomos, acompañado de aceites esenciales.
- Finas hierbas de Hernialde conservadas en aceites balsámicos.
- Cogote, encéfalo y duramadre de singularis porcus ibérico, alimentado con bellotas de encina extremeña.

Todo ello regado con: Por una parte agua de los manantiales noruegos de Vöss y por otra con un blanco afrutado de uva Ondarrabizuri criada en la falda de Zumaia.

Una vez concluidos los trámites del almuerzo hemos recogido los trastos y nos hemos dirigido al pueblo. Pensando dónde tomar café hemos llegado a la carretera y nos hemos encontrado con el restaurante Aitzondo, que estaba abierto. ¡Aleluya! Tomamos café y un “chupito” para los tres. Lo bien repartido, bien sabe. Por el aroma, el gusto, el retrogusto y la quemazón posterior en la base del píloro, diríase que el orujo estaba confeccionado con alcohol de quemar, gasolina de 95 y laca de peluquería. Sin más nos dirigimos a la estación donde a los pocos minutos cogemos el tren y sin más problemas llegamos cada uno a su estación de destino.
Otro día más para recordar. Día precioso: Color, sabor, olor,.........., ¡Todo genial!.

miércoles, 17 de septiembre de 2008

(20080917) Usurbil-Andatza-Zizurkil-Villabona.

Esta excursión estaba proyectada desde hace bastante tiempo y al final fue propuesta por Xanti, que casualmente no ha podido venir debido a ciertos problemas odontológicos. Quedamos citados en la estación de Amara con intención de coger el tren de las 8,47 horas y Joxean lo cogería en Añorga. Así ha sido. Sin más problemas llegamos a Usurbil y nos ponemos en marcha dirección Santuenea y posteriormente hacía la cima del Andatza. Una vez en la cima nos paramos unos momentos para beber algo de agua y comer unos frutos secos. Al rato comenzamos a descender con intención de encontrar los caminos necesarios que nos condujesen a Zizurkil. Se ven carteles y bastantes senderos por lo que no es problema. Por el camino de bajada nos encontramos con varios ciclistas que nos preguntan con las pistas para ir a Usurbil y a Zubieta. Les explicamos el camino y seguimos con lo nuestro. De vez en cuando echamos un vistazo a los bosques de los alrededores para controlar el tema de las setas, pero únicamente encontramos una triste “gibelurdina”, algunas castañas y pocas nueces. Todavía es temprano. Todo llegará. Poco después del sendero llegamos a una pista asfaltada que empieza en una fuente y continuamos por la misma, ya que el camino sigue por allí. Pasamos por el restaurante Abeletxe de Edurne Pasaban y decidimos pararnos un rato para tomar una botella de sidra. A los pocos minutos continuamos el camino, desgraciadamente por la pista, hasta llegar al barrio alto de Zizurkil. Allí preguntamos por algún sendero para bajar a Villabona pero nos dicen que podemos elegir la carretera de la derecha o la de la izquierda. ¡Vale! ¡Lo tenemos claro! Esta vez la pista asfaltada es carretera por lo que el último tramo de bajada resulta de lo más desagradable. Un poco antes de llegar a Villabona vemos unos árboles al final de un “zelai” y decidimos sentarnos para comer algunas de las viandas que llevábamos, por ejemplo:

- Moluscos gallegos en escabeche de aceites nobles.
- Txipirones rellenos a la salsa negra de sepia del Mediterráneo.
- Foie de singularis porcus tapa negra y acompañado de finas hierbas.
- Lomitos de Sardinops neopilichardus a los aceites de Jerez.

Todo ello regado con un caldo: Envejecido en robles americano y francés, con gran bouquet, sabores afrutados, equilibrado, color picota brillante y cierto retrogusto avainillado.


Una vez concluidos los trámites del almuerzo hemos recogido los trastos y nos hemos dirigido al pueblo. Cerca de la estación hemos visto un bar con terraza y ni cortos ni perezosos nos hemos dirigido al mismo con intención de tomar café y lo que se tercie. Sentados en la terraza como señores feudales hemos dado buena cuenta del café y de algún que otro “digestive”. Al rato nos hemos puesto en marcha hacia la estación y después de coger los correspondientes billetes hemos esperado su llegada. Cogemos el tren y sin más problemas llegamos cada uno a su estación de destino.
Otro día más para recordar. A pesar de todo el asfalto la excursión ha sido bonita.


Hemos comenzado a andar sobre las 9 horas y hemos terminado a las 15:30. El desnivel acumulado en subida ha sido sobre los 550 metros. El día ha sido soleado y caluroso.

miércoles, 27 de agosto de 2008

(20080827) Larraitz-Campas Alotza-Ganbo-Ganbo Txiki-Alotza-Oria Iturri-Larraitz.

Al lado de Ganbo. Ganbo.
Vistas.
Descansando un poco.
Esta excursión se preparó en un “plis-plas” el día anterior. Juanma debe estar por la Isla de Ré con su respectiva y Xanti tiene dificultades técnicas, por lo que no han participado de esta bonita excursión Hemos dejado el coche en Larraitz y después de calzarnos las botas (sobre las 9,30 horas) nos hemos puesto en camino dirección al collado de Egurral. Por si acaso las brumas y las nieblas he llevado el GPS con la ruta a Ganbo y Ganbo txiki. Un poco antes de llegar al collado hemos seguido hacia arriba con intención de seguir por detrás hacia Ganbo. Sin mayores problemas aunque con pocas referencias nos hemos encaminado hacia la cumbre de Ganbo. En un momento determinado las nubes estaban bastante bajas y no teníamos grandes referencias sobre la cima de Ganbo, por lo que gracias al GPS hemos evitado el desviarnos bastante y hemos conseguido llegar por el camino correcto. Hemos llegado a una primera cima pensando que era Ganbo y no, la auténtica estaba a unos doscientos metros al E. Hemos tomado una foto en esta cima y nos hemos dirigido a la verdadera. Una vez allí nos damos cuenta que habíamos perdido la cámara de fotos. Vuelta rápida a la cima anterior y Joxean la recupera. Se había comportado bien. En vista que no le habíamos hecho caso se había apagado y cerrado. Sacamos otra foto en el buzón de Ganbo y después de comer algunos frutos secos, fruta, etc., salimos disparados porque tenemos al lado un hormiguero con hormigas aladas que nos están dando el “coñazo” por todas partes. Desde allí nos vamos a Ganbo txiki. Otra foto y continuamos camino de vuelta. Nos olvidamos del GPS y seguimos por las campas entre caballos, vacas y ovejas. ¡Una auténtica gozada! Por no hacerle mucho caso al GPS casi acabamos en el camino a Auza Gaztelu, por lo que tenemos que resituarnos en dirección E., hasta recuperar el camino que baja a Oria Iturri. Nos paramos en la fuente y después de un trago de agua continuamos bajando con intención de llegar a Larraitz para comer “comme il faut” en una de las mesas de madera. Sobre las 15,30 horas llegamos a Larraitz, nos ponemos cómodos y nos sentamos en una de las mesas que estaban libres, ya que se notaba que era Agosto. Había bastante gente aunque no tanta como para agobiarse. Una vez bien asentados en la mesa empezamos a sacar las diferentes viandas del día. A saber:

- Lomitos de Sardinops neopilichardus a los aceites vegetales de Jaén y tomates de Murcia.
- Revuelto con productos frescos y de alto label de Hernialde tratados en emulsión de aceites vírgenes de Andujar y acompañados de exquisitos filetes de ventresca de fino bonito del norte.
- Filetes finos de paleta de singularis porcus doméstico alimentado con las mejores bellotas de encinas extremeñas.
- Todo ello regado con dos caldos: Producto de uva tinta (Rioja reserva 2000) con cuerpo y grado, color teja oscuro, aromas a frutas silvestres y madera y cierto retrogusto a sabores indefinidos que te trasladaban al mundo de los placeres.

- Previamente nos hemos deleitado con un blanco afrutado de uva Ondarrabizuri criada en la falda de Zumaia.
- En dos palabras, estaban de “p...... madre”.

Una vez terminado con este delicioso almuerzo nos hemos puesto en marcha para tomar café en un bar de Larraitz. Joxean me ha acompañado hasta Gros y en Jai Alai nos hemos despedido hasta el próximo día. Ha sido un día “cojonudo”. Uno más para la historia. Bueno chicos, hasta pronto y a ver si nos juntamos todos.
Hemos comenzado a andar sobre las 9,30 horas y hemos terminado sobre las 15:30 h. El desnivel acumulado en subida ha sido de unos 1.100 metros y la longitud total de la excursión de unos 15,2 kilómetros. El día con nubles y claros pero precioso.


miércoles, 20 de agosto de 2008

(20080820) Urnieta-Onddi-Xoxoka-Besabi-Eteneta I-Adarra-Aballarri-Otsu enea-Hernani.

Cima de Adarra. Camino de Hernani.
Cerca de Onddi.
Tío y sobrino en animada charla.
Peñas de Aballarri al fondo.
Menhir de Eteneta.
En la cima de Adarra.
Esta excursión se preparó en un “plis-plas” el día anterior. Juanma debe estar por la Isla de Ré con su respectiva, por lo que no ha participado de esta bonita excursión. La idea inicial era bajarnos en Hernani-Pueblo para después y a través del barrio Puerto subir hacia la falda del Onddi y de allí al Adarra, para después bajar a Andoain. Como casi siempre nos ha salido un poco al revés y hemos tenido que improvisar sobre la marcha. Nos hemos montado en el tren de las 8,45 horas, Xanti y yo en Gros y Joxean en Atotxa. Sin más preocupaciones íbamos charlando y leyendo el periódico y cuando nos hemos dado cuenta estábamos en la estación de Hernani-Erdia. En vista del éxito hemos decidido continuar hasta Urnieta. Desde la estación de Urnieta hemos iniciado la marcha con la intención de tomar algún camino que nos llevase hasta la falta del Onddi. Según subíamos no lo veíamos nada claro y hemos preguntado a un baserritarra que estaba poniendo “guapa” su huerta. Nos ha dado una serie de explicaciones, pero nada claras, de lo que sí nos hemos enterado es que tiene un hijo ingeniero industrial muy listo y que a él le gusta trabajar en el baserri, de lo contrario se aburre. Tendría cerca de 80 años y una “pinta” estupenda. Hemos continuado un rato pero lo único claro era que el camino nos llevaba a una vaguada y ya nos había dicho que estaba bastante mal, sucia y con bastante barro. Después de seguir un poco más hemos decidido retomar la carretera de Xoxoka y después hemos llegado a Besabi. Desde allí y por el camino tradicional en dirección a Adarramendi. Antes de la subida final hemos tomado a la derecha para llegar hasta el menhir de Eteneta I y posteriormente a la cima del monte, no sin antes pararnos en un bosque a beber algo de agua y comer fruta y algunos frutos secos. Desde allí y después de contemplar “panorama imponentia” hemos iniciado el descenso hacia Peñas de Aballarri para bordearla y llegar al camino que cruza con el cortafuegos que desciende del Onddi. Una vez allí hemos continuado por el camino “habitual” hasta llegar a Otsu enea. Un poco antes y sobre las 14,30 horas nos hemos parado en un pequeño bosque para dar buena cuenta de las viandas que hemos traído. A saber:

- Cefalópodos gallegos preparados en Galicia con escabeche de aceites nobles y otros no tan nobles.
- Lomitos de Sardinops neopilichardus a los aceites vegetales de Jaén y tomates de Murcia.
- Revuelto con productos frescos y de alto label de Hernialde tratados en emulsión de aceites vírgenes de Andujar y acompañados de exquisitos filetes de anchoa de cultivo del Cantábrico y fino bonito del norte.
- Productos de gallina negra de Hernialde endurecidos en vapor de agua de Alzola.
- Todo ello regado con dos caldos: Producto de uva tinta (Rioja reserva 98) con cuerpo y grado, color teja oscuro, aromas a frutas silvestres y madera y cierto retrogusto a sabores indefinidos que te trasladaban al mundo de los placeres.
- Previamente nos hemos deleitado con un blanco afrutado de uva Ondarrabizuri criada en la falda de Zumaia.
- En dos palabras, estaban de “p...... madre”.

Una vez terminado con este delicioso almuerzo nos hemos puesto en marcha para el descenso final hasta Hernani-Erdia. El tren ha tenido algún problema porque estaba esperando un “montón” de gente en la estación y según comentaban no había pasado el tren anterior por lo que hemos cogido el que salía de Hernani a las 17,55 y además con retraso. Con el tren totalmente lleno hemos llegado a nuestro destino. Al llegar a Gros cafecito y “birra” en la calle Miracruz y después cada mochuelo a su olivo. Ha sido un día “cojonudo”. Uno más para la historia. Bueno chicos, hasta pronto y a ver si nos juntamos todos.
Hemos comenzado a andar sobre las 9,15 horas y hemos terminado sobre las 17 h. El desnivel acumulado en subida ha sido de unos 800 metros. El día ha sido precioso con nubles y claros.





miércoles, 6 de agosto de 2008

(20080806) Unanu-Beriain-Ermita San Donato-Barranco Unanu-Unanu.

Hacía calor y merece la pena rellenar las cantimploras. En Beriain.
Otra más en Beriain.
Aunque no se aprecie mucho hay un rebaño de ovejas en la ladera, buscando la sombra.
Ermita de San Donato.
Continuamos el camino hacia el inicio de la Sierra de Satrustegi.
!A que estamos bien¡ ¿Eh?
Esta excursión se preparó sobre la marcha, es decir, el lunes se propuso y se aceptó por unanimidad aunque con alguna protesta que otra, sobre todo por los comentarios de excursión a San Donato “sin bajar”. Como son comentarios que yo también suelo hacer, como por ejemplo lo de excursión a Txindoki “sin subir”, a mí no me cogió por sorpresa. Nos pusimos de acuerdo en seguida y quedamos a las 8,30 horas en los sitios habituales. Sobre las 9,20 horas llegamos a Unanu, nos calzamos las botas y nos pusimos en marcha. El día era precioso aunque el pronóstico era de mucho calor. En realidad el día se portó de forma sensacional ya que casi todo el tiempo teníamos una ligera brisa que nos disipaba el calor. Iniciamos el camino por una pista hasta llegar a la famosa Iturtxiki. Aprovisionamiento de agua interna y externa e iniciamos la subida. Durante la subida surgieron todo tipo de discusiones: La consulta de Ibarretxe, la doble moral de los gobiernos democráticos, el caso De Juana, la democracia judicial, etc. En fin, que no tuvimos mucho tiempo de aburrirnos y todavía sin terminar del todo los debates nos encontramos en lo alto de la proa de Beriain. Nos acercamos un poco a la esquina de la proa para contemplar las vistas y después nos pusimos en marcha en dirección a la ermita de San Donato que según los datos del reinaugurado reloj de Juanma nos daba una altitud de 1.460 m. Nos paramos a la sombra unos minutos para comer unos frutos secos y beber agua y también una muy buena botella de txakolí. Estuvimos en la zona del vértice geodésico, volvimos a contemplar el paisaje, nos sacamos unas fotos y continuamos el camino en dirección a Sierra Satrustegi. Entre piedras, caballos, yeguas y unas cuentas discusiones más en cuanto a la dirección a tomar para llegar a la pista forestal que baja por el barranco hasta Unanu, en la parte final nos encontramos una pareja que parece ser venía desde Goñi. Yo me dirigí hacia ellos para preguntarles por el mejor acceso a la pista. La chica era euskaldun pero el chico no y después de preguntarles por el tema de la pista, él me contestó, pero en realidad no sé muy bien lo que me dijo ya que estuve totalmente extasiado contemplando lo que se apreciaba y lo que se imaginaba de las glándulas mamarias de la chica. ¡Redios, que tetas! Al final y sin grandes problemas y antes de seguir hacia la zona de Urbasa, bajamos a la pista y sobre las 14 horas nos paramos al lado de una borda que tenía una mesa de piedra, para dar buena cuenta de las viandas que teníamos, a saber:

- Cefalópodos gallegos preparados en Mendavia con escabeche de aceites nobles y otros no tan nobles.
- Lomitos de Sardinops neopilichardus a los aceites vegetales de Jaén.
- Revuelto con productos frescos y de alto label de Hernialde tratados en emulsión de aceites vírgenes de Andujar.
- Finezza de ibérico con aromas de plantas mediterráneas.
- Todo ello regado con un caldo: Producto de uva tinta con cuerpo y grado, color teja oscuro, aromas a frutas silvestres y madera y cierto retrogusto a sabores indefinidos que te trasladaban al mundo de los placeres.
- En dos palabras, estaba de “p...... madre”.
Una vez terminado con este delicioso almuerzo nos hemos puesto en marcha para el descenso final hasta Unanu. Esta última parte la hicimos con bastante calor, ya que no había brisa y menos mal a que de vez en cuando cruzábamos por zona boscosa con sombra, de lo contrario nos hubiésemos derretido. Cuando llegamos al coche en Unanu eran las 17 horas y el termómetro marcaba 33 grados. Como no había bar en Unanu nos fuimos a Arbizu donde saboreamos un café y alguna “birra”, para al cabo de unos minutos ponernos en marcha nuevamente en dirección a casa. Ha sido un día excepcional Uno más para la historia. Bueno chicos, hasta pronto y a ver si nos juntamos todos.
Comenzamos a andar sobre las 9,30 horas y terminamos sobre las 17 h. El desnivel acumulado en subida ha sido de unos 865 metros. El día azul aunque un poco caluroso.






miércoles, 16 de julio de 2008

(20080716) Zumaia-Ermita-Itzurun-Rasa mareal-Sakoneta-Sta. Kataliñ-Deba.

Último tramo de la etapa. Bajando a Deba desde Sta. Catalina. Fotos varias de la rasa mareal.
Algunas con bicho....
Más bichos......
Bastantes bichos.....
Otras......,sólo el paisaje.
Era dificultoso andar sobre la rasa.
Un pequeño descanso mientras hacemos "profundos estudios geológicos".
Esta excursión la comentamos la semana anterior. Queríamos hacer la tradicional Zumaia – Deba de la vuelta a Gipuzkoa, pero por la rasa mareal. Es decir, la mayor parte de la misma, hacerla por el borde del agua. Controlamos las mareas y tomamos la decisión de hacerla hoy. El tiempo y las mareas coincidían por lo que decidimos coger el tren de las 8,15 horas y nos presentamos en Zumaia sobre las 9 horas. Tomamos el consabido camino hacia la ermita y la playa de Itzurun y en pocos minutos nos situamos en las rocas al lado de la playa. El día estaba muy bien y la marea todavía no había bajado del todo, por lo que teníamos el tiempo necesario para hacer la travesía. La zona era preciosa, nos hemos encontrado con varias pequeñas cascadas de agua, el juego de la rasa mareal con el agua era precioso, las formaciones de las paredes y las del suelo a veces formaban unos conjuntos de ensueño. El camino no era muy agradable porque tenías que ir todo el rato con cuidado y moviendo punteras, gemelos y cuadriceps, pero el paisaje lo merecía. De vez en cuando te encontrabas con formaciones caprichosas, otras veces parecía que estabas en una bolera, otras que caminabas entre las vías del tren, etc. En fin, fabuloso. Teníamos duda hasta donde podíamos llegar porque no sabíamos seguro si podríamos pasar de Sakoneta, pero bueno, parece ser que con un poco de suerte y en una siguiente aventura podremos pasar de Sakoneta a Endata y de allí, casi, casi hasta el mismo Deba. ¡Tenemos que probarlo! Al final hemos salido en Sakoneta y nos hemos parado unos minutos para comer unos frutos secos y algo de agua. A partir de allí el camino es el tradicional, los típicos sube-baja hasta la depuradora, luego el repecho hasta la carretera y la parte final hasta la ermita de Kataliñ. Hacía bastante calor por lo que después de refrescarnos en la fuente nos hemos sentado a la sombra para dar buena cuenta de las viandas habituales, a saber:
- Moluscos gallegos en escabeche de aceites nobles y otros no tan nobles.
- Lomitos de Sardinops neopilichardus a los aceites vegetales de Jaén.
- Delicatessen de Hernialde conservadas en ácidos balsámicos orientales junto con anchoas del Cantábrico aderezadas por los mejores aceites vegetales de Andujar.
- Frutos de olivo verde sin el incordio interior.
- Todo ello regado con dos caldos:
El primero afrutado, joven, aromas a flores, suave, etc., es decir, delicioso.
El segundo también joven pero con más cuerpo y grado, color teja oscuro, aromas a frutas silvestres y cierto retrogusto a sabores indefinidos que te trasladaban al mundo de los placeres.
- En dos palabras, estaban de “p........ madre”.

Una vez terminado con este delicioso almuerzo nos hemos puesto en marcha para el descenso final hasta el túnel de Deba. Una vez en la carretera nos hemos dirigido hacia la playa y después de cambiarnos adecuadamente nos hemos dado un baño de los de “boina”.
El agua deliciosa, la temperatura ambiental genial y después ducha de agua dulce. Entre “streeptease” y “streeptease” nos colocamos bien las mochilas y nos ponemos en marcha hacia la estación. Antes hemos tomado el consabido café con “chupito” y hemos puesto dirección al tren. A los pocos minutos lo hemos cogido para volver a Donostia.
Ha sido un día excepcional: Sol, luz, mar, panoramas sensacionales, etc. etc. Uno más para la historia. Bueno chicos, hasta pronto y a ver si nos juntamos todos.
Hemos comenzado a andar sobre las 9 horas y terminado sobre las 14:30 horas. El desnivel acumulado en subida ha sido de unos 400 metros. El día ha sido precioso, azul y con muy pocas nubes.







miércoles, 9 de julio de 2008

(20080709) Arrate-Krabeliñ-Akondia-Kalamua-Ermita S. Pedro-Usartza-Arrate.

Santuario de Arrate.
En la cruz de Arrate. En la cima de Kalamua.
Sujetando la ladera para evitar desprendimientos.
Con intención de repetir una excursión que ya hicimos en Febrero de 2.006, pero esta vez con un tiempo espléndido, nos dirigimos hacia Eibar para después subir hasta Arrate. Una vez allí nos equipamos y nos pusimos en marcha. Esta vez faltaba el amigo “Julián” que debe estar por la Sierra de Gredos en compañía de su señora. Entre bosques de hayas y también mucho pino insignis, tomamos el camino, bastante bien indicado como PR-GI-108. Pasamos por detrás del Hotel Krabeliñ y continuamos subiendo. Sin darnos cuenta, abandonamos el camino habitual y nos adentramos en otro que debe ser el PR-GI-122 que bordeando Akondia nos llevó casi directamente hasta Kalamua. Ya una vez en el collado subimos a la cima. Nos sentamos en la cima y además de beber algo de agua, comer unos frutos secos, estuvimos un rato contemplando el “panorama imponentia”. Aunque a lo lejos había algo de bruma, el paisaje era sensacional. La brisa reinante te invitaba a quedarte a vivir en la cumbre. Al rato recogimos los trastos y volvimos al collado para retomar el camino que nos llevase a la ermita de San Pedro y después a Usartza. Después de llegar a la ermita de San Pedro, donde tuvimos algunos problemas con una par de perros del caserío de al lado, retomamos el sendero de inicio y llegamos a Usartza. Desde Usartza y en dirección a la vaguada que bajando conduce hacia Aguinaga y Markina, teniendo enfrente el peculiar monte Urko, volvimos a la zona de las campas de Arrate. Estaba precioso, apenas había gente y como todavía teníamos bastante tiempo fuimos hacia la cruz con intención de contemplar el valle del Ego, desde la misma. Volvimos al santuario y entramos para poder cantar el “Arrateko ama.....”, ver los cuadros de Zuloaga, etc. Una vez hecho todo esto elegimos una mesa entre hayas para disponernos a dar buena cuenta de las viandas que habíamos transportado.

- Moluscos gallegos en escabeche de aceites nobles.
- Lomitos de Sardinops neopilichardus a los aceites vegetales de Jaén.
- Túnido boreal.
- Delicatessen de Hernialde conservadas en ácidos balsámicos orientales junto con anchoas del Cantábrico aderezadas por los mejores aceites vegetales de Andujar.
- Todo ello regado con dos caldos: El primero afrutado, joven, aromas a flores, suave, etc., es decir, delicioso. El segundo con cuerpo y grado, color picota, aromas a vainilla y cierto retrogusto a sabores indefinidos de maderas nobles.
- En dos palabras, estaban de “p..... madre”.

Una vez terminado con este delicioso almuerzo nos dirigimos rápidamente al restaurante Cantabria con intención de tomar café. Tomamos algo más que café. Una vez terminados los ritos acostumbrados nos dirigimos al coche para volver a Donostia.

Ha sido un día excepcional: Sol, luz, panoramas preciosos, perros, ermitas, iglesias, caseríos y también la sintonía de Radio Arrate.
Uno más para la historia. Bueno chicos, hasta pronto y a ver si nos juntamos todos.
Comenzamos a andar sobre las 9,30 horas y terminamos a las 13,30 h. El desnivel acumulado en subida ha sido del orden de 400 metros.





miércoles, 2 de julio de 2008

(20080702) Donostia - Orio por la GR-121.

Orio a la vista. En la playa de Orio.
Esta excursión fue decidida ayer a última hora, ya que escaseaban las ideas para realizar otra. Al final, únicamente nos hemos encontrado Joxean y el que suscribe ya que uno de los habituales está cumpliendo con su 15 % de compromiso laboral y el otro tenía ciertos compromisos pictóricos. Quedamos citados a las 8,45 horas en el Hotel de Londres para realizar esta excursión que la única variedad que presentaba era que queríamos hacerla totalmente por la GR-121. Así ha sido. Hemos comenzado a andar, como es habitual, por el Paseo de La Concha, Erreguenea, Leku Eder, pero después hemos tomado el camino de la pensión Tximistarri para tomar el sendero de la GR. El camino es bonito, yo casi no me acordaba de la última vez que lo recorrí y me ha parecido totalmente nuevo. La verdad es que el tiempo estaba fenomenal para andar, no hacía sol, la temperatura era muy agradable y además soplaba algo de brisa. Casi todo el recorrido es un sube-baja ya que intenta ir lo más cerca del mar posible, pero los diferentes acantilados y barrancos hacen que se convierta en una montaña rusa. Al principio el sendero estaba precioso, amplio, despejado y con buenas vistas. Al poco rato y debido a las lluvias de los últimos meses, al calor de las últimas semanas y a que no hay mucha gente que lo utilice, nos hemos encontrado con el Mato Groso. Los helechos nos llegaban a la altura de la cintura y además no dejaban ver el sendero, con el riesgo que ello conlleva. Hemos echado en falta un buen machete como en las selvas tropicales. Teníamos que caminar con doble ojo para evitar tropezar con alguna piedra o meternos en algún agujero. Hemos pasado por la famosa laja gigante que se divisa desde mar adentro y que sirve de referencia a muchos barcos y txalupas. También hemos pasado por una casa un tanto extraña que parece de “okupas” y encima nos las hemos tenido que ver con un perro un tanto nervioso. Nos han adelantado tres chicos que nos han dicho que estaban haciendo una travesía y que venían desde Bayona y además tenían intención de seguir la GR, por lo menos hasta Marquina. Seguimos el camino y nos encontramos con más helechos, zarzas, pintxos, etc., pero lo peor era que no podíamos levantar mucho la vista del suelo. También nos ha tocado subir alguna cuesta en la que tenías que trepar y que incluso habían puesto una sirga para ayudarse. ¡Buena idea! Al final hemos llegado a la playa de Orio y el tiempo había cambiado, veíamos nubes que amenazaban lluvia pero hasta entonces no nos había caído ninguna gota de agua. La verdad es que por este camino la excursión a Orio se hace mucho más larga. Nos ha costado más de 4 horas y media llegar a la playa y apenas hemos hecho paradas. Nos hemos parado dos veces para beber agua y poco más y en total no habremos parado mas de diez minutos. Una vez en la playa hemos visto a los socorristas que se estaban aburriendo y a nadie más. Nos hemos sentado en un pretil y preparados a dar buena cuenta de nuestro menú. Los dos teníamos en mente que si seguíamos 15 minutos más hacia el pueblo nos íbamos a encontrar con los aromas de los besugos, pero hemos sido fuertes y hemos resistido a la tentación prefiriendo gozar de nuestro propio menú a base de marisco y pescado:

- Moluscos gallegos en escabeche de aceites nobles.
- Lomitos de Sardinops neopilichardus a los tomates de Hernialde.
Todo ello regado con un caldo: Blanco, afrutado, joven, aromas a flores, suave, etc., es decir, txakolí.
- De postre, unos frutos tropicales secados al sol del Caribe.

Una vez concluidos los trámites del almuerzo hemos recogido los trastos y nos hemos dirigido al pueblo. Tal y como pensábamos al pasar por la plaza se nos han vuelto a despertar los jugos gástricos al ver la parrilla del Joxe Mari: Besugos, sapos, txuletas, etc.
Hemos sido fuertes y hemos pasado de largo hasta un bar próximo donde tomar un café. De allí directamente a la estación ya que había empezado a llover aunque fuese en plan sirimiri. Cogemos el tren de las 15,15 horas y en poco tiempo más hemos llegado cada uno a su destino.
Otro día más para recordar. A pesar de todo la excursión ha sido muy bonita.
Hemos comenzado a andar el Alderdi-Eder sobre las 8,45 horas y terminado a las 13:30 horas. El desnivel acumulado en subida ha sido de unos 300 metros.

miércoles, 18 de junio de 2008

(20080618) Guardetxe-Pagomari-Intzako Torrea-Igaratza-Pagomari-Guardetxe.

En la cima de Intzako Torrea o Irumugarrieta. Seguimos en la cima.
Contemplando el paisaje.
Descansando en Igaratza.
Con ánimo de vengarnos del tiempo que nos hizo el miércoles pasado hemos retomado la misma excursión, pero esta vez sí, con un tiempo espléndido. El día estaba precioso, un poco de fresco por la mañana y un sol radiante. Todo Aralar estaba verde, pero con un verde luminoso. Hasta las vacas y los caballos estaban más contentos de lo habitual. Nos hemos juntado en Jai Alai y después hemos recogido a Juanma en Gaiztarro. Sin más problemas hemos ido por la autovía hasta Lekunberri y de allí hasta el parking de Guardetxe. La ruta no tiene pérdida y menos con un día tan azul y resplandeciente como el de hoy, por lo que voy a obviar comentarios sobre el camino ya que como todos conocéis es una zona preciosa. Hemos pasado por las simas y después del parking de Pagomari nos hemos metido en la zona del cresterio, para posteriormente bordeando la cima hemos llegado a la punta donde se encuentra el vértice geodésico. Después de estar un rato contemplando el paisaje (incluso podíamos ver Pirineos), hemos comido algunos frutos secos con un poco de agua y nos hemos puesto en marcha hacia Igaratza. Hemos bordeado unas cuantas cimas y al fin llegamos a la zona de Igaratza con su refugio, ermita, etc. Como ya era una hora prudencial nos ha parecido lo más correcto sentarnos a comer al lado de la sociedad de los Amigos de Aralar. En unos bancos de piedra, al sol y contra la pared de la sociedad hemos dado buena cuenta de nuestros manjares, es decir:

- Moluscos gallegos en escabeche de aceites nobles.
- Lomitos de Sardinops neopilichardus a los aceites vegetales de Jaén.
- Omelette avec pommes de terre et fines herbes.
- Todo ello regado con un caldo espléndido de Rioja, envejecido en barrica de roble francés durante más de 48 meses. Tenía cuerpo, aroma a madera muy definida y con un retrogusto que perduraba durante varios minutos.
- En dos palabras, estaba de “p....... madre”.

Una vez terminado con este delicioso almuerzo nos hemos puesto en marcha hasta llegar al punto de confluencia con la pista que sube de Guardetxe. Ya una vez en el mismo camino que el de subida, a los pocos minutos hemos llegado al lugar donde teníamos estacionado el coche. Una vez cambiadas las botas y refrescado un poco nos hemos puesto en marcha hacia Baraibar donde hemos tomado un café sentados en una mesa en la plaza. ¡Fantástico! Un buen rato después nos hemos puesto nuevamente en marcha en dirección a Donostia.

Ha sido un día “cojonudo”, de sol, de paisajes, de luz, de sabor a monte, a vacas, a fruta fresca, a hongos, a hierba húmeda, etc. etc. Uno más para la historia. Bueno chicos, hasta pronto y a ver si nos juntamos todos.
Hemos comenzado a andar sobre las 10 horas y hemos terminado a las 15:30 h. El desnivel acumulado en subida es de unos 400 metros.


miércoles, 4 de junio de 2008

(20080604) Ste. Jean de Luz-Sokoa-Antoine d'Abadie-Hendaya.

Llegando a Hendaya. Las pobres islitas se están desgastando.
Caminando y en pleno debate.
Seguimos con los islotes.
Un poco de Flych.
La rosa de los vientos.
Sokoa y su fuerte.
Un poco más cerca del fuerte.
Con ánimo de recuperar el grupo excursionista se propuso esta excursión por la costa lapurtana, que aunque conocida, no por ello menos bonita.
No es que el intento haya resultado fallido, es que ni siquiera se dignaron contestar. En fin, creo que se han perdido una vuelta preciosa en un día magnífico. Bueno, como últimamente, nos hemos juntado los tres arriba citados pero nos ha faltado Juanma, que desgraciadamente (para él) estaba cumpliendo con su 15 %. Nos juntamos en Amara para coger el autobús de las 9 horas en dirección a Donibane. Después de dar casi tantas vueltas como la semana pasada hemos llegado al puerto de Donibane sobre las 10 horas. Lo primero ha sido comprar una “baguette” y a continuación nos hemos puesto en marcha. La excursión es sobradamente conocida, por lo que no ha habido nada reseñable. Hemos entrado en el fuerte de Sokoa, hemos estado contemplando las diferentes ruinas de los “bunkers”, etc. Hemos hecho un par de paraditas para beber agua y comer algunos frutos secos y no hemos parado mas hasta cerca de la playa de Hendaya, donde en una fuente nos hemos sentado a degustar nuestro mejor menú:

- Moluscos gallegos en escabeche de aceites nobles.
- Lomitos de Sardinops neopilichardus a los aceites vegetales de Jaén.
- Todo ello regado con dos caldos: El primero afrutado, joven, aromas a flores, suave, etc., es decir, delicioso.
El segundo con cuerpo y grado, color picota, aromas a vainilla y cierto retrogusto a sabores indefinidos orientales.
Es decir, los dos estaban cojonudos.

Una vez terminado con este delicioso almuerzo nos hemos puesto en marcha por la playa de Hendaya, el casino ( donde nos hemos parado a tomar un café) y después de atravesar la zona nueva del puerto nos hemos dirigido al paseo de la bahía de Txingudi, de allí hasta el barrio de la estación y hemos cogido el topo por los pelos. Si lo hubiésemos perdido teníamos una alternativa hasta que llegase el siguiente: Tomarnos una buena cerveza. En fin, todo no puede ser. Después de media hora de agradable viaje hemos llegado a la estación de Amara.

Ha sido un día “cojonudo”, de sol, de paisajes, de mar, de luz, de sabor a sal y yodo, etc. etc Uno más para la historia. Bueno chicos, hasta pronto y a ver si nos juntamos todos.
Hemos comenzado a andar sobre las 10 horas y terminado sobre las 16. El desnivel acumulado en subida habrá sido de unos 50 metros.