Foto de familia.

Foto de familia.
Ascensión a La Aguja Letour. Alpes franceses.

miércoles, 2 de julio de 2008

(20080702) Donostia - Orio por la GR-121.

Orio a la vista. En la playa de Orio.
Esta excursión fue decidida ayer a última hora, ya que escaseaban las ideas para realizar otra. Al final, únicamente nos hemos encontrado Joxean y el que suscribe ya que uno de los habituales está cumpliendo con su 15 % de compromiso laboral y el otro tenía ciertos compromisos pictóricos. Quedamos citados a las 8,45 horas en el Hotel de Londres para realizar esta excursión que la única variedad que presentaba era que queríamos hacerla totalmente por la GR-121. Así ha sido. Hemos comenzado a andar, como es habitual, por el Paseo de La Concha, Erreguenea, Leku Eder, pero después hemos tomado el camino de la pensión Tximistarri para tomar el sendero de la GR. El camino es bonito, yo casi no me acordaba de la última vez que lo recorrí y me ha parecido totalmente nuevo. La verdad es que el tiempo estaba fenomenal para andar, no hacía sol, la temperatura era muy agradable y además soplaba algo de brisa. Casi todo el recorrido es un sube-baja ya que intenta ir lo más cerca del mar posible, pero los diferentes acantilados y barrancos hacen que se convierta en una montaña rusa. Al principio el sendero estaba precioso, amplio, despejado y con buenas vistas. Al poco rato y debido a las lluvias de los últimos meses, al calor de las últimas semanas y a que no hay mucha gente que lo utilice, nos hemos encontrado con el Mato Groso. Los helechos nos llegaban a la altura de la cintura y además no dejaban ver el sendero, con el riesgo que ello conlleva. Hemos echado en falta un buen machete como en las selvas tropicales. Teníamos que caminar con doble ojo para evitar tropezar con alguna piedra o meternos en algún agujero. Hemos pasado por la famosa laja gigante que se divisa desde mar adentro y que sirve de referencia a muchos barcos y txalupas. También hemos pasado por una casa un tanto extraña que parece de “okupas” y encima nos las hemos tenido que ver con un perro un tanto nervioso. Nos han adelantado tres chicos que nos han dicho que estaban haciendo una travesía y que venían desde Bayona y además tenían intención de seguir la GR, por lo menos hasta Marquina. Seguimos el camino y nos encontramos con más helechos, zarzas, pintxos, etc., pero lo peor era que no podíamos levantar mucho la vista del suelo. También nos ha tocado subir alguna cuesta en la que tenías que trepar y que incluso habían puesto una sirga para ayudarse. ¡Buena idea! Al final hemos llegado a la playa de Orio y el tiempo había cambiado, veíamos nubes que amenazaban lluvia pero hasta entonces no nos había caído ninguna gota de agua. La verdad es que por este camino la excursión a Orio se hace mucho más larga. Nos ha costado más de 4 horas y media llegar a la playa y apenas hemos hecho paradas. Nos hemos parado dos veces para beber agua y poco más y en total no habremos parado mas de diez minutos. Una vez en la playa hemos visto a los socorristas que se estaban aburriendo y a nadie más. Nos hemos sentado en un pretil y preparados a dar buena cuenta de nuestro menú. Los dos teníamos en mente que si seguíamos 15 minutos más hacia el pueblo nos íbamos a encontrar con los aromas de los besugos, pero hemos sido fuertes y hemos resistido a la tentación prefiriendo gozar de nuestro propio menú a base de marisco y pescado:

- Moluscos gallegos en escabeche de aceites nobles.
- Lomitos de Sardinops neopilichardus a los tomates de Hernialde.
Todo ello regado con un caldo: Blanco, afrutado, joven, aromas a flores, suave, etc., es decir, txakolí.
- De postre, unos frutos tropicales secados al sol del Caribe.

Una vez concluidos los trámites del almuerzo hemos recogido los trastos y nos hemos dirigido al pueblo. Tal y como pensábamos al pasar por la plaza se nos han vuelto a despertar los jugos gástricos al ver la parrilla del Joxe Mari: Besugos, sapos, txuletas, etc.
Hemos sido fuertes y hemos pasado de largo hasta un bar próximo donde tomar un café. De allí directamente a la estación ya que había empezado a llover aunque fuese en plan sirimiri. Cogemos el tren de las 15,15 horas y en poco tiempo más hemos llegado cada uno a su destino.
Otro día más para recordar. A pesar de todo la excursión ha sido muy bonita.
Hemos comenzado a andar el Alderdi-Eder sobre las 8,45 horas y terminado a las 13:30 horas. El desnivel acumulado en subida ha sido de unos 300 metros.

No hay comentarios:

Publicar un comentario