Foto de familia.

Foto de familia.
Ascensión a La Aguja Letour. Alpes franceses.

miércoles, 9 de julio de 2008

(20080709) Arrate-Krabeliñ-Akondia-Kalamua-Ermita S. Pedro-Usartza-Arrate.

Santuario de Arrate.
En la cruz de Arrate. En la cima de Kalamua.
Sujetando la ladera para evitar desprendimientos.
Con intención de repetir una excursión que ya hicimos en Febrero de 2.006, pero esta vez con un tiempo espléndido, nos dirigimos hacia Eibar para después subir hasta Arrate. Una vez allí nos equipamos y nos pusimos en marcha. Esta vez faltaba el amigo “Julián” que debe estar por la Sierra de Gredos en compañía de su señora. Entre bosques de hayas y también mucho pino insignis, tomamos el camino, bastante bien indicado como PR-GI-108. Pasamos por detrás del Hotel Krabeliñ y continuamos subiendo. Sin darnos cuenta, abandonamos el camino habitual y nos adentramos en otro que debe ser el PR-GI-122 que bordeando Akondia nos llevó casi directamente hasta Kalamua. Ya una vez en el collado subimos a la cima. Nos sentamos en la cima y además de beber algo de agua, comer unos frutos secos, estuvimos un rato contemplando el “panorama imponentia”. Aunque a lo lejos había algo de bruma, el paisaje era sensacional. La brisa reinante te invitaba a quedarte a vivir en la cumbre. Al rato recogimos los trastos y volvimos al collado para retomar el camino que nos llevase a la ermita de San Pedro y después a Usartza. Después de llegar a la ermita de San Pedro, donde tuvimos algunos problemas con una par de perros del caserío de al lado, retomamos el sendero de inicio y llegamos a Usartza. Desde Usartza y en dirección a la vaguada que bajando conduce hacia Aguinaga y Markina, teniendo enfrente el peculiar monte Urko, volvimos a la zona de las campas de Arrate. Estaba precioso, apenas había gente y como todavía teníamos bastante tiempo fuimos hacia la cruz con intención de contemplar el valle del Ego, desde la misma. Volvimos al santuario y entramos para poder cantar el “Arrateko ama.....”, ver los cuadros de Zuloaga, etc. Una vez hecho todo esto elegimos una mesa entre hayas para disponernos a dar buena cuenta de las viandas que habíamos transportado.

- Moluscos gallegos en escabeche de aceites nobles.
- Lomitos de Sardinops neopilichardus a los aceites vegetales de Jaén.
- Túnido boreal.
- Delicatessen de Hernialde conservadas en ácidos balsámicos orientales junto con anchoas del Cantábrico aderezadas por los mejores aceites vegetales de Andujar.
- Todo ello regado con dos caldos: El primero afrutado, joven, aromas a flores, suave, etc., es decir, delicioso. El segundo con cuerpo y grado, color picota, aromas a vainilla y cierto retrogusto a sabores indefinidos de maderas nobles.
- En dos palabras, estaban de “p..... madre”.

Una vez terminado con este delicioso almuerzo nos dirigimos rápidamente al restaurante Cantabria con intención de tomar café. Tomamos algo más que café. Una vez terminados los ritos acostumbrados nos dirigimos al coche para volver a Donostia.

Ha sido un día excepcional: Sol, luz, panoramas preciosos, perros, ermitas, iglesias, caseríos y también la sintonía de Radio Arrate.
Uno más para la historia. Bueno chicos, hasta pronto y a ver si nos juntamos todos.
Comenzamos a andar sobre las 9,30 horas y terminamos a las 13,30 h. El desnivel acumulado en subida ha sido del orden de 400 metros.





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