Foto de familia.

Foto de familia.
Ascensión a La Aguja Letour. Alpes franceses.

martes, 7 de abril de 2009

(20090407) Circular Iribas-Santuario San Miguel-Baraibar-Iribas.

Inicio de la ruta con aviso de agua. Seguimos con amenaza de agua o más.
Las amenazas se han cumplido con creces.
Un respiro para cuntemplar el paisaje.
Cartel indicador en Iribas.
Para terminar un poquito de arco iris.
La excursión prevista para la semana pasada la hemos realizado hoy. En vista de la semana santa y para evitar problemas de salidas y otras necesidades decidimos adelantar el día de la excursión al martes. ¡En buena hora! Hemos debido elegir el peor día de la semana, climatológicamente hablando. Conocíamos las previsiones del tiempo, pero en la zona interior no era tan malo. En fin, quedamos como siempre, Joxean me recoge en Jai Alai y después recogemos a Juanma en Gaiztarro. Tomamos la autopista y nos dirigimos hacia Lekunberri. Por el camino el tiempo ya era bastante “chungo”, pero bueno. Vamos hasta el pueblo de Iribas (inicio de la excursión) y el tiempo era nublado pero estable, es decir, no llovía. Comenzamos a andar sin mayores problemas. El camino precioso, todo entre bosques y por parajes solitarios y muy bonitos. Lástima que el tiempo no nos acompañaba. Seguimos subiendo poco a poco y de vez en cuando nos encontramos con algún repecho un poco más pronunciado, pero en general el camino es muy agradable. Nos hemos encontrado con algo de barro pero tampoco excesivamente. Según llegábamos al santuario el tiempo se ponía peor. La temperatura había bajado bastante y nos ha empezado a nevar. Primero un poco de agua nieve y después nieve de verdad que en algunas zonas había cuajado. Hemos llegado al refugio del "ostatu" y nos hemos metido dentro rápidamente para beber algo de agua, comer algo de fruta y frutos secos, es decir, como siempre. Nos hemos secado un poco y nos hemos puesto algo más de ropa. Lo mejor de todo ha sido el café que nos hemos tomado en las máquinas preparadas al efecto. ¡Sensacional! Nos hemos encontrado con algunos “gabachos” y otros que habían subido en coche con intención de tomar algo, pero se han tenido que volver sin nada. Después de prepararnos nuevamente, ponernos guantes y demás hemos continuado el camino. Se notaba el frío, parecía claro que la temperatura a la altura del santuario había bajado de los cero grados. Continuaba nevando. Se notaba en el frío que sentíamos en las manos a pesar de los guantes. A buen ritmo nos hemos puesto en marcha con intención de bajar a Baraibar cuanto antes ya que no tenía pinta de parar. El camino de bajada por el otro lado ha sido igual de bonito. Todo entre bosques, solitario, precioso....... Hemos llegado a un punto que teníamos que cruzar la carretera y hemos continuado hasta que hemos divisado las casas de Baraibar. Era un poco tarde y no sabíamos si nos darían de comer en el bar. Hemos llegado sobre las 15,15 horas y le preguntamos a la chica del bar si podía darnos de comer. Mira la hora y primero nos dice que es tarde y después que le falta pan. Nosotros le decimos que por eso no se preocupe, que pan ya tenemos nosotros. Nos dice que de acuerdo y que si además le damos más pan puede dar de comer a otras personas y que ya nos hará un rebajita en el precio. Por nuestra parte genial. Con el tiempo que hacía no podíamos pararnos a comer en ningún sitio, ya que no hemos visto ni refugio, ni chabola, ni nada parecido y no era cuestión de pararnos a comer debajo de un paraguas. Nos hemos secado un poco y nos hemos sentado a la mesa: Alubias y verdel. Queso de postre, café y “txupito” del bueno. ¡Cojonudo! El vino ha sido un poco desconsiderado. El primer trago a “pelo” ha sido de: ¡Échale cojones! Hay que reconocer que era un tinto de unas bodegas de Mutilva baja. ¡Hay que tener huevos para meterse un trago a pelo y sin comer nada! Bueno, pero como dice Xanti: ¡No hay vino malo! ¡Unos mejores y otros peores! Al final, casi nos bebemos dos “bombillos”. Bien comidos y sin frío en el cuerpo hemos retomado el sendero para llegar a Iribas que es donde teníamos el coche. Nos hemos acicalado, guardado las cosas y hemos tomado camino de Lekunberri donde hemos tomado otro café. Después hemos continuado la ruta hasta casa. Joxean con la amabilidad que le caracteriza nos ha ido dejando a cada uno cerca de su casa. Ha sido una excursión muy bonita, con no muy buen tiempo, con el GPS funcionando a medias pero ya le hemos pillado el truco. En fin, otro día más para recordar. Día precioso de verdad. ¡Todo genial!.
Hemos comenzado a andar sobre las 9,30 horas y hemos terminado a las 15:30 horas. La longitud de la excursión ha sido de unos 24,2 kilómetros y el desnivel acumulado de subida de unos 1.100 metros. El día, climatológicamente hablando, asqueroso.




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