Foto de familia.

Foto de familia.
Ascensión a La Aguja Letour. Alpes franceses.

miércoles, 17 de septiembre de 2008

(20080917) Usurbil-Andatza-Zizurkil-Villabona.

Esta excursión estaba proyectada desde hace bastante tiempo y al final fue propuesta por Xanti, que casualmente no ha podido venir debido a ciertos problemas odontológicos. Quedamos citados en la estación de Amara con intención de coger el tren de las 8,47 horas y Joxean lo cogería en Añorga. Así ha sido. Sin más problemas llegamos a Usurbil y nos ponemos en marcha dirección Santuenea y posteriormente hacía la cima del Andatza. Una vez en la cima nos paramos unos momentos para beber algo de agua y comer unos frutos secos. Al rato comenzamos a descender con intención de encontrar los caminos necesarios que nos condujesen a Zizurkil. Se ven carteles y bastantes senderos por lo que no es problema. Por el camino de bajada nos encontramos con varios ciclistas que nos preguntan con las pistas para ir a Usurbil y a Zubieta. Les explicamos el camino y seguimos con lo nuestro. De vez en cuando echamos un vistazo a los bosques de los alrededores para controlar el tema de las setas, pero únicamente encontramos una triste “gibelurdina”, algunas castañas y pocas nueces. Todavía es temprano. Todo llegará. Poco después del sendero llegamos a una pista asfaltada que empieza en una fuente y continuamos por la misma, ya que el camino sigue por allí. Pasamos por el restaurante Abeletxe de Edurne Pasaban y decidimos pararnos un rato para tomar una botella de sidra. A los pocos minutos continuamos el camino, desgraciadamente por la pista, hasta llegar al barrio alto de Zizurkil. Allí preguntamos por algún sendero para bajar a Villabona pero nos dicen que podemos elegir la carretera de la derecha o la de la izquierda. ¡Vale! ¡Lo tenemos claro! Esta vez la pista asfaltada es carretera por lo que el último tramo de bajada resulta de lo más desagradable. Un poco antes de llegar a Villabona vemos unos árboles al final de un “zelai” y decidimos sentarnos para comer algunas de las viandas que llevábamos, por ejemplo:

- Moluscos gallegos en escabeche de aceites nobles.
- Txipirones rellenos a la salsa negra de sepia del Mediterráneo.
- Foie de singularis porcus tapa negra y acompañado de finas hierbas.
- Lomitos de Sardinops neopilichardus a los aceites de Jerez.

Todo ello regado con un caldo: Envejecido en robles americano y francés, con gran bouquet, sabores afrutados, equilibrado, color picota brillante y cierto retrogusto avainillado.


Una vez concluidos los trámites del almuerzo hemos recogido los trastos y nos hemos dirigido al pueblo. Cerca de la estación hemos visto un bar con terraza y ni cortos ni perezosos nos hemos dirigido al mismo con intención de tomar café y lo que se tercie. Sentados en la terraza como señores feudales hemos dado buena cuenta del café y de algún que otro “digestive”. Al rato nos hemos puesto en marcha hacia la estación y después de coger los correspondientes billetes hemos esperado su llegada. Cogemos el tren y sin más problemas llegamos cada uno a su estación de destino.
Otro día más para recordar. A pesar de todo el asfalto la excursión ha sido bonita.


Hemos comenzado a andar sobre las 9 horas y hemos terminado a las 15:30. El desnivel acumulado en subida ha sido sobre los 550 metros. El día ha sido soleado y caluroso.

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