Controlando la excursión.
Inicio del camino por pista asfaltada.
Ermita de San Adrián.
Otra vista de la ermita sin bicho.
Una parte de los salones adosados a la ermita, para las celebraciones.
Otra parte de los salones.
El primero de los dolmenes, el de Beitzeta.
Otra vista del dolmen de Beitzeta.
En el dolmen de Iruiturrieta.
Recogiendo ropa en el dolmen de Bentatxar.
Dolmen de Bentatxar.
Leyendo con detalle para empaparnos de conocimiento, ya que de agua ya estábamos bastante empapados.
También aprovechamos para hacer una pequeña recolecta.
Bonito "mugarri" de limitación de términos municipales.
Buzón de la cima de Irumugarrieta.
Dolmen de Zelatamuno.
Bifurcación en el camino.
Dolmen Txaradigorri.
Dolmen Fagamendi.
Dolmen de Maitzegur.
Bonito entretenimiento de algún leñador o "aizkolari". ¿O son demostraciones de un vendedor de sierras mecánicas?
Ejemplares que no recogimos porque no nos cabían más en las bolsas.
La semana pasada no hicimos excursión alguna ya que aprovechamos el día para despedir el fin de año en compañía de la cuadrilla, tomando unos tragos en un "hamaiketako" totalmente planificado.
Para esta semana teníamos problemas ya que el miércoles coincidía con día festivo y eso nos obligaba a decidirnos por el día anterior o el posterior. La elección fue el anterior.
Ya echábamos en falta la caminata habitual, teníamos un poco de "mono" de monte.
De cualquier forma decidimos realizar una vuelta que no fuese excesivamente larga ni dura, ya que después de los excesos de los días anteriores convenía empezar poco a poco.
Elegimos la excursión de hoy que podía estar bien de longitud y de desnivel y aunque ya sabíamos que no era muy recomendable en días lluviosos y húmedos no nos importó demasiado.
Quedamos citados en los lugares de costumbre y nos pusimos en camino hacia Etxarri-Aranaz.
Por la radio oímos que había algún accidente en la variante e intentamos evitarlo para no vernos inmersos en un atasco. Conseguimos salir hacia la N-I evitando problemas y nos dirigimos hacia la A-15 para salir en Irurzun y desde allí llegar a Etxarri-Aranaz.
Nos quedamos con la sensación de que por Etxegarate hubiésemos llegado antes, pero es eso, una sensación ya que entre uno y otro recorrido hay una diferencia de unos tres kms. que son más si vamos por la A-15, pero por otra parte es mejor y con menos tráfico que la N-I.
En fin, no me voy a "enrollar" más y entro en materia.
Llegamos al pueblo y desde allí nos dirigimos hacia el camping. Justo a la entrada del mismo aparcamos el coche y al lado ya encontramos un gran panel con indicaciones de la ruta que queríamos hacer. La verdad es que la ruta está muy bien marcada con marcas blancas y amarillas y además tiene postes indicadores con bastante frecuencia. Es prácticamente imposible perderse.
Sí, es cierto que esta excursión es recomendable realizarla en días secos, es más, incluso que no haya llovido en los días anteriores ya que la formación de un barro muy resbaladizo es muy fácil.
Nosotros tuvimos unos cuantos problemas en alguna cuesta pero.......!subiendo¡.
Por lo demás la excursión es muy bonita, transcurre entre bosques de hayas y robles, recorre lomas para visitar diferentes dolmenes que están muy bien indicados y explicados.
La mayoría de ellos fueron descubrimientos de Joxemiel Barandiaran.
Pasamos con frecuencia al lado de gran cantidad de "mugarris" municipales, con sus diferentes indicaciones de los límites territoriales, también nos cruzamos con indicaciones de senderos de la GR-121 Vuelta a Gipuzkoa, en dirección a Lizarrusti y a Etxegarate, ya que parte del recorrido discurre por la "muga" entre Navarra y Gipuzkoa.
A pesar de que tuvimos un día bastante lluvioso y húmedo eso no impidió que nos dedicásemos a recoger unos cuantos "perretxikos", sobre todo "Tripakis" o "gamuzas" o "lenguas de gato" o como queráis llamarlas, pero también unas cuantas "xixas" que no estaban nada mal.
Esta vez las conversaciones mientras caminábamos fueron de alto nivel, estuvimos hablando sobre la fisión y fusión nuclear, sobre las ventajas e inconvenientes de una y de otra, etc.
En fin, como podéis comprobar más que una excursión montañera parece una asamblea del Ateneo Guipuzcoano.
Está claro, el monte nos inspira y nos vuelve más inteligentes, si cabe, por eso es tan importante hacer grandes excursiones por el monte, sin importar si los montes son grandes o pequeños, lo importante es caminar entre la naturaleza, sentirte vivo a su lado, contemplarla, respetarla, admirarla y disfrutar de todo lo que te puede ofrecer.
!Joé, qué bonito me ha salido¡
Lo que es cierto es que disfrutamos de la excursión a pesar del tiempo lluvioso y del frío.
Estuvimos muy a gusto leyendo los datos de los dolmenes, sacando fotos y contemplando los bosques, pero todo ello sin perder detalle al suelo para recoger, de vez en cuando, alguna que otra seta.
Nos paramos unos pocos minutos al lado de un dolmen para comer unos frutos secos y beber algo de agua y continuamos el camino ya que intentábamos llegar al coche a una hora prudencial que nos permitiese poder comer en algún bar o restaurante, ya que el tiempo no estaba para poder comer al aire libre y tampoco encontramos nada adecuado para poder hacerlo.
Mientras nos acercábamos al lugar donde habíamos dejado el coche, intentamos buscar charcos (nada difícil, por cierto) para poder limpiarnos las botas un poco, ya que todavía las llevábamos llenas de barro. Entre los charcos y la hierba conseguimos que nuestras botas estuviesen bastante presentables.
Nos adecentamos un poco antes de meternos al coche y nos propusimos llegar al alto de Lizarrusti, ya que en el centro de interpretación hay un bar y también restaurante. Llegamos y como es habitual, estaba cerrado. Continuamos en dirección a Ataun y llegamos al barrio de San Gregorio donde nos metimos rápidamente a un restaurante muy grande que conocíamos con anterioridad y que estaba abierto y además nos dieron de comer.
La comida no fue para echar cohetes, pero por lo menos estaba caliente y nos sirvió para quitarnos el frío de encima.
Nos atendió una señora con cara de palo y con muy pocas ganas.
Dos comimos patatas con vainas y el tercero lentejas viudas pero con patata.
!Bueno, peor se comía en Flandes¡
De segundos platos dos escalopes con unas pocas patatas fritas y un filete sin "escalopar".
Por lo menos los escalopes estaban tiernos y bastante buenos.
Para beber tuvimos Viña Arkada a temperatura ambiente, por lo que resultaba letal.
Después los acostumbrados cafés y un poco de agua bendita.
Sin perder mas tiempo montamos en el coche y nos pusimos camino dirección Beasain y después a Donostia, para cada uno llegar a su correspondiente nido.
La excursión resultó bastante bonita. Los senderos muy bien indicados con señales de la
PR-NA-133. Existen un recorrido mas corto que está señalizado como la PR-NA-134 y que comparte gran parte de esta excursión.
Hemos comenzado a andar sobre las 9,15 horas y terminado sobre las 14,10 horas.
La longitud del recorrido ha sido de unos 14,7 kms. a una velocidad media de 3,7 kms./hora.
Nos ha ocupado cerca de 4 horas recorrer la longitud indicada, sin paradas.
El tiempo utilizado para fotos, beber agua, comer algunos frutos secos, recoger algunas setas, etc., ha sido de cerca de 1 hora.
El desnivel acumulado tanto en ascenso como en descenso ha sido de unos 670 metros.
No hay comentarios:
Publicar un comentario