Foto de familia.

Foto de familia.
Ascensión a La Aguja Letour. Alpes franceses.

miércoles, 3 de marzo de 2010

(20100303) Circular Alegia-Aldaba-Alegia.

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En Alegia iniciando la excursión.
Bonito sendero que inicia la ascensión.
Pequeña cascada en el camino.
Una pequeña laguna. ¿O vulgar charca?
Bonitas vistas de Aralar.
Una curva en la pista.
Indicadores de los diferentes caminos.
El sendero sigue siendo bonito.
Un bonito caserío pendiente de reconstrucción.
Vistas desde la iglesia de Aldaba.
Otra visión del Larrunarri desde la iglesia de Aldaba.
El barrio de Aldaba y el exterior de la iglesia.
Larrunarri y Aralar con el embalse. Es la nueva presa de Ibiur, recien terminada y que está en proceso de llenado.
Iniciando el descenso a Alegia.
Otro bonito sendero.
Cerca de la estación de Alegia.
En vista que el pronóstico del tiempo no era muy claro decidimos realizar esta excursión, que no era muy larga y además transcurría por una zona poco "pateada".
Llegamos sin problemas al pueblo de Alegia y buscamos sitio para aparcar el vehículo. Después de prepararnos y tomar contacto con el lugar iniciamos el camino hacia Aldaba. Atravesamos varios túneles, primero para pasar por debajo de las vías del tren y después para cruzar la N-I.
Al poco rato estábamos en un amplio sendero con aspecto de pista forestal que iniciaba resueltamente el ascenso. El camino es muy cómodo y la subida paulatina.
Al principio el camino está marcado con las típicas marcas de PR, de SL y de una GR que pensamos es la GR-21 (Xabier-Loiola). Hasta Aldaba el camino es en subida pero muy cómodo. Según subíamos nos encontramos con pequeñas lagunas (o charcas), cascadas, etc. y todo ello entre bosques de pinos, acacias, algunos robles, etc.
Según avanzábamos nos dimos cuenta de la factura que habían pagado los árboles a la famosa ciclogénesis explosiva.
Nosotros, como siempre, según avanzábamos no parábamos de debatir temas importantes de actualidad. El repaso a los temas de actualidad fue mucho más importante que habitualmente. Estábamos tan ensimismados en los debates que llegamos a Aldaba y todavía no habíamos parado para el "hamaiketako".
En el mismo Aldaba y después de visitar la iglesia y sacar las fotos de rigor, nos sentamos a comer algo de fruta y también unos pocos frutos secos.
Hacía mucho tiempo que no pasábamos por Aldaba y nos seguía pareciendo magníficas las vistas de Aralar que teníamos desde la atalaya que es este barrio de Tolosa.
Después de unos cuantos minutos de descanso nos pusimos en marcha nuevamente con intención de llegar a Alegia lo antes posible, ya que teníamos algo de prisa.
Uno de los pocos inconvenientes de esta excursión fue que, desde Aldaba no tuvimos más remedio que bajar durante 1 ó 2 kms. por la carretera. Tampoco fue mucho problema ya que apenas hay tráfico de automóviles. Rápidamente tomamos un desvío que nos llevó a una zona de recreo con mesas, asadores, fuentes, etc., muy bonita. Desde el momento del desvío ya no hay ningún tipo de marca indicadora del camino, pero éste es bastante evidente y no tiene mucho problema para bajar a Alegia.
Poco a poco y disfrutando del camino y de las vistas llegamos a la estación de Alegia y poco después al centro del pueblo.
Teníamos intención de comer algo en algún restaurante del pueblo y con objeto de asesorarnos mejor preguntamos a un par de señoras que pasaban al lado.
Después de cinco minutos de conversación no teníamos nada claro si teníamos que ir hacia Tolosa, porque a la salida del pueblo repartían "maná" gratis, o qué debíamos hacer.
Afortunadamente a los pocos segundos se acercó un señor mayor que nos dijo que allí mismo ( al lado) había un restaurante que se comía bien.
Sin pensarlo dos veces nos metimos dentro. Nos lavamos las manos, un poco la cara y en seguida nos atendieron. Nuestro menú fue el siguiente:
Ensaladas mixtas (muy frías) y espinacas con bechamel.
Filete, dorada al horno y maruca rebozada.
Postres, cafés y un poco de agua bendita.
Todo lo anterior estuvo regado con abundante gaseosa, un poco de agua y un caldo que en un principio nos pareció que pertenecía a unos viñedos de Iparralde (Irouleguy), pero pronto nos convencimos de nuestro error.
El vino seguía cumpliendo las condiciones básicas de nuestro axioma:
Cuanto más frío está el vino.......................,peor es.
Este vino estaba bastante frío.
Después de terminar con estos pequeños trámites volvimos al coche y nos pusimos en marcha dirección Donostia para volver cada uno a su nido.
Hemos comenzado a andar sobre las 8,40 horas y terminado a las 13,30 horas.
La longitud de la travesía ha sido de unos 15,7 kms. en los que hemos invertido 3 horas y 50 minutos a una media de 4 kms./hora.
El tiempo dedicado a almuerzo, fotos, descansos, etc. ha sido de 1 hora aproximádamente.
El desnivel acumulado tanto en ascenso como en descenso ha sido de unos 560 metros.

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