Foto de familia.

Foto de familia.
Ascensión a La Aguja Letour. Alpes franceses.

miércoles, 12 de mayo de 2010

(20100512) Vuelta a Zegama por la PR-GI 70.

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Vista de Zegama según subimos.
Bonito sendero verde.
Otro sendero de bosque un poco más oscuro.
Unos ejemplos de bordas.
Otras bordas en el bosque.
El bosque está cruzado por "errekas".
Poste indicador.
Otro bonito sendero en el bosque.
Se nota el agua y la humedad.
Contemplando el bosque.
Bonita fuente.
Otro ejemplo de los bosques de la zona.
Más regatas.
Dentro del bosque pero esta vez lloviendo.
Se aprecia la niebla.
Antigua borda reconvertida en palacete.
Comprobando los elementos tecnológicos.
Curiosidad.
Llegando a Otzaurte.
Ermita de Otzaurte, donde según la leyenda, el agua de lluvia que cae a un lado del tejado va a parar a la vertiente mediterránea y la del otro lado, a la vertiente cantábrica.
¿Curioso verdad?
La famosa plaza de toros de Otzaurte, donde tantos éxitos han alcanzado Finito de Zegama y Txikito de Segura.
Bonito caserío.
Cruz de hierro antes de llegar a Zegama.
Por diversos motivos que no vienen al caso, esta semana únicamente estábamos el 50% del grupo, por lo que el ponerse de acuerdo ha sido menos complicado que en otras ocasiones.
Hacía tiempo que teníamos puesto el ojo en una excursión circular por Zegama y eso hicimos.
La "meteo" no era del todo favorable pero tampoco lo ponía tan negro, por lo que un poco antes del horario habitual nos pusimos en marcha en dirección al Goierri.
Sin mayores problemas pero con un tráfico bestial, llegamos al pueblo y aparcamos al lado de la iglesia. El tiempo no estaba mal, nublado pero con expectativas de que fuese mejorando.
Comenzamos a andar y en seguida el camino se pone cuesta arriba de forma seria. Pronto dejamos el pueblo abajo y continuamos avanzando. No hacía nada de frío e incluso al poco rato nos tuvimos que quitarnos la ropa de abrigo. Según subíamos nos encontrábamos con carteles indicadores de diferentes PR's e incluso de otros SL's. En seguida nos dimos cuenta que la ruta que habíamos escogido estaba indicada para hacerla en sentido contrario al que íbamos, ya que todos los indicadores sobre la PR-GI 70 estaban en un solo sentido y era el contrario al nuestro.
Tampoco nos preocupó mucho.
Seguimos la ruta por unos senderos preciosos, entre bosques de hayas y robles, algunos pinos con muchos años, bastantes fresnos y zonas de pastos. La zona es muy bonita y si además llega a hacer sol, hubiese sido de lujo. En un primer momento anduvimos en dirección a Aitzgorri y en un punto determinado giramos para continuar camino de manera paralela al cresterío. Hubiese sido muy bonito si la niebla nos hubiese permitido ver la zona, pero de cualquier forma seguía siendo una zona muy bonita. Pasamos bastantes bordas, muchas de ellas muy bien conservadas y otras reconvertidas en casas de recreo.
La mayor parte del camino es por senderos anchos y por pistas forestales medio abandonadas, por lo que el andar se hace bastante cómodo. El agua es muy abundante por la zona, ya que nos cruzamos con muchas "errekas", que en la mayoría de los casos están preparadas para poder ser utilizadas como fuentes.
Durante el camino volvió a salir el tema del tren (ya que oíamos muy frecuentemente el sonido de los trenes pasar) desde el punto de vista que yo sostenía, y sostengo, la postura que la estación de Brinkola era una vía muerta que acaba en la misma estación y la línea férrea que sigue hacia Altsasu, Gasteiz, etc., no tiene que pasar, necesariamente, por Brínkola.
Seguíamos comentando el tema y de pronto nos encontramos en el mapa con que aparece un dato que pone "Zegamako geltokia", y en un punto distante de la zona de Otzaurte, lo que nos dejó mucho más perplejos de lo que estábamos. Siempre habíamos pensado que la estación o apeadero de Zegama era la de Otzaurte, pero no que hubiese dos.
En fin, dejamos correr el tema pero con la promesa que lo teníamos que investigar.
Seguimos andando y llegamos a un punto en el que nos imaginamos estábamos al lado del Aratz, ya que era en la vaguada donde se encuentra el túnel de San Adrián, pero no vimos ni una cosa ni otra. Entre que la vegetación era muy frondosa y verde, la niebla, etc., no vimos ni la ermita ni el albergue. Incluso con buen tiempo tampoco las hubiésemos visto, ya que no pasamos al lado, sino unos cuantos metros por encima. Llegamos al punto donde el camino se cruza con la GR de la Vuelta a Gipuzkoa y desde allí y utilizando la misma GR, nos dirigimos hacia el collado de Añabaso, para pasar por Guardetxe y al final llegar a la benta de Otzaurte.
Eran cerca de las dos de la tarde y para entonces ya llevábamos una hora mojándonos, por lo que decidimos entrar en la benta con intención de sentarnos y comer algo, pero caliente y de plato.
Nos sentamos y rápidamente nos atendieron. Nuestro menú consistió en:
-Guisantitos lágrima acompañados con un poco de "porcus ibéricus".
-Txipironcitos a la plancha, por un lado y solomillo de "porcus ibéricus" con sus complementos, por otro.
-Diversos postres y café negro y caliente. (Esta vez sin agua bendita, ya que todavía nos quedaba la última subida)
-Toda la comida anterior estuvo regada con un tinto joven de la zona, titulado Egun Egun.
A decir verdad no era necesario enfriarlo mucho para poder beberlo.
Mientras comíamos comentamos con el dueño de la benta el tema de las estaciones de Brinkola y de Zegama y según él lo que estaba indicado como Zemagako geltokia no existe, fue un antiguo apeadero pero que hace muchos años desapareció. La única estación es la de Otzaurte.
Pero lo de Brinkola, está convencido que por la misma pasan todos los trenes, tanto los de largo recorrido como los de cercanías y que no es una zona de vía muerta.
Yo sigo teniendo mis dudas.
Con gran dolor de corazón y no sin antes llamar por teléfono a Mª Carmen, con intención que viniese a socorrenos ya que continuaba lloviendo..........,seguimos nuestro camino.
Como no podía ser de otra forma tuvimos que subir de inicio una bonita cuesta. Cuando ya cogimos altura, las nubes habían bajado aún más y todavía se apreciaba menos el paisaje.
El camino era un poco sube y baja hasta que llegamos a un punto donde empezamos a ver el pueblo y al poco rato una gran cruz de hierro. Desde allí la bajada era importante y también dificultosa ya que la zona era de lajas de piedra y encima muy resbaladizas. Con mucho ojo para no caernos conseguimos llegar hasta el coche, cambiarnos un poco, secarnos otro poco y emprender viaje de regreso.
Sin mayores incidencias llegamos cada uno a su domicilio.

Hemos comenzado a andar sobre las 8,45 horas y terminado en el mismo sitio sobre las 16,45 horas.
Hemos utilizado un tiempo de 5 horas y 25 minutos en realizar los 23,3 kms. del recorrido, a una media de 4,1 kms./hora.
El tiempo dedicado a "hamaiketako", fotos, descansos, comida, etc., ha sido de unas 2 horas y 35 minutos.
El desnivel acumulado tanto en ascenso como en descenso ha sido de unos 970 metros.

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