Inicio excursión.
Comienza la subida.
Un poco más de subida.
Vistas de Igantzi al fondo.
Por la parte cimera y como dice Joxean: "Lomeando".
En homenaje a nuestro amigo Iñaki: Un buen "sarobe".
Estela funeraria, recordatorio, etc.
Vistas de la cantera y del pueblo de Igantzi.
Una de las cimas.
Una de las partes culturales de la excursión. ¿Cruz de piedra?
Bonito bosque para el "hamaiketako".
Otra cima.
Postes indicadores, desgraciadamente poco abundantes.
Inicio del circo de Arantza.
Pequeña presa en el camino.
Precioso sendero empedrado.
Otro sendero pero esta vez sin empedrar.
Vistas del pueblo de Arantza.
Bonito remanso.
Pequeña familia pero con apetito.
Nos dieron la espalda, por no decir otra cosa.
Curiosa presa.
Sendero anterior pero con otra perspectiva.
Más indicadores.
Llegando al pueblo.
En la cueva de San Juan Xar.
Una de las entradas al entorno de la cueva.
Fuentes milagrosas del entorno.
Cartel indicador.
Otra de las puertas.
En la cueva con la efigie de San Juan.
Otra bonita entrada.
Típica casa de Igantzi.
Iglesia de Igantzi.
Sendero por el que retornamos al punto de inicio.
Tuvimos tiempo de llegar para comer de plato.
En principio pensábamos que tendríamos que hacer esta travesía solo dos del grupo, pero al final pudo incorporarse un tercero, es decir, el único que trabaja de vez en cuando.
El día prometía aunque no acabó de salir el sol, pero estaba bien y la temperatura era muy agradable para andar.
Comenzamos a subir directamente y con buena cuesta, hasta llegar a la zona donde comienza el cresterío y el entorno del circo de Arantza. Subimos unas tres cimas, comenzando por Oianberri y llegando a la zona donde teníamos que desviarnos o continuar en dirección a Mendaur.
En esta ocasión únicamente pretendíamos hacer esta parte del cresterío y volver al punto de inicio pasando por Arantza, San Juan Xar e Igantzi.
El recorrido resultó muy agradable y por zonas de bosque muy bonitas. El sendero era agradable y sin ningún tipo de dificultad.
Pasamos por el pueblo de Arantza y lo vimos con bastantes casas muy bien reconstruidas y otras nuevas. El pueblo parecía muy tranquilo y con bastantes servicios, como polideportivo, frontón, piscinas, etc.
Seguimos nuestro camino con intención de llegar al famoso entorno de San Juan Xar, por sus leyendas y sus fuentes, su cueva, etc.
Al llegar nos documentamos convenientemente de las leyendas del lugar: Como es conocido, la denominación de "xar" corresponde a la forma de calificar como viejo en el euskera de la zona.
Por tanto, estamos hablando de San Juan el Viejo. Este entorno está considerado como reserva natural, aunque hay carteles de coto de caza, por lo que el contraste resulta curioso.
Según la información del lugar, es el único sitio de Europa meridional donde se reproduce, de forma natural, el carpe. Después de varios intentos conseguimos identificar un árbol de estas características.
La leyenda de la cueva y del entorno también dice que: El agua de las fuentes que brotan debajo de la cueva tienen propiedades curativas, pero para que surtan todo su efecto es necesario frotar la parte afectada con un trapo o paño empapado en el agua y después dejarlo en las rocas del entorno. Como es de suponer, la zona estaba llena de pequeños pañuelos y demás trapos que en este momento no quiero identificar.
Nosotros, por si acaso, hicimos nuestros "pinitos". Uno tenía un golpe en todo el morro, otro problemas en las manos y el tercero..............Es mejor preguntarle a él.
Como no era cuestión de ir dejando más trapos por el lugar utilizamos pañuelos de papel, que por lo menos son más fácilmente degradables.
Al del morro se le curó en pocos minutos, al de las manos, no se sabe muy bien, pero por lo menos todavía no le llaman el manco y al del.........................Es mejor preguntarle a él.
Con todos los deberes hechos y después de cantar eso de: "Sana, sana, culito de rana, etc.", nos pusimos en marcha nuevamente con intención de llegar cuanto antes a Igantzi y después al coche.
No nos costó mucho, aunque tuvimos que andar un rato por la carretera para luego volver a coger un sendero.
Al final llegamos al coche y teniendo en cuenta que era temprano decidimos subir a Igantzi para comer de plato.
Nos sentamos en el ostatu del pueblo y nos atendieron muy bien y encima nos dieron de comer.
Nuestro menú fue el siguiente:
-Lentejas con tropiezos y vegetales de la zona.
-Ensaladas ilustradas con tomate natural, es decir, tomate cultivado y con sabor a tomate.
-Delicias de ánade con unas pocas "pommes de terre".
-Postres variados, café y un poco de agua bendita.
-Todo lo anterior perfectamente regado con un vino tinto joven de la tierra (a saber de qué tierra) que respondía por Viña Nerea. Estaba bastante frío.
Una vez cumplido con el rito anterior nos pusimos en marcha hacia nuestros respectivos domicilios y sin mayor novedad.
Hemos empezado a andar en Bentas de Igantzi sobre las 8,30 horas y terminado en el mismo lugar sobre las 14,10 horas.
La longitud total del recorrido ha sido de unos 16 kms., en los que hemos invertido un total de 4 horas y 40 minutos a una media de 3,5 kms./horas.
El tiempo utilizado en descansos, fotos, agua, "hamaiketako", etc., ha sido de 1 hora aproximádamente.
El desnivel acumulado tanto en ascenso como en descenso ha sido de unos 815 metros.
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