Foto de familia.

Foto de familia.
Ascensión a La Aguja Letour. Alpes franceses.

miércoles, 7 de julio de 2010

(20100707) La Senda de Camille 6ª etapa Lescun-Col Petrechema-Linza.

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Edificio recepción del camping de Lescun.
Entorno del camping.
Comenzamos a caminar dirección Linza.
Pont Lamary.
Asuman las Agujas de Ansebere.
Poco a poco comenzamos a ascender.
Las agujas un poco más cerca.
Cada vez más cerca.
En el bosque y cerca de las cabañas de Ansebere.
Llegando a las cabañas. A partir de este punto y hasta Linza no hay agua, por lo que es conveniente aprovisionarse.
Las cabañas donde incluso podemos comprar queso artesano.
Bonita "erreka" dentro del bosque.
Vista de otro collado diferente.
Mirando hacia atrás.
Vista de la Mesa de los Tres Reyes.
Hacia las agujas.
Seguimos subiendo y se hace duro.
Otra vista sobre el Midi d'Ossau.
Impresionan. ¿Eh?
Y seguimos subiendo.
Parece que estamos cerca.
Bonito perfil de piedra.
!Ánimo que falta poco¡
Hacia el otro lado vemos la cima del Txamantxoia.
Los últimos neveros.
Todavía tenemos que pisar un poco de nieve.
Comenzamos el descenso hacia la Hoya.
Sacando algunas fotos.
Llegando a la Hoya del Ingeniero.
Mirando hacia atrás.
Salimos del camping de Lescun con un día despejado y bastante caluroso, lo que sería una dificultad añadida para vencer el desnivel que nos esperaba.
Poco a poco comenzamos a dirigirnos hacia el collado. Antes teníamos que pasar por el bosque de Ansebere y llegar a las cabañas del mismo nombre. Es importante mencionar que a partir de las cabañas de Ansebere no hay agua hasta el final, por lo que es importante aprovisionarse de agua en este punto.
A partir de las cabañas el terreno se despeja totalmente y comienza la subida por piedra y canchal, lo que añadido al calor que hacía nos obligaba a un esfuerzo adicional y a sudar de lo lindo. Poco a poco llegamos al collado de Petrechema o Puerto de Ansó y en ese punto nos dispusimos a comer las pocas ciruelas que nos quedaban y una pequeña barra de chocolate. Eso sí, todo eso con abundante agua. Después de contemplar el paisaje, ver una de las agujas, según subíamos contemplar la mole de la Mesa de los Tres Reyes y después del collado contemplar, al otro lado, el Txamantxoia, nos hizo que olvidásemos todos los sudores de la subida.
Después del pequeño "hamaiketako" comenzamos a bajar pasando por la famosa Hoya del Ingeniero, que debido al calor reinante más bien parecía un horno encendido. Cerca de esta zona y aprovechando la sombra de una ladera de piedra, nos sentamos para poder comer un poco de lo que nos quedaba. Está vez fueron los mismos trozos de pan del día anterior acompañados de algo de jamón ibérico y abundante agua. En otras ocasiones nos hubiésemos pegado por una loncha de jamón más o menos, pero en esta ocasión nos pegábamos para que se la comiera el otro. Hacía mucho calor y no apetecía nada comer, sólo beber.
Poco a poco dejamos la zona de la Hoya y bajamos a un bosque que por lo menos nos daba sombra. Al rato ya comenzamos a ver zonas conocidas y en la siguiente curva del sendero del bosque vimos el aparcamiento y el refugio de Linza.
Llegamos al refugio, nos refrescamos un poco y nos asignaron aposentos. El refugio estaba totalmente lleno. No sabemos muy bien por qué, pero nos asignaron una habitación múltiple que estaba llena de niños y niñas de 10-12 años. Torcimos el "morro" pensando en la noche que nos esperaba, ya que había multitud de niños por todas partes montando un "follón" de mucho preocupar. La verdad es que la noche transcurrió mucho mejor de lo esperado, es cierto que hasta que consiguieron que todos los niños de la habitación dejasen de dar vueltas y se metiesen en sus camas, costó bastante pero después de ésto se durmieron rápido y tienen la ventaja de que no roncan y tampoco se despiertan, por lo que la noche transcurrió plácidamente.
Antes de esto y después de ducharnos y relajarnos nos dispusimos a cenar. Esta vez consistió en lo siguiente:
- Crema de calabaza.
- Un poco de ensalada.
- Conejo al horno con algunos champiñones.
- Yogour.
- Café y un poco de agua bendita.
Todo lo anterior estuvo regado con un tinto Rioja con etiqueta especial para el propio refugio.
En general estuvo bastante bien.
Al día siguiente y a una hora temprana, recogimos las cosas y nos pusimos en marcha hacia nuestros respectivos domicilios, dando por finalizada esta travesía que ha resultado bonita y digna de mención.
Hemos comenzado a andar en Lescun a las 7,30 horas y terminado a las 15,30 horas.
El tiempo efectivo empleado en la travesía ha sido de 5 horas 15 minutos a una media de 3,2 kms./hora.
El tiempo utilizado para descansos, "hamaiketako", almuerzo, etc., ha sido de 2 horas y 45 minutos.
La longitud total del recorrido es de 18,15 kms.
El desnivel acumulado en ascenso es de 1.261 metros y el de descenso de 813 metros.

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