Foto de familia.

Foto de familia.
Ascensión a La Aguja Letour. Alpes franceses.

miércoles, 28 de diciembre de 2011

(20111228) Donibane Lohitzune a Hondarribia por el litoral.

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En la "gare" de Donibane Lohitzune, punto de inicio.


Cruzando la Nivelle.


Atravesando Ziburu.


La casa natal de Maurice Ravel.


Muestra de un antiguo ballenero.


Una de las torres de vigilancia del puerto de Sokoa.


La otra torre.


Al fondo el fuerte de Sokoa.


El fuerte un poco más cerca.








¿Arenales con "garzzetta"?


Una de las pequeñas calas de la zona.


Parte de la famosa "corniche basque".


Seguimos con acantilados.


Unos pocos más.


Al fondo se aprecia Hondarribia.


La parte de la ruta menos agradable.


Más acantilados en dirección Hendaya.


Una especie de grúa antigua utilizada para múltiples actividades.


Piscina de agua de mar en un entorno muy bonito.


Creo le llaman la Isla de los Corsarios.


Otra vista de la isla y de la playa Laia.


En el entorno de los "bunkers" y la rosa de los vientos.


La famosa rosa de los vientos bastante rota.


¿Debido a los temporales o a los "animales"?


El palacio de Antoine d`Abaddie.
Otro ejemplo de cala cerca de la playa de Hendaya.
Las rocas gemelas de la playa de Hendaya.
Los cormoranes secando sus alas.
Después de varios días de interrupción de las actividades por diferentes motivos, por fin hemos reanudado las mismas y además hemos coincidido todos.


Con objeto de ir tomando contacto poco a poco, decidimos realizar una travesía no muy exigente pero sí agradable, por lo que elegimos ésta y optamos por utilizar como medio de transporte los autobuses de Pesa, que salen de la estación de Pio XII a las 9 horas en dirección a Baiona, pero a nosotros nos dejó en la "gare" de Donibane Lohitzune sobre las 10 horas. La intención era llegar a Hendaya y desde el puerto de Sokoburu pasar a Hondarribia con la "navette", para poder comer en un entorno con horario de comidas más adecuado a los nuestros.




El viaje de ida fue agradable, salvo cuando en la playa de Hendaya nos paró la Police National y entró en el autobús, pero únicamente con la intención de pedirnos la documentación a nosotros cinco y a nadie más. Nos sorprendió la actuación aunque la misma fue muy correcta, pero sí es raro que de todo el pasaje del autobús (estaba medio lleno) únicamente se dirigieron a nosotros que estábamos en la parte de atrás del mismo. Por lo menos nos quedó el consuelo de que nos vieron potencialmente peligrosos y eso quiere decir que no debemos tener todavía mucho aspecto de estar "gagás".


Una vez en la estación de ffcc. de Donibane Lohitzune, nos equipamos bien ya que hacía bastante frío y nos pusimos en marcha en dirección a Ziburu para después llegar hasta el puerto y el fuerte de Sokoa.


Dimos una vuelta por el fuerte y nos dimos cuenta que un pequeño camino que desde el fuerte subía hasta el faro, lo habían cerrado, posiblemente porque atravesaba una zona residencial privada. El caso es que tuvimos que retroceder un poco para subir hasta el faro y continuar camino por el litoral.


Desde la zona del faro comienza el camino más bonito aunque a veces pasa al lado de la carretera.


Nos permite contemplar los acantilados, Hondarribia al fondo, el Cabo de Higuer, Jaizkibel, etc., etc.


Llegamos a una zona con una pequeña cala en la que aprovechamos para comer algo de fruta, frutos secos, etc. y también beber algo de agua aunque la temperatura ambiente pedía más un caldo caliente.


Seguimos camino hasta llegar a los terrenos D'Abaddie donde pudimos contemplar las ruinas de los antiguos "bunkers" y también la famosa rosa de los vientos, que desgraciadamente está rota en muchos de sus puntos. Desde allí volvimos al camino principal en la zona de la Maison de las Landes para poco después llegar hasta la playa y continuar unos metros por la misma hasta subir al paseo.


Después de pasar el edificio del antiguo casino y terminar la playa, llegamos a la zona nueva de Sokoburu y desde el puerto deportivo cogimos la "navette" que nos condujo a Hondarribia.


Ya en el pueblo intentamos buscar algún sitio para comer y después de dar bastante vueltas para localizar un bar que tuviese menú del día o similar, al final localizamos uno en el que nos ofrecían menú del día: Gran Sol.


Cada vez es más difícil encontrar un bar "normal" cuando el pueblo es de los que tienen "glamour".


La verdad es que comimos muy bien, platos muy bien presentados y elaborados, el vino era bueno (se podía beber a temperatura ambiente), el servicio amable y agradable.


Comenzamos con unas ensaladas templadas de gulas, diferentes letxugas y demás.


Como segundos tuvimos por un lado pato confitado y también filete de ternera relleno de verduras en salsas diversas.


Varios postres también bastante elaborados para terminar con cafés y unos toques de Armagnac para no perder el "glamour" que habíamos adquirido durante la travesía.


El precio era muy adecuado para tener esta preparación y servicio.


Salimos satisfechos y nos dirigimos a coger el autobús que nos llevase a nuestros respectivos domicilios.


Ha sido un día muy agradable, con una travesía muy bonita y un fin de año digno de mención.




Hemos comenzado a andar en la "gare" de Donibane Lohitzune sobre las 10 horas aproximádamente y terminado en Hondarribia (zona de la Marina) sobre las 14 horas.
El tiempo efectivo utilizado en la travesía ha sido de unas 3 horas y 40 minutos, a una media de 4,6 kms./hora.
El tiempo dedicado a fotos, "hamaiketako", etc., ha sido de unos 30 minutos.
El desnivel total acumulado tanto en ascenso como en descenso ha sido de unos 200 metros.
La longitud total de la travesía ha sido de 16,5 kms.

miércoles, 14 de diciembre de 2011

(20111214) Benta Ultzama-Gaztelu-Doneztebe.

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Bentza Ultzama a punto de amanecer.

Antiguo caserío con blasón.

Vista del valle con unos rayos de sol.

La idea era realizar una travesía suave y por zona tranquila, aunque el tiempo no nos ayudó excesivamente. En una parte importante de la travesía nos llovió, aunque estábamos perfectamente equipados para todo tipo de circunstancias.

Llegamos al parking de la Benta de Ultzama y estaba amaneciendo, por lo que mientras nos preparábamos, intentábamos localizar a los ciervos, echábamos un vistazo al mapa, etc., llegó la claridad suficiente como para comenzar a andar.

Subimos unos metros por la carretera hasta llegar al cruce con el sendero de la GR-12 que la atraviesa y por el que continuamos camino en dirección a la zona del Txaruta. Un poco antes de llegar al Txaruta dejamos la GR-12 que sigue hacia la zona de Lekunberri y nosotros nos desviamos a la derecha para bordear el Txaruta y el Garmendi. Seguimos por una pista cementada y llegamos a una borda al lado del camino donde aprovechamos para guarecernos un poco de la lluvia y comer algo de fruta y algunos frutos secos.

Minutos después continuamos camino hacia Gaztelu, donde abandonamos la pista y a través de un bosque de castaños y con el camino bastante embarrado, llegamos a Doneztebe.

La travesía ha sido bonita y con buenas vistas, aunque en la última parte de la misma nos ha llovido y hemos tenido que continuar acompañados por la lluvia, pero por lo demás ha sido una bonita vuelta con vistas despejadas y bonitas zonas de pasto.

Una vez en Doneztebe ya teníamos preparado el lugar para comer, por lo que sin perder tiempo nos dirigimos al mismo y aprovechamos la ocasión para disfrutar del menú:

-Babarrunas, ensaladas y rissottos.

-Filetes, costillas de cerdo y demás y para acabar con postres caseros.

Todo lo anterior perfectamente regado con un caldo con buena crianza de la familia de los Cañas.

Acabamos con un poco de café y otro poco de agua bendita.

Recogimos el vehículo que habíamos dejado en la Benta de Ultzama y desde Doneztebe volvimos a nuestros respectivos domicilios.



Hemos comenzado a andar al lado de la Benta de Ultzama sobre las 8 hora y 15 minutos y terminado en el centro de Doneztebe sobre las 13 horas 45 minutos.
El tiempo efectivo utilizado en la travesía ha sido de unas 4 horas y 50 minutos, a una media de 4,2 kms./hora.
El tiempo total dedicado a descansos, fotos, "hamaiketako", etc., ha sido de unos 40 minutos.
El desnivel total acumulado ha sido de unos 300 metros en ascenso y unos 1.000 metros en descenso.
La longitud total de la travesía ha sido de unos 20, 3 kms.

miércoles, 7 de diciembre de 2011

(20111207) Alto Huitzi-Cima Ireber-Etxarri-Lekunberri.

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"Aska" con fuente.

Hacia la cima de Ireber.

Los aerogeneradores de Kornieta.

Al fondo las Malloak con Balerdi en primera fila.

Por la alfombra verde.

Con la ayuda de Lenin y su brújula conseguimos llegar a nuestra meta.

El "sputnik" de la cima de Ireber.

En la cima de Ireber.

Paredes de la cueva de Arritzuen.

Recibí una invitación por parte de la familia Sarobe para incorporarme a una de sus excursiones y sin dudarlo mucho, a pesar de la problemática de la rodilla, el pie, etc., etc., acepté encantado.

Fuimos con dos vehículos y después de dejar uno al lado de la estación del Plazaola en Lekunberri, con el otro nos dirigimos hacia el alto de Huitzi.

Desde allí nos adentramos por un sendero marcado como GR-9 Cañada real de las provincias de Noain a Azpeitia. El sendero está muy bien y es fácil. Seguimos por él poco rato ya que se desvía hacia Etxarri y nosotros continuamos rectos hasta un poco después de cruzar la pista que sube de Beruete para dar servicio a los aerogeneradores de Kornieta. Poco después dejamos la pista y nos dirigimos hacia la cima de Ireber. Un poco antes de subir a la cima paramos un rato en un pequeño refugio con intención de beber agua, comer algo de fruta, etc., para pocos minutos después continuar hacia Ireber. El cielo estaba bastante nublado pero las nubes eran altas y no nos dificultaban la visibilidad, por lo que se podía apreciar muy bien todo lo que nos rodeaba.

Podíamos contemplar perfectamente las antenas de Artxueta, al lado de San Miguel, las Malloak con el Balerdi al frente, a lo lejos se apreciaba la silueta de Udalatx, etc., etc.

Después de bajar de Ireber nos cruzamos con la GR-12 Senda de Euskalherria y la seguimos durante un pequeño tramo, aunque la abandonamos para seguir nuestro camino hasta la cueva de Arritzuen, para posteriormente y ya cerca de Etxarri la retomamos y no la dejamos hasta llegar a Lekunberri.

Una vez en el pueblo lo primero y más importante era intentar encontrar algún sitio que nos dieran de comer a esa hora, ya que aunque no era muy tarde..............., nunca se sabe.

En el primer sitio que vimos podía ser factible comer entramos, preguntamos y a continuación nos sentamos directamente. Sin mayores problemas nos atendieron y pudimos comer las siguientes delicias de la casa:

-Paella de carne especialmente amarilla.

-Habitas pequeñas con patatas y tocino.

-Espárragos.

Como segundos nos sorprendieron con:

-Guisote de ternera.

-Bacalao con algo de tomate.

-Hígado encebollado.

O todo estaba bueno o teníamos bastante apetito, pero lo cierto es que no sobró nada.

Postres variados como tarta de chocolate, yogures, flanes, etc.

Pudimos regar la comida con deliciosa agua embotellada en Betelu y un afamado tinto joven de la tierra (esto de la tierra todavía estamos averiguando), que bien mezclado con los caldos de Betelu se dejaba beber.

Para terminar un poco café con algo de agua bendita y nuevamente a nuestros puestos con intención de recoger el vehículo que estaba en el alto de Huitzi.

Desde allí y después de bajar a Leitza nos situamos nuevamente en la autovía y volvimos a nuestros respectivos domicilios después de haber disfrutado de una agradable jornada montañera.


Hemos comenzado a andar en el Alto de Huitzi sobre las 8,40 horas y terminado en Lekunberri sobre las 14,45 horas.
El tiempo efectivo utilizado en la travesía ha sido de unas 5 horas y cinco minutos, a una media de 3,7 Kms./hora.
El tiempo total dedicado a descansos, fotos, "hamaiketako", etc., ha sido de 1 hora aproximádamente.
El desnivel total acumulado en ascenso ha sido de unos 550 metros y en descenso de unos 800 metros.
La longitud total de la travesía ha sido de unos 19,4 kms.

viernes, 25 de noviembre de 2011

(20111125) De Pasai Donibane a Hondarribi por Jaizkibel buscando caminos nuevos.

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Amanece en el Faro de la Plata.

Hacía allí vamos.

Arriba y al fondo las antenas de Jaizkibel.

Curiosas formaciones rocosas.

Unas pocas más.

La piscina de Joxan.

Agujeros por todas partes.

Roca protegida por arbustos.

¿La Mano de Fátima o de Guadalupe?

¿Por aquí el superpuerto?

¿Ave picuda? ¿Esqueleto de brontosaurio?

Txabola de la cala Azabaratza.

Cuevas.

Con otra perspectiva.

Subiendo desde la orilla en línea recta.

Un potro que viene a saludarme.

! Y de pronto, se hizo la niebla ¡

Torreón de Santa Bárbara.

Menhir en homenaje a Mendizabal, del año 1.955.

Campanario de Guadalupe.

Quise aprovechar un día que estaba pronosticado como anticiclónico, despejado, soleado, etc. y al final no llovió de milagro, pero por lo demás me pasó de todo: Totalmente nublado, viento, niebla, etc.

Hay algunos días que los pronosticadores del tiempo deberían dejar las isobaras y probar con unas cartas del tarot.

Mi intención, en principio, era subir a Guadalupe un poco antes de llegar a Punta Biosnar y de paso probar el estado del pie, de la rodilla, etc., etc.

El pie sigue igual que siempre (me duele), la rodilla no me duele pero parece que es prestada.

!En fin¡

!Qué le vamos a hacer¡

Llegué a San Pedro y después de pasar a San Juan y prepararme para comenzar la travesía, en el mismo muelle de San Juan me encuentro con un personaje un tanto peculiar. Mochila pequeña colgando de un solo brazo, tripa tamaño embarazo de 8 meses, pantalón corto (8 horas y 10 grados), zapatillas deportivas y sin calcetines y lo peor de todo es que empezó a preguntarme a dónde iba, por dónde, si pasaría por el túnel, etc., etc. y encima me acompañó un tramo largo porque él quería recoger unas cuantas hierbas para hacer ungüentos.

Al final pude desembarazarme de él en las primeras rampas de subida al semáforo, ya que parece ser que las cuestas no le gustaban mucho.
Poco a poco seguí subiendo y después de cruzar la cresta del gallo comencé a bajar hacia el mar hasta la zona del famoso "Gran canto".

Desde allí el camino me hacía bajar y subir varias "errekas" sin mayor valor añadido, por lo que opté por seguir en la ladera ganando algo de altura para posteriormente bajar hacia la zona de la famosa "Aguja fálica", lo del ave picuda, etc. y posteriormente llegar a la txabola de la Cala Azabaratza.

Estaba cruzando la famosa placa de piedra que lleva hasta la txabola de la cala cuando sale a mi encuentro un perro, tipo mastin, con una mala leche de mucho preocupar y que además comienza a cruzar la placa en dirección a donde yo estaba y con intenciones bastantes aviesas.

Saco los bastones y comienzo a tranquilizarle, le dejo que me huela y se acostumbre aunque no deja de ladrar y gruñir. Al poco aparece su dueño y le llama. Parece que la cosa se tranquiliza, por lo que el perro y yo continuamos camino en dirección a la txabola. Cuando llego a la altura de la txabola el perro comienza a ladrar nuevamente y con intenciones todavía peores que antes y encima está a punto de morderme. Vuelve a salir su dueño y le llama, aunque el perro no parece hacerle mucho caso porque sigue en sus trece. El dueño tenía "pinta" de "fumao" o igual era así por naturaleza, pero lo que está claro es que ni el perro ni él estaban en su mejor momento a nivel psicológico. Procuré apartarme de la txabola lo más posible y seguí mi camino para evitar mayores problemas, pero así y todo, cuando ya me había alejado unos 50 metros, todavía el perro intentó correr hacía mí con las mismas intenciones que antes.

Al final y teniendo en cuenta que el camino continuaba en subida, es posible que al perro le pasase lo mismo que al otro "pirao" del muelle de San Juan, por lo que esta vez se quedó en su sitio.

Después de pasar esta cala me quedaba seguir por esta zona de tipo playa antes de llegar a la grieta de Akerregi, por lo que opté por continuar subiendo en línea recta y buscando senderos, que a veces encontré y otras veces no, hasta llegar a la carretera. Hubo momentos que tuve que enfrentarme a zarzas, alambradas, etc. y no acabé muy bien parado. Ganaron las zarzas.

Una vez en la carretera seguí un rato por la misma hasta volver a subir por la ladera en dirección a las antenas, para desde allí llegar hasta un torreón, después al mirador actual y antiguo hostal para seguir en dirección a Guadalupe. Un pequeño descanso, reponer agua y verificar que me seguía doliendo el pie, la pantorrilla y el peroné.............

Unos minutos más tarde comencé a bajar por el camino del calvario en dirección al aeropuerto y después de llegar a la marquesina del autobús que está en Amute, en la parte final del aeropuerto, me senté a esperar al bus.

A los pocos minutos llegó el bus que me llevaría a Donostia, para dar por concluida la travesía de hoy, que aunque he sufrido un poco por el pie, ha sido muy bonita aunque no me haya acompañado el tiempo.


He comenzado a andar sobre las 8 horas en el muelle de Pasajes San Pedro y he terminado en la parada de autobús de Amute a las 16 horas y 15 minutos.
He utilizado un tiempo efectivo de 6 horas y 15 minutos a una media de 3,3 Kms./hora.
El tiempo dedicado a descansos, comidas, fotos, etc., ha sido de cerca 2 horas.
El desnivel acumulado tanto en ascenso como en descenso ha sido de unos 1.100 metros.
La longitud total de la travesía ha sido de unos 20,4 kms.