Foto de familia.

Foto de familia.
Ascensión a La Aguja Letour. Alpes franceses.

miércoles, 26 de enero de 2011

(20110126) Circular Zubieta-Ekaitza-Loitzate-Zubieta.

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Preparándonos para el frío.
El pueblo de Zubieta a medida que subimos.
Un curioso puente en el camino.
Al principio tenemos una pista asfaltada.
Seguimos la pista que ya empieza a empinarse.
Seguimos por la pista.
Una bonita "erreka" en nuestro camino.
El frío se dejaba notar y para muestra estas candelas.
Unas pocas más.
Hacia esa zona nos dirigimos.
Al fondo se aprecia Mendaur con su ermita.
Un poco más cerca se aprecia mejor.
Estamos en la famosa cruz de piedra. Tiene su historia que la contaremos un poco más adelante.
Era importante que quedase constancia de la cruz.
La prueba definitiva.
Unas cuantas vistas de las cumbres nevadas y con el cielo un poco plomizo.
Más vistas.
Seguimos dejando Mendaur lejos.
Buzón de la cima de Ekaitza.
Hasta la ikurriña estaba medio congelada.
La cima de Ekaitza.
Cresterío por el que venimos.
Otra vista del mismo cresterío.
La ladera norte estaba todavía con nieve.
Llegando al mugarri.
Mugarri municipal que limita los pueblos de Goizueta, Arantza y Zubieta.
Nosotros seguimos nuestra travesía.
Y continuamos por la cresta.
Todavía con nieve.
Seguimos viendo un bonito cresterío.
Cima de Loitzate.
Buzón de Loitzate.
Foto de familia en Loitzate.
Tenemos que volver unos cuantos metros hasta un pequeño puerto.
Seguimos entre los helechos secos y quemados por el frío y la nieve.
En el pequeño puerto.
El sendero continua por el bosque.
Seguimos por bonitos senderos.
Hace mucho tiempo que no vemos "metas".
Y encima hay muchas.
Seguimos por el bosque.
Llegamos al cromlech de Sorginzelaieta.
Puente de entrada al pueblo de Zubieta.
Antiguo lavadero donde decidimos parar para repostar.
Una vez acabado el repostaje, tocaba un poco de café.
A esta travesía le teníamos ganas desde hace bastante tiempo ya que en Mayo del año pasado intentamos realizarla y tuvimos que darnos la vuelta antes de llegar a Ekaitza debido a la meteorología. Desde el mismo pueblo de Zubieta no paró de llover en ningún momento e incluso cuando estábamos cerca de la cima de Ekaitza comenzó a nevar y llover, alternativamente, y encima con un viento que nos rasgó hasta alguna que otra capa de lluvia.
Por eso y viendo que la "meteo" no era especialmente mala nos hemos decidido a intentar de nuevo.
Comenzamos a andar desde el mismo centro del pueblo y después de cruzar la carretera tomamos el camino que comienza a subir hacia una casa cercana que tiene al menos dos perros sueltos y que la anterior vez ya tuvimos problemas con los mismos. Esta vez y para no ser menos volvimos a tener problemas. Uno de los perros se retiró al vernos pero el otro debía tener ganas de hacer méritos o estaba haciendo horas extra, por lo que estuvo a punto de mordernos. A diferencia de la anterior vez, hoy no salió nadie de la casa para poder decirle cuatro cosas bien dichas. Hay mucha gente que se siente propietaria de su casa (que lo será) y además de todo lo que le rodea, sea o no suyo.
Seguimos camino por una pista asfaltada y nos cruzábamos con un bonito puente y después vimos lo que el frío es capaz de hacer con unas cuantas gotas de agua.
Hacía mucho frío y teníamos casi todo puesto, guantes, gorros, etc.
Llegamos a un cruce de caminos y empezamos a subir de un modo decidido.
La cuesta se hacía notar y empezamos a quitarnos algo de ropa. Según subíamos comentábamos temas habituales, problemas de prevaricaciones, temas de comentarios malintencionados, Poliki taldea, el club, etc., etc.
Al final y como siempre no llegamos a ninguna conclusión, pero está bien un buen intercambio de opiniones.
Ya casi cerca de la primera cumbre comenzamos a recordar una famosa cruz de piedra a la que llegamos la primera vez, era una cruz tosca y pequeña. Teníamos dudas del lugar donde se encontraba aquella cruz y Joxean decía que la habíamos pasado y yo que todavía no.
Al final llegamos a una cruz de piedra, pero no era la de la vez anterior aunque yo tenía alguna duda, pero Joxean estaba totalmente convencido de que era otra, como así resultó.
Comparamos las fotos de las dos cruces y comprobamos los "waipoints" para verificar el lugar de cada una y vimos que son dos cruces distintas, por lo que queda demostrado que la memoria de Joxean es la que mejor funciona de todo el grupo.
También es verdad que es el mas joven y por tanto el menos afectado por el "alemán".
Después de pasar por la famosa cruz de piedra continuamos subiendo hasta la cima de Ekaitza.
Allí nos paramos unos minutos con intención de comer algo de fruta y algunos frutos secos, así como dar unos cuantos tragos a la cantimplora.
A partir de aquí comenzamos a recorrer el cresterío hasta llegar a la otra cima, la de Loitzate.
El cresterío es muy bonito y se puede contemplar bonitas vistas.
Desde Ekaitza hay una vista preciosa sobre Mendaur.
Según vamos por la cresta podemos ver Larun, las playas de las Landas, por el otro lado se ve Aiako Harria, Adarra, Hiru Txulo, Urdaburu, etc., etc.
Para llegar a la cima de Loitzate tenemos que desviarnos un poco del camino y posteriormente volver sobre nuestros pasos hasta un pequeño puerto, que es donde el sendero comienza a bajar.
A partir de ahí y pasando por zonas de bosque vamos dando la vuelta hasta coger la ladera adecuada que nos baja nuevamente hasta la pista asfaltada que nos conducirá a Zubieta.
Una vez en el pueblo y antes de ir al coche nos paramos en el antiguo lavadero del pueblo con intención de comer algo ya que era un poco tarde.
Bien situados y con un banco corrido de asiento y un buen pretil como mesa, comenzamos a dar buena cuenta de las viandas que teníamos.
Como entrantes, lo siguiente:
-Finos filetes de salmónido a la emulsión de diversos óleos.
-Sardina pilchardus en sus diferentes versiones: Al pomodoro y en sus propios aceites.
Como continuación nos obsequiamos con un poco de carpaccio de porcus ibericus en sus jugos de pimentón de la Vera y grasa caramelizada.
Todo lo anterior perfectamente regado con unos caldos de Rioja perfectos en su temperatura y sensacionales en la degustación. Uno de ellos con el punto de aguja necesario para hacer disfrutar a los paladares más exigentes y el segundo con un fondo tan natural y extraordinario que preparaba al paladar para una segunda copa.
Después de todo la anterior, un poco de café caliente acompañado con un poco de agua bendita.
Un vez concluido este excelente banquete recogimos los bartulos y nos dirigimos al coche con intención de dirigirnos a Ituren y tomar otro café.
Una vez en Ituren fuimos al Ostatu donde estuvimos comiendo la anterior vez y comprobamos que la Ley Foral Antitabaco se cumple a la perfección.
!Vaya descojono¡ !En el bar estaba fumando hasta el camarero¡
Después de unas cuantas risas con los parroquianos y con el dueño, volvimos al coche y nos pusimos en marcha en dirección a nuestros respectivos domicilios.
Ha sido una excursión muy bonita y con unos parajes dignos de mención.
Hemos comenzado a andar desde el pueblo de Zubieta sobre las 8,45 horas y terminado en el mismo pueblo sobre las 15,30 horas.
El tiempo efectivo total utilizado en la travesía ha sido de 5 horas y 37 minutos a una media de 3,2 kms./hora.
El tiempo total dedicado a fotos, descansos, "hamaiketako", etc., ha sido de 1 hora y 8 minutos.
El desnivel acumulado tanto en ascenso como en descenso ha sido de unos 1.120 metros.
La longitud total del recorrido ha sido de unos 17,82 kms.

miércoles, 19 de enero de 2011

(20110119) Circular San Roman-Mirutegi-Baio-Cromlech Mendiluce-Pto. Bikuña-San Roman.

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Después de subir un poco vemos el pueblo de San Román de San Millán.
Senderos del inicio del camino.
Aunque no parezca, había cuesta.
Comenzamos a subir hacia el collado de Mirutegi.
También trepamos un poco entre las rocas.
Empezamos a ver la cruz. Debido a la niebla la vimos cuando estábamos al lado.
Un poco más cerca.
¿Es una cruz o un poste de conducción de cables eléctricos?
¿Comprobando la estructura o haciendo otra cosa?
Foto de familia.
En la cima de Baio y al lado de su buzón.
Otra foto de familia en Baio.
Planteando la estrategia de navegación debido a la niebla. En ese momento intentábamos localizar los puntos del ILS, para la aproximación sin visibilidad.
Un vez localizados los puntos citados, nos paramos un rato para el "hamaiketako".
Los cazadores no se privan a la hora de poner puestos de caza.
Llegamos a la zona del cromlech de Mendiluze.
Tras varios intentos de recoger toda la concentración de energía de la zona.................., creemos que le salió rabo.
Se va con la satisfacción del deber cumplido.
Panorámica del cromlech de Mendiluze.
Naturaleza muerta entre la niebla. !A que "acojona"¡
También naturaleza, pero esta vez no muerta.
Esto ya no le sirve ni al "sustanciero".
¿Será comestible?
Contemplando un pequeño tejo totalmente protegido.
Seguimos por el bosque y también seguimos entre la niebla.
No hay forma que desaparezca la niebla.
Un poco perdido.
Seguimos a buen paso sin saber muy bien a dónde vamos.
Llegamos a una pequeña fuente.
Cierta curiosidad en comprobar si hay algo después de la roca.
Continuamos nuestro camino a través de una pista hecha por los cazadores.
Bosque con niebla.
Bordas de Legaire.
En el puerto de Bikuña comenzamos el descenso.
Una pequeña muestra de la cantidad de barro que encontramos bajando.
Detalle de una casa solariega en San Román.
En vista que la semana pasada nos quedamos sin poder hacer esta excursión, hemos insistido esta semana para comprobar si teníamos más suerte con el tiempo que la última vez.
Hemos podido comprobar que Iñaki es un poco gafe con la "meteo".
!Confirmado¡
Lo único claro es que cuando se apunta a alguna de nuestras excursiones necesitamos dos días para poder hacerla, un día para poder comprobar que está lloviendo de mala manera y no hay forma de moverse y el segundo día para poder hacerla aunque no podamos ver nada porque está totalmente nublado. En fin, que si pretendemos hacer una de estas excursiones con buen tiempo, deberemos esperar a que esté ocupado o de vacaciones y no pueda venir.
Llegamos al pueblo como la última vez y las perspectivas que veíamos del cielo no auguraban nada bueno, por lo que fuimos a tomar café a un bar cercano mientras terminaba de amanecer.
Después del café nos dirigimos al centro del pueblo de San Román y aparcamos al lado de la iglesia.
Hacía una especie de "sirimiri" por lo que se hizo necesario poner el cubremochilas antes de empezar a andar. No lo teníamos muy claro pero así y todo comenzamos la ruta en dirección al alto de Mirutegi.
Los lugareños dicen que la cruz de hierro de Mirutegi se ve desde cualquier parte pero nosotros no eramos capaces de ver mas allá de cinco metros.
Comenzamos a subir por una pista forestal que en seguida se empinaba y nos hacía sudar un poco. Llegamos a una desviación y tal y como indicaba la ruta seguimos por la izquierda con intención de llegar a la cruz de Mirutegi. La pista se convirtió en sendero y posteriormente en zona rocosa que estaba bastante resbaladiza. Subimos un tramo y el último trepamos un poco hasta alcanzar un pequeño puerto que nos daba paso a llegar a la cruz.
Hasta que no la tuvimos prácticamente al lado, no la vimos. Es una gran cruz de hierro que de lejos parece un poste metálico de los que utiliza Iberdrola.
Hacía bastante viento, lo que motivó que siguieramos nuestro camino sin entretenernos en la cima. De cualquier forma no había manera de entretenerse ya no veíamos absolutamente nada, y eso que dicen que las vistas desde Marutegi son muy bonitas.
Desde allí nos desviamos un poco de la ruta trazada con intención de pasar por la cima de Baio.
En esta cima nos pasó otro tanto, estuvimos al lazo del buzón y vimos un cortado que nos imaginamos debía tener bastante caída, pero que no podíamos ver nada...............
Bajamos un poco más y ya en un bosque nos paramos a comer unos pocos frutos secos, algo de fruta fresca y beber un poco de agua.
A los pocos minutos estábamos nuevamente en marcha en dirección al Cromlech de Mendiluze.
Nos pasó lo mismo, hasta que no nos tropezamos con él no lo vimos.
Nos sacamos unas fotos, hubo alguién que se situó en el centro para recibir la energía vital de todos nuestros ancestros, otro que contó las piedras, etc., etc., y al cronista de turno se le olvidó leer una pequeña historia que tenía con respecto al cromlech y no tuvo mejor idea que leerla una hora más tarde, por lo que fue convenientemente abucheado.
Continuamos camino a través de unos rasos de pastos y de bosques de hayas que deben ser muy bonitos, ya que con la niebla que hacía podíamos haber estado en cualquier parte.
Pasamos por las bordas de Legaire y llegamos al puerto de Bikuña donde comenzamos a bajar hacia el pueblo. Desde el puerto empezamos a pisar barro de mala manera, no había forma de librarse de pisar un lodazal inmisericorde, hicieses lo que hicieses no te librabas del mismo.
Al final y con las botas, los pantalones y hasta las manos llenas de barro llegamos a la zona donde habíamos dejado el coche. Afortunadamente al lado había una fuente y con la ayuda de una rama, una esponja y lo que pudimos, nos fuimos quitando el barro de las botas y de los pantalones y por lo menos nos quedamos un poco más presentable.
Lo más rápidamente posible nos dirigimos al bar donde habíamos estado tomando café con intención de comer un menú del día, pero entre el tema del barro y demás se nos había hecho un poco tarde. Llegamos y todavía nos admitieron para comer y al final nuestro menú consistió en lo siguiente:
Teniendo en cuenta que era la víspera de San Sebastián y el que más y el que menos tenía algún festejo nocturno, la comida fue bastante frugal.
-Como primero ensalada mixta para todos.
-De segundos hubo un poco de todo, liba rebozada, redondo en salsa, etc. ,etc.
Algunos ibamos pensando en comer conejo, que habíamos visto anunciado, pero desgraciadamente ya no quedaba, por lo que nos quedamos un poco descolocados.
Todo lo anterior perfectamente regado con un tinto navarro, variedad tempranillo, que estaba bastante bien.
Después de los postres, café y un poco de agua bendita, nos pusimos en marcha con intención de llegar a casa cuanto antes, ya que todavía nos quedaba una larga jornada vespertina.
Al final ha sido una excursión agradable aunque no hayamos podido ver absolutamente nada.
Quedamos en que tenemos que repetir la excursión pero con sol.
Hemos comenzado a caminar desde la iglesia del pueblo de San Román sobre las 9 horas y terminado en el mismo sitio sobre las 14,30 horas.
El tiempo efectivo utilizado en el recorrido ha sido de unas 4 horas y 30 minutos, a una media de 3,5 kms./hora.
El tiempo dedicado a descansos, fotos, "hamaiketako", etc., ha sido de 1 hora, aproximádamente.
El desnivel acumulado tanto en ascenso como en descenso ha sido de unos 710 metros.
La longitud total del recorrido ha sido de 15,93 kilómetros.