Iniciando el ascenso.
Sendero en el bosque de encinas.
La gran pared.
El sendero se convierte en pista.
Al lado de una sima.
Seguimos en el bosque.
Formación de líquenes. ¿Euskadi tropical?
Ya en la parte superior de la sierra, preparándonos para el "hamaiketako".
Salimos al raso.
Una primera vista del valle.
¿Contemplando las vistas?
En la parte superior de la sierra.
Vistas de las paredes que conforman la sierra.
Vértice geodésico de Sartzaleta.
Foto de familia en la cima.
Una de las posibles salidas hacia el valle............., si tienes parapente.
La zona de los mirones.
Bonita pose.
Mirones en el mirador.
Otra panorámica del valle.
Buitre a la espera de su recompensa.
El mismo buitre un poco más desesperado al ver que su posible comida se escapaba.
Otra vista de los impresionantes farallones.
Naturaleza muerta.
Naturaleza viva.
Bajando por el barranco hacia el pueblo.
Charlando con Sancho Garcés.
El famoso castillo de Monjardin.
Fuente medieval en Villamayor de Monjardin.
El interior del recinto de la fuente.
Bonitos arcos en el recinto de la fuente.
Teniendo en cuenta que no teníamos respiro con la lluvia, decidimos buscar otros lugares fuera de nuestro hábitat natural. Entre que teníamos problemas para cambiar de día y que Iñaki nos ofreció una alternativa que nos pareció perfecta para evitar mojarnos........., quedamos de acuerdo para hacer una visita a la Sierra de Lokiz.
Quedamos citados en los lugares habituales y con poca provisión de pan, emprendimos camino hacia el pueblo de Ganuza, que es desde donde comenzábamos nuestra excursión.
El tiempo era bastante bueno, estaba nublado pero de vez en cuando aparecían algunos claros y eso nos alegraba.
Teniendo en cuenta que hasta cerca de Pamplona estaba lloviendo de manera persistente, el tiempo en esta zona era excelente.
Nos pusimos en marcha y desde el principio ya tuvimos problemas: Teníamos dos GPS's y los dos convencidos que teníamos introducida la misma ruta, pero..........., craso error. Cada uno teníamos una ruta distinta. Al cabo de unos pocos minutos nos dimos cuenta del problema.
No hicimos caso a uno de ellos y continuamos con las indicaciones del otro.
Comenzamos a subir por senderos y pistas de manera paralela a la sierra, es decir, en dirección noreste.
Poco a poco llegamos a la zona de acceso a su meseta por el Puerto de Muneta y desde allí comenzamos a salir del bosque a la zona despejada.
Las vistas eran muy bonitas y casi todo el terreno estaba repleto de boj, de encinas y de hayas, los arbustos eran abundantes, nos encontrábamos con lavanda, brezo, etc.
Por decisión unánime dejamos a un lado la ermita de San Damián y continuamos camino hacia el centro de la meseta para llegar al vértice geodésico de Sartzaleta. Posteriormente bordeamos los farallones mientras contemplábamos las vistas sobre los numerosos pueblos del valle, contemplando al fondo Estella y Montejurra, también podíamos ver el castillo de Monjardin (qué trabajo nos dio), etc., etc.
Continuamos camino entre los arbustos intentado elegir el mejor sendero hasta que llegamos al barranco cercano a la ermita de Santiago. La ruta nos llevaba hacia la ermita y posteriormente continuar camino hasta bajar por el otro extremo de la sierra, pero por decisión unánime comenzamos a bajar por el barranco en dirección al pueblo.
Se conoce que se había despertado el apetito. La verdad es que era una bajada bastante fea y resbaladiza, tenía mucha piedra suelta y resultaba fácil dar un mal paso. Llegamos a una pequeña cueva, que por supuesto la visitamos y continuamos bajando hasta llegar al pueblo.
Una vez en el coche recogimos los víveres, nos pusimos cómodos y nos dirigimos al lavadero para intentar comer algo, ya que todos teníamos bastante apetito.
Nuestro menú (aunque escaso en pan) consistió en lo siguiente:
-Bivalvos celtas a los aceites esenciales.
-Sardinillas pichardus en cama de carpaccio de olivas de Antequera.
-Paté de túnidos de los mares del norte.
-Finezza de testa de singularis porcus bretón.
-Carpaccio celta de lacón en salsa de grelos.
Todo lo anterior perfectamente regado con un blanco de la tierra, afrutado, con algo de aguja y en su mejor temperatura.
Para terminar pudimos degustar un caldo de uva tinta, de las tierras de Toro que denotaba su fuerza por los cuatro costados, además de poder paladear sabores tierra, vainilla, regaliz y algo de madera. Era redondo y su retrogusto extraordinario.
Para terminar tomamos café de termo acompañado con un poco de agua bendita.
Una vez recogida la basura y la zona, fuimos al pueblo de Villamayor de Monjardin con intención de tomar otro café, cosa que hicimos sin mayor dificultad.
Después de una visita turística al pueblo y a su famosa fuente medieval, nos pusimos en marcha con intención de volver a nuestros respectivos lugares de origen.
Hemos comenzado a caminar sobre las 8,30 horas y terminado en el mismo lugar de Ganuza a las 14 horas y 20 minutos.
Hemos empleado un tiempo efectivo de 4 horas y 30 minutos a una media de 3,5 kms./hora.
El tiempo dedicado a "hamaiketako", fotos, descansos, etc., ha sido de 1 hora y 20 minutos.
El desnivel total acumulado tanto en ascenso como en descenso ha sido de unos 620 metros.
La longitud total de la excursión ha sido de unos 16 kms.
Hemos comenzado a caminar sobre las 8,30 horas y terminado en el mismo lugar de Ganuza a las 14 horas y 20 minutos.
Hemos empleado un tiempo efectivo de 4 horas y 30 minutos a una media de 3,5 kms./hora.
El tiempo dedicado a "hamaiketako", fotos, descansos, etc., ha sido de 1 hora y 20 minutos.
El desnivel total acumulado tanto en ascenso como en descenso ha sido de unos 620 metros.
La longitud total de la excursión ha sido de unos 16 kms.
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