Karmelo en barrica.
Karmelo en botella.
Karmelo en cajas.
Vista de una parte del calado excavado en la piedra.
En una zona del calado charlando con la dueña.
Calles de Laguardia.
Carillón del ayuntamiento de Laguardia.
Otra zona de Laguardia.
Vista del castillo de Clavijo.
Para dejar constancia que hemos llegado a Clavijo.
Otra vista del castillo.
Contemplando nuestros latifundios.
Subiendo al castillo.
Cruz de Santiago y lugar desde donde saltó con su caballo.
El salto lo realizó hasta el monte de enfrente.
Ermita de la virgen de Villavieja en Nalda.
Escudo del pueblo medieval de Labraza.
Por las calles de Labraza.
Su monumental iglesia.
Antigua entrada principal.
Más calles de Labraza.
Vista general al entrar en Labraza.
Ermita de Ntra. Sra. de La Piedad. Es la única ermita a cuya propietaria le traen el pan todos los días.
Iglesia del Santo Sepulcro de Baños del Río.
Cúpula de la iglesia con doble arco.
La dueña del dinero.
Vista general de la iglesia de Eunate.
Panorámica del altar y la virgen.
Otra vista.
Plaza principal de Eneritz.
Monumento a............
Recuerdos de Rafa.
Monumento al Camino de Santiago.
Iglesia del Santo Sepulcro de Baños del Río.
Cúpula de la iglesia con doble arco.
La dueña del dinero.
Vista general de la iglesia de Eunate.
Panorámica del altar y la virgen.
Otra vista.
Plaza principal de Eneritz.
Monumento a............
Recuerdos de Rafa.
Monumento al Camino de Santiago.
Tal y como estaba previsto partimos de Donostia el día 15 sobre las 9 horas, con intención de llegar a San Vicente de la Sonsierra donde teníamos concertada una visita guiada a una afamada bodega.
Después de una parada por el camino para tomar un café y engañar a la próstata, llegamos al pueblo citado y sin más dilación nos afanamos en preguntar por el lugar dónde se encontraba nuestra bodega, que para el caso se trataba de la bodega Antigua Usanza.
Con todo este jaleo, se me olvidaba comentar que durante el viaje hasta San Vicente, Rafa sacó un GPS para el coche y lo instaló, para gozo, "chufla" y cachondeo del resto del pasaje.
La verdad que el "Tom Tom" funciona muy bien, está muy actualizado e indica perfectamente todo lo que hay que hacer, otra cosa es que no se le haga ningún caso y entonces te puede volver loco, no solo al conductor sino a todos. Esto es lo que ocurría habitualmente. Pasa lo mismo que con el GPS de monte, que siempre nos empeñamos en hacerle en menor caso posible.
Pero bueno, al final le hemos cogido cariño e incluso le hemos bautizado con el nombre de "Martita".
Para llegar a la bodega no nos sirvió de mucho el GPS y tuvimos que preguntar varias veces, hasta que al final conseguimos localizarla.
Como previamente Rafa se había molestado en avisar para decirles lo que pretendíamos, nos atendieron muy bien y nos acompañaron por toda la bodega para explicarnos los diferentes procedimientos que utilizaban para la fermentación, maduración, trasiego, conservación, clarificación, crianza, embotellado, etiquetado, etc., etc.
Todo muy interesante, instructivo y bonito pero lo que más nos sorprendió fue el calado que tenía la bodega. Era impresionante, ya que habían excavado en roca unos 300 metros, lo que había supuesto un gran esfuerzo y trabajo.
La señora que nos acompañó (por lo que dijo suponemos era la esposa del dueño) nos invitó a degustar un blanco con crianza y posteriormente uno de sus tintos de crianza, todo ello acompañado con un poco de chorizo, salchichón, cacahuetes, patatas, etc.
Todo perfecto y con gran detalle, no quiso cobrarnos nada por la visita y al final compramos una caja de crianza BAU y una botella de un reserva 2.004 etiquetado como Carmelo.
Después de una parada por el camino para tomar un café y engañar a la próstata, llegamos al pueblo citado y sin más dilación nos afanamos en preguntar por el lugar dónde se encontraba nuestra bodega, que para el caso se trataba de la bodega Antigua Usanza.
Con todo este jaleo, se me olvidaba comentar que durante el viaje hasta San Vicente, Rafa sacó un GPS para el coche y lo instaló, para gozo, "chufla" y cachondeo del resto del pasaje.
La verdad que el "Tom Tom" funciona muy bien, está muy actualizado e indica perfectamente todo lo que hay que hacer, otra cosa es que no se le haga ningún caso y entonces te puede volver loco, no solo al conductor sino a todos. Esto es lo que ocurría habitualmente. Pasa lo mismo que con el GPS de monte, que siempre nos empeñamos en hacerle en menor caso posible.
Pero bueno, al final le hemos cogido cariño e incluso le hemos bautizado con el nombre de "Martita".
Para llegar a la bodega no nos sirvió de mucho el GPS y tuvimos que preguntar varias veces, hasta que al final conseguimos localizarla.
Como previamente Rafa se había molestado en avisar para decirles lo que pretendíamos, nos atendieron muy bien y nos acompañaron por toda la bodega para explicarnos los diferentes procedimientos que utilizaban para la fermentación, maduración, trasiego, conservación, clarificación, crianza, embotellado, etiquetado, etc., etc.
Todo muy interesante, instructivo y bonito pero lo que más nos sorprendió fue el calado que tenía la bodega. Era impresionante, ya que habían excavado en roca unos 300 metros, lo que había supuesto un gran esfuerzo y trabajo.
La señora que nos acompañó (por lo que dijo suponemos era la esposa del dueño) nos invitó a degustar un blanco con crianza y posteriormente uno de sus tintos de crianza, todo ello acompañado con un poco de chorizo, salchichón, cacahuetes, patatas, etc.
Todo perfecto y con gran detalle, no quiso cobrarnos nada por la visita y al final compramos una caja de crianza BAU y una botella de un reserva 2.004 etiquetado como Carmelo.
En un principio y ateniéndonos al nombre del vino "Viña Carmelo" , estuvimos tentados en comprar una botella para regalarle al susodicho dueño del nombre, pero en vista del precio de la botella desestimamos la moción y optamos por apuntar su nombre y número de teléfono en un cartel donde se ofrecían cuadrillas para vendimiar, con la esperanza que le llamen y de esta manera pueda ahorrarse el precio del curso de "Pilates", que buena falta le hace.
Desde allí nos dirigimos a comer para posteriormente llegar a Laguardia y dar una vuelta por el pueblo.
Desde allí nos dirigimos a comer para posteriormente llegar a Laguardia y dar una vuelta por el pueblo.
Nos sentamos en una terraza a tomar café, justo al lado del carillón del ayuntamiento y así aprovechar el momento en que se puso en funcionamiento y salieron los "dantzaris" a amenizarnos la velada.
Después de la visita por Laguardia decidimos dirigirnos a Clavijo que es donde teníamos reservada la casa rural.
Estuvimos comentando a qué nos recordaba la famosa batalla de Clavijo y había opiniones para todos los gustos, pero una vez más Rafa sabía la respuesta al decir que se trataba de una mítica batalla de Santiago contra los moros, en la que al final saltó de un monte a otro con su caballo y en el salto perdió una herradura (el caballo, no Santiago), por lo que hay una gran cruz de Santiago al lado del castillo y otra cruz en lo alto del otro monte. Dicen que una de las cruces está hecha con parte del hierro de la herradura.
En vista de todo ello no tuvimos mas remedio que subir a las ruinas del castillo de Clavijo para contemplar "in situ" las hazañas de Santiago y los vestigios de sus aventuras.
Después de bajar del castillo llamamos a la dueña de la casa rural para decirle que habíamos llegado y a los pocos minutos hizo acto de presencia.
Al vernos, lo primero que hizo fue comentarnos que en la casa todas las habitaciones eran con cama de matrimonio y después nos sonrió. No sabemos muy bien si esa era una sonrisa cómplice (pensando que eramos dos parejas) o por el contrario, era una sonrisa de cachondeo.
Después de aclarar los posibles equívocos y de un poco más de cachondeo, no conseguimos nada ya que no tenía cuatro habitaciones disponibles. El comentario posterior fue que ella daba por supuesto que eramos dos parejas y que nosotros tampoco le preguntamos nada, dando por supuesto que eran habitaciones de dos camas. Total, que al final nos ayudó en localizar otra casa rural en los alrededores que tuviese habitaciones libres, de dos camas.
Al final encontramos una en el pueblo de Nalda y allí nos dirigimos. Al llegar nos acogieron muy bien y nos enseñaron las habitaciones, les explicamos lo sucedido y continuamos haciendo risas.
Tomamos una cerveza en un bar del pueblo y después de constatar que allí no podríamos cenar, no tuvimos más remedio que dirigirnos a Albelda, ya que de lo contrario no cenábamos.
Nos recomendaron el Mesón Don Cosme y una vez en Albelda y después de preguntar por el mesón a varias personas, conseguimos llegar.
Después de la visita por Laguardia decidimos dirigirnos a Clavijo que es donde teníamos reservada la casa rural.
Estuvimos comentando a qué nos recordaba la famosa batalla de Clavijo y había opiniones para todos los gustos, pero una vez más Rafa sabía la respuesta al decir que se trataba de una mítica batalla de Santiago contra los moros, en la que al final saltó de un monte a otro con su caballo y en el salto perdió una herradura (el caballo, no Santiago), por lo que hay una gran cruz de Santiago al lado del castillo y otra cruz en lo alto del otro monte. Dicen que una de las cruces está hecha con parte del hierro de la herradura.
En vista de todo ello no tuvimos mas remedio que subir a las ruinas del castillo de Clavijo para contemplar "in situ" las hazañas de Santiago y los vestigios de sus aventuras.
Después de bajar del castillo llamamos a la dueña de la casa rural para decirle que habíamos llegado y a los pocos minutos hizo acto de presencia.
Al vernos, lo primero que hizo fue comentarnos que en la casa todas las habitaciones eran con cama de matrimonio y después nos sonrió. No sabemos muy bien si esa era una sonrisa cómplice (pensando que eramos dos parejas) o por el contrario, era una sonrisa de cachondeo.
Después de aclarar los posibles equívocos y de un poco más de cachondeo, no conseguimos nada ya que no tenía cuatro habitaciones disponibles. El comentario posterior fue que ella daba por supuesto que eramos dos parejas y que nosotros tampoco le preguntamos nada, dando por supuesto que eran habitaciones de dos camas. Total, que al final nos ayudó en localizar otra casa rural en los alrededores que tuviese habitaciones libres, de dos camas.
Al final encontramos una en el pueblo de Nalda y allí nos dirigimos. Al llegar nos acogieron muy bien y nos enseñaron las habitaciones, les explicamos lo sucedido y continuamos haciendo risas.
Tomamos una cerveza en un bar del pueblo y después de constatar que allí no podríamos cenar, no tuvimos más remedio que dirigirnos a Albelda, ya que de lo contrario no cenábamos.
Nos recomendaron el Mesón Don Cosme y una vez en Albelda y después de preguntar por el mesón a varias personas, conseguimos llegar.
Desde luego, "Martita" no nos ayudaba nada en estas situaciones.
Una vez sentados decidimos que queríamos comida riojana, por lo que después de pedir un par de entrantes para todos que se tradujo en unos pimientos de Tricio y un revuelto de setas, pedimos unos 10 € de chuletillas de cordero en varias fuentes.
Perfectamente cenados, conseguimos volver hasta donde teníamos aparcado el coche y con un poco más de esfuerzo, volvimos al pueblo de Nalda.
Solo había un bar abierto y además tenía mesas fuera, por lo que aprovechamos la buena temperatura de la noche para sentarnos y disfrutar de un calmante vitaminado, antes de irnos a dormir.
Después de una plácida noche, solo interrumpida por los diferentes viajes al WC para vaciar la vejiga, nos levantamos y como nos dijeron que el desayuno no lo servían hasta las 9,30 horas, nos dirigimos hacia la ermita de la Virgen de Villavieja, para hacer un poco de tiempo y aprovechar y conocer un poco más el pueblo.
Volvimos a la casa y nos tenían preparado un buen desayuno a base de:
Pan tostado, aceite, tomate casero, jamón york, serrano, mantequilla, mermelada, café, zumo de naranja, etc., etc.
Todo ello muy apetitoso y suficiente.
Después de pagar la cuenta nos pusimos en marcha dirección a un pueblo medieval que se llama Labraza y que pertenece al territorio histórico de Araba. Una vez allí lo visitamos con agrado ya que estaba muy bien conservado y era muy bonito.
Una vez sentados decidimos que queríamos comida riojana, por lo que después de pedir un par de entrantes para todos que se tradujo en unos pimientos de Tricio y un revuelto de setas, pedimos unos 10 € de chuletillas de cordero en varias fuentes.
Perfectamente cenados, conseguimos volver hasta donde teníamos aparcado el coche y con un poco más de esfuerzo, volvimos al pueblo de Nalda.
Solo había un bar abierto y además tenía mesas fuera, por lo que aprovechamos la buena temperatura de la noche para sentarnos y disfrutar de un calmante vitaminado, antes de irnos a dormir.
Después de una plácida noche, solo interrumpida por los diferentes viajes al WC para vaciar la vejiga, nos levantamos y como nos dijeron que el desayuno no lo servían hasta las 9,30 horas, nos dirigimos hacia la ermita de la Virgen de Villavieja, para hacer un poco de tiempo y aprovechar y conocer un poco más el pueblo.
Volvimos a la casa y nos tenían preparado un buen desayuno a base de:
Pan tostado, aceite, tomate casero, jamón york, serrano, mantequilla, mermelada, café, zumo de naranja, etc., etc.
Todo ello muy apetitoso y suficiente.
Después de pagar la cuenta nos pusimos en marcha dirección a un pueblo medieval que se llama Labraza y que pertenece al territorio histórico de Araba. Una vez allí lo visitamos con agrado ya que estaba muy bien conservado y era muy bonito.
Pena que no pudimos entrar a la iglesia porque estaba cerrada y no encontramos a la persona que tenía la llave y que habitualmente suele dedicarse a enseñarla.
El famoso Urbano.
Después de esta agradable visita nos dirigimos hacia Torres del Río (Navarra) para visitar su famosa iglesia del Santo Sepulcro que tiene una planta octogonal y es parecida a la de Eunate, e incluso se piensa que fue un encargo de los mismos, es decir, de los templarios. Es más importante que la de Eunate y también está construida con más detalle y mejor ya que en su cúpula tiene dos arcos en lugar de uno y está bastante llena de relieves jacetanos, así como de relieves en muchos capiteles. Debe de ser mejor ya que nos cobraron un euro a cada uno para poder entrar, pero a cambio del dinero nos regalaron un folleto explicativo.
Después de esta agradable visita nos dirigimos hacia Torres del Río (Navarra) para visitar su famosa iglesia del Santo Sepulcro que tiene una planta octogonal y es parecida a la de Eunate, e incluso se piensa que fue un encargo de los mismos, es decir, de los templarios. Es más importante que la de Eunate y también está construida con más detalle y mejor ya que en su cúpula tiene dos arcos en lugar de uno y está bastante llena de relieves jacetanos, así como de relieves en muchos capiteles. Debe de ser mejor ya que nos cobraron un euro a cada uno para poder entrar, pero a cambio del dinero nos regalaron un folleto explicativo.
Para poder cerciorarnos y tener elementos de comparación recientes paramos en Eunate y estuvimos contemplando todo su románico, llegando a la conclusión que la de Torres del Río es más completa.
Desde allí nos dirigimos a Eneriz y después de comer en un bar del pueblo, nos pusimos en marcha en dirección a Obanos con intención de comprobar el estado de las propiedades de Pedro.
Una vez comprobado el tema, decidimos ponernos en marcha dirección Donostia, no sin antes tomar un café por el camino.
Con la amabilidad que caracteriza a Rafa nos fue depositando a cada uno en sus respectivos domicilios, con lo que dimos por finalizada esta bonita excursión.
Desde allí nos dirigimos a Eneriz y después de comer en un bar del pueblo, nos pusimos en marcha en dirección a Obanos con intención de comprobar el estado de las propiedades de Pedro.
Una vez comprobado el tema, decidimos ponernos en marcha dirección Donostia, no sin antes tomar un café por el camino.
Con la amabilidad que caracteriza a Rafa nos fue depositando a cada uno en sus respectivos domicilios, con lo que dimos por finalizada esta bonita excursión.
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