Foto de familia.

Foto de familia.
Ascensión a La Aguja Letour. Alpes franceses.

miércoles, 25 de enero de 2012

(20120125) Asteasu-Larraul-Zelatun-Bidegoain.

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Esperando el autobús en Villabona.

Comenzamos a subir entre niebla.

Los primeros obstáculos.

La niebla se queda en el valle.

Un poco más abajo.

Abunda por la zona Norte.

Todavía no acaba de despejar.

Senderos entre bosque y barro.

En el collado de Irumugarrieta.

Contemplando el mojón.

Parte final de la ascensión.

Dificultades.

Cuesta y piedras.

Una de las cruces de Ernio.

Más cruces.

Comienzo de la bajada.

El macizo de Ernio.

Bordas de Zelatun.

Valle y pueblo de Errezil.

Otra panorámica de Errezil.

Camino Santiago hacia Bidania.

En Bidegoian.

La travesía realizada hoy no es la que teníamos prevista pero diferentes acontecimientos han convertido la prevista en la que hemos realizado hoy. La primera intención era salir de Asteasu para subir a Ernio, después bajar a Zelatun y desde allí bordeando el macizo llegar a Mendikute para posteriormente bajar a Hernialde y acabar en Anoeta.

Uno de los miembros del grupo ha hecho variar la travesía debido a molestias "belauniculares" motivadas por las reminiscencias del encontronazo con la ginecóloga vizcaína.

En la última parte del recorrido, es decir, desde Irumugarrieta, el susodicho ha manifestado su intención de seguir directamente a Zelatun para evitarse la bajada entre piedras y no exponer más su maltrecha rodilla. El resto de componentes han seguido hasta las cruces y posteriormente nos hemos reunido todos bajando por la zona del camino de Santiago a Bidania.

Desde allí y en lugar de continuar hacia Anoeta hemos bajado a Trintxera y al estar cerrado no hemos tenido más remedio que seguir hasta Bidegoian.

Ya hemos comenzado el día un poco "cruzados" con los horarios de los autobuses a Asteasu, ya que según Lurraldebus tienen un horario y unas paradas y según TSST tienen otras distintas.

Nuestra recomendación es que Lurraldebus debiera modificar y hacer un poco más amigable su página "web" de horarios y líneas.

Al final cogimos un autobús en la Avenida de la Libertad que nos dejó en Villabona y después de esperar unos minutos hemos cogido otro que nos ha llevado a Asteasu. Todo esto nos ha costado una hora, aproximádamente.

Hacia frío y la niebla estaba metida en los valles, pero no nos ha importado y hemos comenzado a andar en dirección a nuestro destino previamente fijado.

Después de todas las aventuras descritas anteriormente, disfrutar de las nieblas en los valles, del cielo despejado en las alturas y del paisaje, hemos llegado a Trintxera con intención de quedarnos a comer y esperar algún autobús. Desgraciadamente estaba cerrado y además tiene aspecto de que no lo van a volver a abrir.

¡Una pena!

En vista del tema hemos seguido por la carretera hasta llegar a Bidegoian y mientras tanto hemos contactado para averiguar que posibilidades de transporte teníamos y casualmente salía un autobús dirección Tolosa a las 15 horas y 35 minutos.

Hemos conseguido llegar cinco minutos antes y después de un breve trayecto hemos llegado a Tolosa. Un miembro del grupo tenía prisa y se ha dirigido al tren, el resto ha intentado comer algo antes de volver a casa y ha tenido suerte ya que en un bar nos han atendido amablemente y nos han dado muy bien de comer:

-Ensaladilla rusa, garbanzos o vainas.

-Sardinas fritas, costilla de ternera o conejo al horno.

-Postres caseros y para terminar café y un poco de agua bendita.

Todo lo anterior perfectamente regado con un caldo de nombre "Los señores" o algo así.

Con el estomago más lleno que antes y con un poco más de calor en el cuerpo nos hemos dirigido hacia la estación del tren con intención de volver a nuestros respectivos domicilios.

Ha sido un día muy bonito a pesar de los problemas acaecidos.


Hemos comenzado a andar en Asteasu sobre las 9 horas y 15 minutos y terminado en Bidegoian sobre las 15 horas 30 minutos.
El tiempo efectivo utilizado en la travesía ha sido unas 4 horas y 40 minutos, a una media de 3 kms./hora.
El tiempo dedicado a fotos, descansos, "hamaiketako", etc., ha sido de 1 hora y 25 minutos.
El desnivel total acumulado en ascenso ha sido de unos 800 metros y en descenso de unos 400 metros.
La longitud total de la travesía ha sido de unos 14,3 kms.

miércoles, 18 de enero de 2012

(20120118) Zestoa-Aizarna-Sta. Engrazi-Zestoa.

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Según iniciamos la subida vemos Izarraitz sobre un manto de nubes.

Seguimos subiendo con frío y niebla.

Llegamos a un humilladero donde nos quitamos algo de ropa.

A la vista Aizarna.

Estamos llegando.

No se ve un alma en el pueblo.

Lavadero antiguo de Aizarna.

Bosque de alerces al lado del camino.

Continuamos sendero y ya empezamos a tocar barro.

Comienzan las dificultades.

Llegando a un caserío viejo.

Izarraitz al fondo y unos amiguitos pastando.

La hora del "hamaiketako".

Comienzan las dificultades con los vadeos.

¿Nos mojaremos?

¿Alguien apuesta?

Seguimos vadeando.

Ermita de Santa Engrazi.

Altar mayor.

Curioseando por la ermita.

Vista desde dentro.

Foto de familia fuera de la ermita.

Por el momento hemos dejado los senderos embarrados.

Al fondo podemos contemplar la costa.

Unos amiguitos nos saludan al pasar a su lado.

Vemos nuevamente Zestoa y ya nos falta poco.

Pequeña ermita al llegar a Zestoa.

Con la ausencia de un miembro del grupo debido a motivos psico-sanitarios, optamos por realizar esta excursión que discurre por las proximidades del valle del Urola, concretamente por Aizarna y el valle del Altzolaras, afluente del Granada que a su vez desemboca en el Urola a la altura de Aizarnazabal. Después de dejar el Altzolaras llegamos a Sta. Engrazi para posteriormente volver a Zestoa.
Para hacer todo lo anterior cogimos el autobús de La Guipuzcoana a Azkotia que nos dejó en Zestoa sobre las 8 horas y 10 minutos de la mañana. Todavía no había amanecido del todo, por lo que después de abrigarnos bien, dar unas cuantas vueltas para localizar el punto de inicio, despistarnos un par de veces, retroceder otras dos...........,comenzamos a subir por la zona del Camino de San Juan que en poco tiempo nos llevó a un caserío en el que nos recibieron un conjunto muy armonioso de gansos que al son de sus trompetas nos amenizaron el camino durante un buen rato.
Según subíamos podíamos apreciar la mole del macizo de Izarraitz envuelto en nubes y al llegar al collado nos paramos unos minutos en el humilladero con intención de aligerarnos un poco de ropa y beber algo de agua. Poco a poco comenzamos a bajar hacia el pueblo de Aizarna.
Todos los "zelais" estaban blancos de la helada y en los alrededores del pueblo no se veía a nadie, por lo que parecía un pueblo desierto o que todo el mundo estaba durmiendo.
Pasamos el pueblo y nos dirigimos hacia la zona de Errota txiki donde íbamos a tener el primer encuentro con el río Altzolaras. En un primer momento y al llegar a los caseríos de Errota txiki, lo primero fue un gran recibimiento por una buena cuadrilla de perros que afortunadamente estaban atados. Estos no paraban de ladrar y con objeto que se callasen el "nagusi" comenzó a jurar en hebreo, a bajar santos del cielo y a repartir hostias como si fuesen canapés de foi-gras de tapa negra. Tengo dudas sobre quién imponía más: La jauría de perros o el "nagusi" con su "makila".
Sin mas impedimentos conseguimos pasar entre los caseríos, los perros, el "nagusi", etc. y nos dirigimos en dirección contraria a la corriente del río. Desafortunadamente para nosotros el camino vadeaba el río varias veces y afortunadamente en esos momentos no llevaba excesiva agua, por lo que las dificultades del vadeo eran importantes pero no tanto. Al final tuvimos que cruzar el río unas cuatro veces pero yo creo que podíamos haber evitado un par de cruces, pero como siempre, nos puede la impaciencia.
Después de los vadeos tipo porteadores en el Niger, comenzamos a subir nuevamente en senderos con bastante barro que hacían dificultoso y sucio el proseguir camino.
Cerca de la zona de Altzola abandonamos el río para cambiar de dirección y dirigirnos hacia la ermita de Sta. Engrazi. Una vez allí nos sacamos las fotos de rigor y estuvimos curioseando un poco por la ermita, con su gran campana, las cadenas de la injusticia y su precioso entorno con magníficas vistas.
Desde allí volvimos a bajar para retomar nuestro sendero y al poco rato comprobamos que no había grandes indicaciones por el camino, por lo que optamos por seguir el "track" que teníamos, pero no estaba muy claro ya que nos metía en zonas de bastante zarzal, que posiblemente podríamos habernos evitado, pero como siempre comentamos: "Es el punto de aventura de la excursión".
Al final salimos de allí y retomamos un sendero cementado que nos condujo al camino inicial, es decir, al famoso Camino de San Juan.
Un poco antes de llegar a juntarnos con el camino citado, nos salieron al paso unos diez perros de caza, tipo "setter", como locos, ladrando y con intenciones poco amistosas. El dueño o adiestrador o lo que fuera, se quedó mirando desde la "txabola" de los perros y nosotros a punto estuvimos de pegarles con los bastones, ya que parecía que tenían todo el interés del mundo en modernos. Y a todo esto, el dueño, adiestrador, "gilipollas" o lo que fuese, mirando desde arriba como si la bronca no fuese con él.
!En fin, tiene que haber de todo en este mundo para que podamos comparar¡.
Después de todo esto conseguimos llegar a Zestoa y nuestra primera intención fue buscar un sitio donde nos dieran de comer, pero también nos costó lo nuestro. En los lugares habituales ya no tenían comedor y solo era bar, en otro sitio que sí tenía comedor no le pareció oportuno darnos de comer porque según ellos era tarde. Al final encontramos un sitio a las afueras del pueblo y cerca de la gasolinera, donde un par de chicas muy simpáticas y amables nos sirvieron un menú muy agradable y abundante:
-Como entrantes y sin que pidiésemos nada nos sacaron una sopa de verduras, patatas a la riojana y una buena fuente de garbanzos.
!Barra libre¡ Estaba todo muy rico.
Como segundo pudimos elegir, pero al final todos nos inclinamos por un "guisote" de ternera que estaba bastante bien aunque un poco salado.
De postre flanes y yogures, para después acabar con café y un poco de agua bendita color caramelo.
Todo lo anterior perfectamente regado con un caldo portugués que estaba bastante bien, por lo que no hubo necesidad de utilizar mucha gaseosa.
Una vez descansados y con la tripa llena, nos dirigimos hacia la parada del autobús para coger el que nos llevase de vuelta a nuestros respectivos domicilios.
Bonita excursión con diferentes alternativas, con frío, con ríos, con animales de todo tipo y con una compañía formidable.

Hemos comenzado a andar en el centro del pueblo de Zestoa sobre las 8,15 horas y terminado en el mismo sitio sobre las 14,50 horas.
El tiempo efectivo dedicado a la excursión ha sido de 5 horas y 20 minutos, a una media de 3,6 Kms./hora.
El tiempo dedicado a descansos, fotos, "hamaiketako", visitas culturales, etc., ha sido de 1 hora y 15 minutos.
El desnivel total acumulado, tanto en ascenso como en descenso ha sido de unos 900 metros.
La longitud total del recorrido ha sido de 19,5 kms.