Comenzamos la subida.
Espada clavada como Excalibur y monolito.
Esta excursión no entraba en nuestros planes. Teníamos previsto realizar una vuelta por la zona de Altsasu, por lo que quedamos citados a la hora habitual y en los lugares habituales. ¿Hay alguna duda sobre las horas o lugares habituales? !Ah¡ !Por si acaso¡
Desde el momento que salimos no dejó de llover y claro, el tema no es puntual sino que llevamos semanas y semanas con la misma historia. Pasamos por Etxegarate y el panorama no mejoraba en absoluto, por lo que decidimos seguir dirección sur hasta encontrar un lugar en el que por lo menos no lloviese y si hacía falta llegar hasta la Sierra de Cazorla,.....................
Al final decidimos pasar por el Alto de Lizarraga y llegar a Estella con intención de dar una vuelta por Montejurra ya que hacía tiempo habíamos comentado el tema. Llegamos y nos dimos cuenta que no llovía, aunque el sol estaba ausente. Nos dirigimos a Iratxe y después de tomar un café en un hotel preguntamos por el inicio del sendero y nos dirigimos hacia una zona cercana al campo de fútbol donde aparcamos y nos dispusimos a iniciar la subida. Esta vez no teníamos ninguna ruta ni nada parecido en el GPS, por lo que hicimos el recorrido a la antigua y con abundante niebla.
El camino era evidente aunque no había nada que indicase que era la subida a Montejurra, había indicadores sobre la ermita de San Cipriano y algunos otros, pero no sabíamos que esta ermita estaba al lado de la cima.
Como otro monte no podía ser, vimos que el sendero seguía por una especie de vaguada y pronto comenzamos a ver unos monolitos que hacían de vía crucis y cada uno tenía inscripciones relativas a tercios y demás, por lo que desaparecieron todas nuestras dudas. Continuamos subiendo y a decir verdad la subida no ofrece ningún descanso, ni tan siquiera un falso llano. Por un sendero evidente y lleno de piedras sueltas llegamos a la ermita de San Cipriano. Al lado tiene una especie de refugio libre y un poco más arriba un altar de considerables dimensiones con un buen crucifijo. Bordeamos el altar y continuamos subiendo y trepando un poco hasta llegar a la zona de los buzones, donde también se encuentra una especie de espada clavada al modo de Excalibur. No tratamos de sacarla de su sitio no sea que alguno lo hubiese conseguido y después se encuentra en la obligación de cumplir alguna promesa de esas raras. La dejamos en su sitio para otros más intrépidos.
Como es habitual en las últimas semanas, el panorama lo dábamos por supuesto ya que la intensa niebla no nos dejaba ver absolutamente nada. Continuamos por un sendero cimero hasta llegar a otras dos cimas, una con un vértice geodésico y otra con unas antenas de buen tamaño.
Desde allí y con intención de no bajar por el mismo sitio, comenzamos a aventurarnos por la pista de servicio para posteriormente poder bajar hacia la carretera y volver sin grandes dificultades al punto de inicio. Guiándonos por nuestro olfato montañero y por los mapas, conseguimos hacer lo que pretendíamos a pesar de la niebla. La pista se puede evitar atajando por senderos que la van cruzando, pero estábamos en plan gandul y la recorrimos toda hasta llegar a un cruce con el camino de Santiago que lo seguimos en dirección contraria hasta llegar al punto de inicio y lugar donde teníamos el vehículo.
En vista que era temprano decidimos aproximarnos a nuestro punto de origen y pararnos a comer en la Benta de Lizarraga, donde hemos estado otras veces y a satisfacción.
Llegamos a una hora prudencial y nos atendieron cordialmente, como siempre. Nos obsequiaron con lo siguiente:
- Ensaladillas ukranianas y potxas para un miembro de Laukoak hambriento.
- Como segundos: Conejo en salsa, filete y solomillo de cerdo a la plancha.
Varios postres y cafés. Lo anterior estuvo regado con un caldo de la afamada bodega Gómez Aguirre, especialista en taninos y fermentación carbónica.
La comida mensual del día anterior había pasado factura. Sobró vino, faltó gaseosa y no pedimos agua bendita. !Nos estamos haciendo mayores¡
Después de una agradable comida y posterior sobremesa, nos pusimos en camino a nuestros respectivos domicilios después de haber pasado otro día agradable.
Hemos comenzado a andar al lado de la carretera A-12 en Aiegi sobre las 9 horas y 25 minutos y terminado en el mismo sitio sobre las 12 horas y 45 minutos.
El tiempo efectivo utilizado en realizar el recorrido ha sido de 2 horas y 45 minutos, a una media de 3,2 kms./hora.
El tiempo dedicado a fotos, observación de vía crucis, altar, cimas, etc., ha sido de unos 45 minutos.
El desnivel total acumulado tanto en ascenso como en descenso ha sido de unos 525 metros.
La longitud total del recorrido ha sido de unos 8,7 kms.
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