Esta crónica pertenece a aquella parte que no está recogida en las diferentes etapas de la travesía de Estels del Sud. Comenzamos el viaje el día 21 de Junio con intención de llegar a Beseit tranquilamente y hacer algo de turismo. Dimos una vuelta por Valderrobres (donde comimos) y por la tarde llegamos a Beseit.
Gran panel con los pueblos de la zona.
Parte del antiguo castillo.
Entrada principal a la iglesia.
Espadaña a la entrada del pueblo de Beseit.
Después de acomodarnos en la CR inicio de nuestra travesía (Fábrica de Solfa) que es una antigua fábrica de papel, comenzamos a documentarnos del estado del río Matarraña y las diferentes posibilidades que teníamos de hacer la etapa. De manera convencional (por el río), evitando parte del río a través del paso de Romaret (vía ferrata), utilizando la alternativa de la GR 8 (larga y tranquila) u otro camino que ya sabíamos y que nos llevaba a las Molets d'Arany.
Después de comentar con Alberto (jefe de la Fábrica de Solfa y alma mater de la travesía) y debido al nivel de agua en las diferentes pozas del río, nos recomendó que fuésemos por la ruta alternativa de Molets d'Arany. Como esta alternativa nos impedía recorrer la zona del Parrissal, pensamos que el último día podríamos hacer este tramo hasta la zona más lejana que pudiésemos. Eso hicimos. El día siguiente a la última etapa recorrimos la pista en coche y desde casi la desviación que tomamos el primer día continuamos río arriba hasta un poco más adelante de la zona del paso de Romaret.
Lo cierto es que lo disfrutamos.
En este punto nos desviamos el primer día.
Poniéndonos al día con un panel explicativo.
Explicaba temas sobre las antiguas minas de carbón.
Las aguas limpias.
Algo paso que otro para mojarse.
Seguimos por pasarelas.
Nos ayuda una sirga en alguna trepada.
Pero continuamos con pasarelas.
La zona es muy bonita.
¿Nos mojaremos?
¿Quién apuesta?
Puede haber premio.
Salimos del primer envite.
Todavía no.
¿Alguien da más?
Cada vez es más bonito.
Es un pequeño cañón.
Más pasarelas.
Seguimos apostando.
Contando peces.
Se estrecha.
Pequeño sendero en la ribera.
Poza apropiada para el baño.
El trabajo con las pasarelas es importante.
Las rocas dificultan el avance.
Cada vez se hace más costoso el avance.
Paredes del cañón.
Se estrecha más.
Seguimos a lo nuestro.
Comienza a ser difícil el avance.
Hay pequeñas torrenteras de agua.
Seguimos un poco más.
Contemplando las paredes.
No sin dificultades.
Otro paso.
Casi en el punto de inicio.
Contando peces.
Contando troncos.
Pared con pinturas rupestres.
Poniendo en riesgo su integridad.
A partir de este punto y después de satisfacer nuestra curiosidad con el Parrissal, decidimos dirigirnos a Morella para hacer un poco de turismo.
Parte de las murallas.
Otro detalle.
Probando un poco del vino de la zona y algo de cecina.
Bonitos soportales.
Entrada principal de la iglesia.
Claustro del convento de San Francisco.
Seguimos subiendo hacia la zona más alta del castillo.
Murallas reconstruidas.
Y seguimos.
Entrada a la Plaza de Armas.
Detalle de la Plaza de Armas en la parte más elevada del castillo.
Otra vista.
Saetero defensivo.
Plaza de toros del pueblo.
Foto de familia en la Plaza de Armas.
Detalle de la entrada.
Comenzamos la bajada.
Al final y después de la visita turística a Morella y de realizar las consabidas compras, nos dispusimos a buscar algún sitio para poder cenar, cosa que hicimos sin mayores problemas. Aprovechando que en la zona se celebraba una especie de degustación de tapas por los diferentes restaurantes del pueblo, aprovechamos la oportunidad y nos dispusimos a probar una de las opciones que consistió en lo siguiente:
-Paquetitos de salmón con cebollino y huevas.
-Crujiente de sardinas.
-Croquetas de merluza a las finas hierbas.
-Txipirones encebollados. (Se trataba de lo que conocemos como "puntillas" con un encebollado bastante caldoso).
-Medallitas de solomillo de cerdo en cama de patata y salsa.........
-Un postre que estaba bastante bien y todo lo anterior regado con un vino de la tierra que estaba en su punto.
Seguro que algún plato se me olvida pero en este momento no me acuerdo de más.
Después de dormir en un hostal del pueblo, al día siguiente temprano nos pusimos en marcha a nuestros respectivos domicilios.
Este travesía completa tiene 111,3 kms. de longitud y 4.492 metros de desnivel acumulado tanto en ascenso como en descenso.
La travesía la hemos realizado en cinco etapas que están descritas una a una.
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