Una buena amiga por el camino.
Una parada para captar pequeños detalles.
Iniciando relación con fines................,culinarios.
Esto es perilla y no lo de Juanma.
Las nubes no nos dejan.
Bebiendo de una curiosa fuente.
Por aquí pasó el tractor y el camión forestal.
Algo de vistas, si ponemos empeño.
Por lo menos este sendero no tiene barro.
Los postes indicadores están claros, los senderos no tanto.
Auza Gaztelu con txapela.
Llegamos a la carretera que sube a Larraitz.
Allí al fondo lo tenemos.
Debe ser Txindoki.
En este punto dejamos la carretera y tomamos una pista con la PR-61.
¿Despejará?
Dicen que esto es el puente de Zapata.
Hermoso haya.
Subiendo al collado de Errekonta.
Fuente de Errekonta un poco antes de llegar al collado.
A falta de vino catamos de todas las fuentes.
El collado de Errekonta. ¡Vaya panorama!
Nos paramos un momento a comer y beber algo.
Iniciamos la última subida a Auza Gaztelu.
Nos paramos ante una placa conmemorativa.
Buzón de Auza Gaztelu. Uno de ellos, el más nuevo.
Otra placa reivindicativa. ¡Gipuzkoa Nafarroa da!
En las ruinas de la cima.
Foto de familia en Auza Gaztelu.
Bordas de Almitzeta.
Más postes indicadores.
Estudiando el mapa y bebiendo agua en un desvío.
Gaintzolako iturria.
Al lado de los depósitos de agua de la CAF.
El área recreativa de Olakosaroi.
El camino de bajada con escalones.
Después de una torcedura de tobillo gracias a que los escalones están tapados por la hierba.
Llegamos a Zaldibia.
Aprovechamos el momento ante un buen menú.
Teníamos pendiente desde finales de Mayo esta excursión. Aquel día nos tuvimos que dar la vuelta debido al diluvio que nos caía. No teníamos claro si subir por el camino de los escalones y por la pista que bajamos la anterior vez, que era mucha más agradable. Al final nos decidimos por realizar la vuelta en sentido contrario al de la primera vez. Es decir, comenzamos por la zona más próxima a Larraitz para posteriormente bajar por la GR-35.
En principio tomamos la GR-20 que continuamos sin mayores problemas (salvo los derivados de la cantidad de barro que había) hasta llegar a la carretera GI-2133 que va a Larraitz. En este punto cruzamos la carretera y tomamos una pista con un indicador hacia el caserío Arrupe, que después la abandonamos. En principio este camino está marcado (al principio) como PR-61. Continuamos avanzando pero las marcas no aparecen, sobre todo en los puntos conflictivos y nos pasa en un par de ocasiones que tenemos que rectificar la dirección. A pesar de la niebla y de la escasez de marcas, conseguimos enlazar con el camino que llega desde Larraitz y continuamos sin mayores problemas hasta alcanzar el collado de Errekonta, después de echar unas cuantas gotas de sudor por el camino.
Después de refrescarnos en la fuente y pararnos unos minutos en el collado para comer algunos frutos secos y algo de fruta, tomamos la decisión de subir a Auza Gaztelu a pesar de que no se ve a cinco metros.
Emprendemos la subida con cuidado para evitar no perder el mejor camino de subida, sobre todo en la parte final. Al rato llegamos y quedamos sorprendidos por las magníficas vistas que disfrutamos. Al norte el buzón nuevo, al oeste la antigua construcción derruida y al sur el antiguo buzón. ¡Una explosión de fotos!. ¡A cada cual más bonita!. Estamos pensando montar una exposición en el Kursaal y posteriormente hacerla itinerante para llevarla al BEC y al Euskalduna.
Comenzamos a bajar intentando recuperar el camino de subida, pero en un primer intento no lo conseguimos. Vuelta atrás y nuevo comienzo. Esta vez parece que sí. Sin ver gran cosa y con gran cuidado conseguimos llegar nuevamente al collado de Errekonta.
Comenzamos a bajar por el otro lado y primero vemos un par de marcas de PR que más tarde desaparecen. Esta PR-61 la tienen bastante abandonada. El tema consiste en llegar a unas bordas que vemos abajo, creo son las de Almitzeta, y al final lo conseguimos. En una borda vemos nuevamente las marcas blanca y amarilla, bastante borradas. Desde allí y hasta cruzarnos con la GR-35 en un cruce con gran profusión de indicadores, las marcas brillan por su ausencia. Desde este punto y hasta el final no dejamos la GR-35 que pasa por el área recreativa de Olakosaroi y por una zona donde hay unos depósitos de agua que pertenecen a CAF y que los utiliza en una pequeña central hidroeléctrica. Un poco más tarde y después de bajar por el camino de los escalones, que esta vez se encuentra bastante cerrado por las zarzas, la hierba y demás, conseguimos llegar al lugar donde tenemos el vehículo.
Nos acicalamos un poco y nos disponemos a dirigirnos a una zona cercana donde hay un local con productos autóctonos, además de bar y restaurante. Llegamos, les preguntamos si nos darán de comer y sin más nos sentamos para degustar lo que tengan a bien servirnos.
-Comenzamos con una especie de Euskal salmorejoa. (Tomate triturado, ajo, aceite y algo más que lo hacía rico y apetecible).
-Una ensalada con varios tipos de lechugas, queso, bonito, antxoa, pimiento, guindilla y pétalos de flores, además de un poco de sésamo. (No dejamos ni la muestra de las flores y que conste que alguna era de plástico).
-Como plato principal una especie de albóndigas con champiñones y salsa cazadora, que estaba muy rico a la vez que caliente.
-En plan postre nos pusieron varias clases de quesos acompañados con unas pasas de corinto (No confundir con la carta de San Pedro a los "corintios").
La verdad es que los trozos de queso estaban contados. Uno (pequeño) para cada uno y además sólo eran cuatro clases y una de las clases en virutas. Se podían haber ahorrado las pasas y ponernos un poco más de queso. !Digo yo¡
En fin, se trataba de un menú gourmet. Para acompañar tan digno menú nos pusieron un tinto afrutado, alavés de Samaniego, con un PH por las nubes y los taninos desbordándose por la mesa.
Estaba bien, la prueba es que no sobró nada.
Después de los consabidos cafés y un sólo pecador de agua bendita, nos pusimos en marcha con intención de retornar a nuestros respectivos domicilios.
A pesar de la niebla, el barro y demás, estuvo bien la excursión aunque todos habíamos pensado, a priori, que sería más suave de lo que resultó.
Hemos comenzado a andar en el centro de Zaldibia sobre las 7 horas y 45 minutos y terminado en el mismo sitio sobre las 14 horas y 40 minutos.
El tiempo efectivo dedicado al recorrido ha sido de unas 5 horas y 5 minutos, a una media de 3,2 kms./hora.
El tiempo dedicado a "hamaiketako", fotos, descansos, despistes, etc., ha sido de 1 hora y 45 minutos.
El desnivel total acumulado tanto en ascenso como en descenso ha sido de unos 813 metros.
La longitud total del recorrido ha sido de unos 17,15 kms.
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