Foto de familia.

Foto de familia.
Ascensión a La Aguja Letour. Alpes franceses.

miércoles, 24 de septiembre de 2014

(20140924) Donostia a Orio por GR-121. (Vuelta a Gipuzkoa)

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Subiendo por la zona de Erregenea.
Unas vistas desde la parte alta.
Llegando al hotel Leku Eder.
Primer desvío.
El camino se cierra por falta de uso.
Vista desde la zona baja del litoral.
Otra vista hacia Orio.
Un paso de alambrada original.
"Gorostia" en todo su esplendor.
Antigua piscifactoría.    Hoy abandonada.
Se vuelve a cerrar el sendero.
Desde allí venimos por estrecho sendero.
Entre rocas y barrancos.     Lugar del "hamaiketako".
Ladera con grandes lajas de piedra.
Otra vista de las lajas.    Esta vez hacia arriba.
Desde un lado.
Zona de subida con ayuda de cable.
Otra vista de la subida.
La ladera anterior en toda su extensión.
En plena conversación para convencerle que nos dejase pasar.
Zona de la pequeña "erreka" aprovechable para beber agua.
Zona del cruce de varios senderos.
Otra vista del cruce.
Pequeño puente de paso de la antigua tubería.
Otra vista del paso.
Otra ladera con grandes lajas.
El nuevo agroturismo Itsaspe.
Un buen trago en la fuente.
Al fondo se aprecia el espigón de Orio, Mollarri y Getaria.
Playa de Orio desde el mirador.
Espigón desde el mirador, luego Mollarri y después Getaria.
Playa de Orio.
Playa de Orio.

Tal y como teníamos previsto desde la semana pasada nos pusimos en marcha dirección Orio a través de la GR-121, con objeto de comprobar el estado de los senderos y también realizar una travesía que hace años que no hacíamos.       
Quedamos citados en la zona de Jai Alai y a la hora convenida nos pusimos en marcha.   La temperatura era fresca,  aunque agradable para andar.       Comenzaba a amanecer.
Pasamos por la Avenida, el Paseo de la Concha, Ondarreta y iniciamos la subida por Erregenea.     
En este tramo tuvimos tiempo de debatir con entusiasmo la problemática de los plásticos y cartones a nivel industrial y sus implicaciones en el reciclaje.       Como siempre no llegamos a ninguna conclusión y tampoco a ningún acuerdo.
A través de Erregenea llegamos a la carretera al lado del hotel Leku Eder (antes Valentín).    Continuamos carretera arriba unos metros hasta que nos desviamos a la derecha para tomar la pista señalada con las marcas de la GR-121.     Al principio caminamos por pista de cemento y una media hora después llegamos a un desvío y nos adentramos por un sendero muy cerrado por la vegetación y las zarzas.       En muchos momentos era difícil avanzar pero teníamos que seguir,  intentando librarnos de las zarzas y helechos.   
Pasamos por esta zona mala y llegamos a otra un poco más agradable y ancha.       Un poco más adelante podemos ver las antiguas instalaciones (ahora abandonadas) de una piscifactoría.     En esta zona las vistas son despejadas y podemos disfrutar del litoral.        Un poco más adelante el sendero se vuelve a cerrar y volvemos a tener que luchar con las zarzas, los afilados pinchos de las "oteak" y de otras variedades de elementos punzantes.         Nosotros, un poco confiados e inconscientes, fuimos con pantalón corto y camiseta de manga corta, cuando hubiese sido necesario la utilización de un traje ignífugo de esos que utilizan los bomberos.     
!Como escuecen las heridas de las zarzas cuando te duchas¡

!No es normal que un tramo importante de la GR-121 Vuelta a Gipuzkoa,  se encuentre tan abandonado por parte de la federación guipuzcoana¡          !Es una pena¡

Un poco antes de llegar a la zona del antiguo caserío Egiluze, que en la actualidad está medio abandonado, estuvimos pensando en utilizar su pista y subir hasta la pista principal, ya que estábamos bastante cansados de tanto zarzal y de tanto sendero desagradable.   Al llegar al caserío nos recibió un pastor alemán suelto y con cara de pocos amigos.      Llamamos al caserío pero no había nadie y nuestra única opción era cruzar los terrenos que estaban bajo la responsabilidad del susodicho pastor.           El perro no estaba por la labor de dejar que unos extraños pasasen por sus dominios, por lo que decidimos que lo mejor sería continuar explorando los senderos de la GR, para verificar su estado.
!Cualquiera se atrevía a cruzar por el caserío¡
En un punto alto con rocas y entre dos pequeños barrancos, nos paramos unos minutos con intención de beber agua, comer algo y lamer nuestras heridas.       Un poco más tarde continuamos el estrecho sendero y llegamos a la zona de las grandes lajas de piedra y un poco más adelante,  a la subida con gran pendiente que tiene un cable de ayuda.         Un poco más y nos encontramos con una pequeña "erreka", que en caso de necesidad podríamos utilizar para recoger agua.
Casi todo el sendero (en su última parte) sigue al lado o por encima de una antigua tubería, por lo que posiblemente éste exista como antiguo camino de mantenimiento, en la época en la que se encontraba en funcionamiento.    
Se aprecia que el sendero estaba protegido con lajas de piedra que evitaban los desprendimientos y mantenían una especie de protección al andar en zonas de ladera.            
Actualmente están desapareciendo las lajas, el sendero y los vestigios de lo que hubo.
En un punto del estrecho sendero nos encontramos de frente con uno de nuestros queridos amigos.     !Un burro¡      !Perdón, una burra¡               No había sitio para todos en el camino.     
La burra no tenía intención de cambiar de dirección ni de dejarnos pasar.        Con mucho cariño y haciéndole unas caricias en la testuz, conseguimos situarle paralela al sendero y de esta manera pudimos pasar al otro lado.       Según pasábamos continuábamos acariciándole el lomo, por si las "flys".
Un poco más adelante llegamos a un cruce con varios senderos.     Nosotros seguimos de frente.
Pasamos por más zonas de ladera con grandes lajas y poco a poco el sendero se va ensanchando,  hasta que llegamos a una pista al lado de un agroturismo que se llama Itsaspe, lo mismo que el caserío que se encuentra a su lado.       
Parecen unas instalaciones muy bonitas.     Se aprecia una piscina apetecible y en un entorno magnífico.       Conviene tomar nota.       Pasamos el lado del caserío y aprovechamos para beber agua en una fuente y abrevadero que está al lado.
Seguimos bajando por pista cementada y llegamos hasta un bonito mirador.     Unas cuantas fotos después y llegamos a la playa de Orio.         Aprovechamos unas mesas de un bar cercano al camping y nos tomamos un pequeño refrigerio.        Unos minutos después continuamos camino hasta el centro del pueblo.
Elegimos un sitio para comer y nos preparamos raudos a degustar lo siguiente:
- Ensaladas mixtas bien preparadas y abundantes.
- Huevos fritos con patatas y unas lonchas de bacón y el tercero un filete con patatas fritas.
- Postres variados como arroz con leche y cuajada y para terminar café y un poco de agua bendita.
Degustamos un tinto joven con denominación de origen Ribera del Oria, fermentado en tinaja de plástico al estilo griego y madurado durante cinco días en botijo de arcilla.
!Menos mal que estaba muy frío¡       !Qué susto¡
Una vez repuestos nuestros estómagos, no así nuestras heridas de piernas y brazos............, nos pusimos en marcha hacia la estación para coger el tren que nos llevase a nuestros puntos de origen.
Ha sido un bonito día, salvo por todos los arañazos, rasponazos, pinchazos, etc.


Hemos comenzado a andar desde la zona de Gros sobre las 7 horas y 30 minutos y terminado en el centro de Orio sobre las 13 horas y 45 minutos.
El tiempo efectivo utilizado en la travesía ha sido de unas 4 horas y 20 minutos, a una media de 3,9 kms./hora.
El tiempo dedicado a fotos, zarzas, agua, descansos, "hamaiketako", etc., ha sido de 1 hora y 55 minutos.
El desnivel total acumulado en ascenso ha sido de unos 742 metros y de 760 metros en descenso.
La longitud total de la travesía ha sido de unos 18,6 kms.

Para volver desde Orio hemos tomado el tren de las 15 horas y 45 minutos dirección Donostia.

viernes, 19 de septiembre de 2014

(20140919) Circular Jaizkibel desde Guadalupe por bosque y litoral.

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Fuente.    Sólo en caso de gran necesidad.
Paso de alambrada.
Sendero al lado de la alambrada.
Cortafuegos con puestos de caza.
Hacia el mar voy.
Carretera y paso alambrada.
Cruzar la carretera y otro paso de alambrada.
Hay zonas con bonitos ejemplares.
Gran roca en la que en la parte trasera está utilizada para prácticas de escalada.
Dejamos la pista y seguimos por la izquierda.
Caseta del departamento de aguas de la diputación.
Punta Biosnar.
Curioso entre raíces y rocas.
Cala cercana a Punta Biosnar.
Bonitas formaciones debidas a la erosión.
Postes indicadores de la GR-121.
Unos amiguitos desayunando.
Otro.   Este tenía más apetito.
Cala Artzu.
Dirección contraria a la cala, entre cañas.
Parte de una antigua presa.
Otra presa anterior.
Instalaciones antiguas del molino que fue.
Sendero entre castaños.
Fuerte de Guadalupe.
Campanario del Santuario de Guadalupe.

Días como los de hoy hay que aprovechar para hacer alguna excursión mixta de montaña y mar y de esta forma sacar partido de los elementos más bonitos de nuestro entorno.
El pronóstico era de mucho calor y por tanto he planificado una mañanera que saliendo temprano podría beneficiarme del frescor de la mañana, la brisa de los acantilados, la gozada de un buen baño en una cala y al volver, aprovechar la sombra de un sendero entre bosque.
Sin perder mucho tiempo me he trasladado hasta el parking próximo al Santuario de Guadalupe y desde allí he comenzado el recorrido.   Mi intención era ir hasta la zona de Punta Biosnar por senderos poco conocidos y después volver desde la cala Artzu, intentando mantener el mismo criterio.         Creo que lo he conseguido, pero tanto que he estado a punto de perderme un par de ocasiones.
Desde el parking he comenzado a andar por parte de la GR-121 en dirección a los torreones, pero en seguida me he desviado hacía arriba, en dirección a la torre de Erramuzko.         Primero he tenido que pasar una alambrada y continuar subiendo por un cortafuegos con puestos de caza.       Sin necesidad de llegar hasta el torreón he seguido un rato paralelo al mismo hasta que he comenzado a bajar en dirección a la carretera, por senderos un poco difuminados pero que se podían seguir.        Cruzo la carretera y continúo por el otro lado hasta llegar a una roca grande que suelen utilizar para entrenamientos de escalada.       Un poco más adelante me desvío a la izquierda, dejando que la pista siga por la derecha.       Sigo bajando y llego hasta una caseta del departamento de aguas de la diputación.      El camino se ha convertido en una ancha pista que me lleva a enlazar con el sendero del litoral o GR-121 Vuelta a Gipuzkoa, a la altura de Punta Biosnar.
Desde este punto sigo la GR y primero paso por una cala próxima a Punta Biosnar, luego me encuentro con unos postes indicadores de dirección de la GR,  y por casi todo el camino no paro de cruzarme con muchas yeguas y sus potrillos.         En algún momento hemos tenido dificultades para cruzarnos en el mismo sendero.       
Yo les cedía el paso pero ellas no querían.        Se ve que son muy feministas y no les gusta el hecho de que les cedan el paso.         Más o menos,  todos hemos conseguido seguir nuestro camino.   
Unas,  a la zona donde mejor pasto pensaban que había y otro, hacia la cala Artzu para darme un buen baño.
Al final consigo llegar y aprovecho para gozar de un baño espectacular.      El agua estaba genial, el lugar solitario y el entorno magnífico.        Después del baño he aprovechado para comer algo de fruta y unas galletas, antes de continuar camino.
En lugar de seguir por el sendero del litoral he tomado un pequeño sendero que sigue "erreka" arriba, la que llega a la cala.     Primero tengo que atravesar un cañaveral y llego a la primera presa, un poco más tarde una segunda y después las instalaciones del antiguo molino.       Al principio el sendero es estrecho y poco evidente pero poco a poco se ensancha y se convierte en un bonito camino que discurre entre castaños y a la sombra.          Pocos minutos después llego al fuerte de Guadalupe y unos 500 metros más lejos está el lugar de inicio del recorrido.
Me refresco un poco en la fuente que se encuentra en el mismo parking y me pongo en marcha con intención de llegar a casa lo antes posible.        Esta vez tomo dirección Pasai San Juan y poco tiempo después llego sin mayores novedades.
Ha sido una vuelta curiosa, agradable, bonita y sin pasar excesivo calor, salvo en los momentos puntuales que no había sombra y la pendiente se notaba.
No tiene ninguna dificultad pero tampoco tiene ninguna marca por lo que es muy recomendable llevar "track" y GPS.

He comenzado a andar en el parking del Santuario de Guadalupe sobre las 8 horas y 15 minutos y acabado en el mismo sitio sobre las 11 horas y 55 minutos.
El tiempo efectivo utilizado en el recorrido ha sido de unas 2 horas y 15 minutos a una media de 4 kms./hora.
El tiempo dedicado a descansos, fotos, baño, "hamaiketako", etc., ha sido de 1 hora y 20 minutos.
El desnivel total acumulado tanto en ascenso como en descenso ha sido de unos 418 metros.
La longitud total del recorrido ha sido de 9,6 kms.