Foto de familia.

Foto de familia.
Ascensión a La Aguja Letour. Alpes franceses.

miércoles, 15 de octubre de 2014

(20141015) Vuelta por hayedo encantado de Urbasa.

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Dejamos la carretera y tomamos la pista de Morterutxo.
Nos adentramos en el hayedo.
Hayas y más hayas.
Y más hayas.
Pista entre hayas.     Éstas con hojas.
Comienza el entorno mágico.
"Txondorra" del carbonero.
"Txabola" y "txondorra". 
Seguimos contando hayas.
Nos pareció una seta.
Libre interpretación.
Entre rocas.
Es mágico de verdad.
Sorteando los árboles y las rocas.
A gusto del consumidor.
Lo bautizamos como el submarino.
Magnífico.
Precioso.
Dicen que es como un cocodrilo.
Pasando entre rocas.
Una de las numerosas simas.
Entre hayas.
Siempre descubres algo nuevo.
Reunión de orientación.
Sigue siendo parecido a un submarino.
Dicen que es un perro.
A esto no le pusimos nombre.
A esto tampoco.
Pasadizo con hojarasca.
Otro pasaje.
Lo que queráis.
Un poco estrecho.
Un pequeño túnel.
Me dijeron que era un caracol.
Otro paso estrecho.
Simplemente precioso.
Parece la cabeza y boca de una morena.
Buscando el mejor sitio de paso.
¿Cuántas hayas puede haber?
Parece un dolmen.     ¿Será real?
Comienza la bruma.
Túmulo prehistórico.
Paso de alambrada.
Una cresta cerca del cresterío.
Por la ladera hacia Ibargagain.
Una ladera muy otoñal.
Subimos hacia la cima.
Cruz de Ibargagain.
Casi todos en la cima.
Nos pareció la figura de un Tyrannosaurus rex.
Intentando pasar por un lugar bastante estrecho.
Nos damos la vuelta.
¿Qué es?    Parece la cabeza de una tortuga y su caparazón, en actitud de atención.
Dijeron que era un cocodrilo.
Esto es un perro y además un Fox Terrier.
Podría ser un buitre.
Un perfecto equilibrio.
Podría ser la cabeza de una boa o una pitón.
Pasamos entre grandes rocas.
Pasamos otra alambrada.
Magníficos ejemplares.
Llegan entre los árboles.
Podría ser una gran hamburguesa.
Otro pasaje.
La sima con un haya dentro.
La sima debajo del haya.
Volviendo al punto de inicio.
Llegamos al punto de inicio.

La anterior vez quedamos en realizar una vuelta por el hayedo encantado de Urbasa con intención de recorrer la mayor parte de su intrincado recorrido.      No sé si lo hemos conseguido, pero lo que sí hemos hecho es disfrutar de lo lindo contemplando el conjunto que forman las hayas y las rocas.    Si a esto le unimos el musgo, la bruma y un poco de lluvia, el entorno se convierte en mágico y encantador.
!Una auténtica maravilla¡
Quedamos citados en lugar y hora habituales con intención de llegar a aparcar los vehículos a la entrada de la llanura de Urbasa, al lado del primer edificio del Centro de Interpretación.        Los Sarobe's "brothers", que también se había sumado a la excursión,  llegaron por su cuenta y unos cinco minutos después que nosotros.       Comenzamos a prepararnos y al poco rato iniciamos la marcha.     El tiempo amenazaba algo de lluvia pero de momento se estaba muy bien y nos respetaba.
Comenzamos a seguir la carretera unos cientos de metros hasta llegar al desvío con la pista de Morterutxo.
Continuamos por esta pista forestal haciendo incursiones entre el hayedo para contemplar las diferentes formaciones de las rocas.     Es precioso contemplar cómo se interrelacionan las hayas con las rocas, cómo cubre el musgo y los líquenes a las rocas y árboles para suavizar la espereza de la piedra y dar colorido al gris claro del haya.        
Mires hacia donde mires, siempre encontrarás algo que merezca la pena contemplar.
Al principio nos encontramos con una reconstrucción de una "txabola" de carbonero y al lado la forma en que comenzaban haciendo la carbonera o "txondorra".    
Seguimos por el bosque y a los lados de la pista intentando contemplar las diferentes formaciones rocosas.         Según llegábamos a una u otra intentábamos bautizarlas con más o menos acierto.     Al final nos encontramos con tantas que "pasamos" de seguir bautizando.
La verdad es que intentamos ponerle nombre a la mayoría de ellas, eso sí, con más o menos acierto ya que las opiniones eran muy diversas.
Continuamos por el bosque desfrutando del mismo hasta que comenzamos a subir hacia la parte alta,  para llegar a la cima de Ibargagain o también llamado Alto de Urbasa.     Después de las fotos de rigor en la cima, con su gran cruz de hierro y rodeados de bruma, dimos la vuelta para volver a adentrarnos en otra parte del bosque y continuar mirando las maravillas que contiene.     Seguimos disfrutando y haciendo fotos del entorno ya que además de lo anteriormente citado estaban los colores del otoño en la hojarasca del suelo, la alineación de los árboles en muchas zonas y la altura que alcanzaban en algunos casos disputándose los favores del sol............................!En fin¡   
Me faltan adjetivos para poder describir lo que contemplamos en este bosque.
Poco a poco continuamos bajando hasta llegar al punto de inicio y lugar de aparcamiento de los vehículos.
Los senderos y zonas por donde anduvimos no tienen dificultad alguna salvo lo que cada uno quiera complicarse en los rodeos de las rocas.       El desnivel es escaso salvo en la parte que subimos a la cima de Ibargagain, pero tampoco es excesiva.      Lo que sí es necesario es la utilización de GPS con un buen "track", ya que de lo contrario nos será difícil localizar las diferentes figuras en las rocas. No hay agua en todo el recorrido.
Cuando volvimos a los vehículos nos pusimos cómodos y nos quitamos el barro y el agua que teníamos encima,  ya que nos llovió en diferentes momentos del recorrido.    La lluvia no fue abundante y además el bosque nos protegió bastante, pero así y todo nos mojamos.
Cogimos los vehículos y bajamos al pueblo de Altsasu con intención de comer un buen menú del día.
Tuvimos que esperar un poco ya que el restaurante estaba lleno con un gran número de montañeros veteranos que celebraban algo especial.          Después de un "pote" en la barra y unos pocos minutos más tarde, nos sentamos a la mesa.
Todo lo que nos sirvieron estuvo muy bien y disfrutamos de lo siguiente:
-Pochas a la navarra y verduras salteadas.        
Magníficas las dos cosas.
-Ajoarriero y costilla de ternera a la plancha con patatas fritas.         Muy bien.
-Postres caseros de tarta de manzana, "pantxineta", flan de yogur, arroz con leche, etc.          Muy bueno.
Acabamos con cafés y algún que otro "digestive".
Toda la comida estuvo perfectamente regada con un tinto joven Castillo de Monjardin, fácilmente mejorable.
También contamos con agua mineral y un poco de "gure gaxeosie" La Cruz del Gorbea.
Con todos los trabajos hechos y bien hechos, nos pusimos en marcha con intención de volver a nuestros respectivos domicilios después de haber pasado otra magnífica jornada en un paisaje mágico y con una compañía excepcional.

Hemos comenzado a andar sobre las 8 horas y 40 minutos y terminado en el mismo sitio sobre las 13 horas y 50 minutos.
El tiempo efectivo empleado en el recorrido ha sido de unas 3 horas a una media de 3,3 kms./hora.
El tiempo dedicado a fotos, contemplar las figuras en las rocas, "hamaiketako", recolecta de "perretxikos", etc., ha sido de unas 2 horas y 5 minutos.
El desnivel total acumulado tanto en ascenso como en descenso ha sido de unos 426 metros.
La longitud total del recorrido ha sido de 11,7 kms.

Hemos llegado a Urbasa en vehículo particular y vía Altsasua.      En cuanto hemos llegado al llano hemos aparcado al lado de la casa del Centro de Interpretación.
La vuelta la hemos realizado de la misma forma.

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