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Refugio de Linza.
Comienza a levantarse el sol.
El refugio a medida que subimos.
Seguimos subiendo.
Una mirada hacia atrás y damos con la figura piramidal del Txamantxoia.
"Si aún no has visto volar a las rapaces en el cielo azul de Txamantxoia, tienes algo importante que hacer".
(Germatore)
Continuamos nuestro camino.
Nos encontraremos frente a frente con el sol.
Una panorámica de las miles que puedes encontrar.
Un pequeño cañón en el camino. Por supuesto que totalmente seco.
Seguimos.
Podemos ver Hiru Erregen Mahaia a la izquierda y Petretxema a la derecha.
Pequeño collado y punto de desvío.
Zona de desvío.
Seguimos viendo Hiru Erregen Mahaia.
Ahora nos posicionamos más de frente a Petretxema.
Otra vista para poder respirar un poco.
Seguimos contemplando magníficas vistas.
En otro pequeño collado un poco antes de iniciar la última subida.
Panorámica.
Un trago de agua como ayuda para lo que falta.
Hacia una de las primeras falsas cimas.
Ya nos falta poco.
Estamos casi en la cima.
Otra bonita vista.
Cima de Petretxema con su piedra pintada.
Hiru Erregen Mahaia. A la izquierda la cumbre y a su derecha la plataforma a la que llaman "La mesa".
A su lado la Aguja Norte d'Ansebere.
Otra panorámica.
Foto de familia en Petretxema.
Hacia el otro lado.
Por esta ladera bajaremos hacia el Puerto de Ansó.
Comenzamos el descenso.
Hay bastantes piedras y es necesario prestar atención.
Ya falta menos.
Continuamos bajando.
Un vivac a medio descenso.
Impresionan las paredes de las agujas d'Ansebere.
Ya llegamos al puerto.
Iniciamos el descenso por el barranco.
Continuamos.
Y seguimos.
Llegamos a la zona de las Hoyas del Ingeniero.
Otra hoya.
Aprovechamos un poco la sombra.
De ahí venimos.
Y por aquí seguimos.
Avanzamos por la ladera.
Interior del refugio libre.
Refugio-vivac.
Otra vista sobre Txamantxoia.
Llegamos al bosque de Linza.
Apetece un poco de sombra.
Zona de pic-nic.
Aprovechamos esta mesa para un ligero almuerzo.
Fuente de agua fresca un poco antes de llegar al refugio.
Llegando al punto de inicio.
Hemos dedicado unos días a dar unas vueltas por la zona del Pirineo Navarro que hace "muga" con el oscense.
En principio nos instalamos en Ustarroz como punto base para realizar las ascensiones que pretendíamos.
La primera era la del día de hoy, subir a Petretxema desde el refugio de Linza y volver por las Hoyas del Ingeniero y el Barranco de Petretxema desde el Puerto de Ansó.
Dejamos el vehículo en el parking del refugio de Linza y comenzamos a andar por el sendero habitual, el llamado Camino de Francia, hasta llegar a un pequeño collado y zona en la que los caminos se dividen: Hacia la izquierda nos lleva a Hiru Erregen Mahaia y hacia la derecha nos dirigimos hacia Petretxema.
En la actualidad únicamente se mantiene en pié un poste de madera, es posible que anteriormente además hubiese tenido carteles indicadores de los diferentes caminos, pero hoy gracias al ganado, al viento, la nieve o los múltiples "graciosos" que recorren el lugar, solamente se mantiene el poste.
Hasta este punto el sendero es en constante ascenso, aunque llevadero.
Nos desviamos hacia Petretxema.
Durante la subida merece la pena darse la vuelta y observar a nuestras espaldas la bonita figura de Txamantxoia, que a primera hora le ilumina el sol de forma que parece que han encendido el interruptor de la luz en el monte.
Ya después del collado tenemos a la vista tanto Petretxema como Hiru Erregen Mahaia.
Seguimos subiendo y comenzamos la primera pala del ascenso que es una especie de contrafuerte de piedra suelta.
El ascenso confunde ya que cuando crees que has llegado te encuentras con una falsa cima y así hasta tres veces.
Pasamos por un pequeño collado en el que aprovechamos para beber algo de agua.
El día era bastante caluroso y era necesario no perder de vista el agua y beber poco a poco para evitar problemas.
Un poco más tarde llegamos a la cima de Petretxema.
No existe buzón, ni cruz, ni nada parecido, únicamente un gran "kairn" en el que en un piedra plana está escrito el nombre del monte y su altitud.
En realidad Petretxema no es una cumbre en sí. Es la antecima de las agujas d'Ansebere, cuyo único acceso posible es mediante la escalada.
Aprovechamos para contemplar el paisaje y descansar unos minutos, mientras comemos algo de fruta y también algunas galletas y frutos secos.
Al Norte vemos la gran mole de Hiru Erregen Mahaia, a nuestro lado y que casi podemos tocar con los dedos, está la Aguja Norte d'Ansebere y así multitud de cimas por todos los lados.
Después de hacer todas las fotos que nos parecieron bien, comenzamos a descender hacia el Puerto de Ansó.
Esta bajada nos hace sufrir un poco y también nos castiga un poco las rodillas y los cuádriceps.
Descendemos una pendiente de más del 31 % , con piedra suelta en algunos casos y en otros con grandes bloques y eso se nota.
Al final llegamos al Puerto de Ansó y enlazamos con el camino de la Senda de Camille que a través del Barranco de Petretxema y de la zona de las Hoyas del Ingeniero vamos bajando hasta pasar al lado de un refugio-vivac, un poco antes de adentrarnos en zona de bosque.
Al poco rato de adentrarnos en el bosque nos encontramos con una zona con mesas para pic-nic y también con una fuente, aunque en estos momentos no manaba mucha agua, pero estaba fresca y resultaba suficiente.
Aprovechamos las mesas para comer algo de lo que llevábamos en nuestras mochilas y también la fuente para reponer las cantimploras.
Desde la fuente nos quedan pocos minutos para llegar al refugio y punto de inicio.
En esta zona de pic-nic hemos aprovechado para sacar lo que teníamos en las mochilas y hemos compuesto un menú ligero pero arreglado:
- Un poco de "carpaccio" de singularis porcus ibericus.
- Otro poco de finas lonchas de "saucisson" a la pimienta negra.
- Unas finas lonchas de un queso de pastor de Lizarraga.
Todo lo anterior perfectamente regado con todo lo que dio de sí el "xato" que habíamos transportado hasta aquí.
Ni que decir tiene que antes de este delicado menú, rellenamos las cantimploras y bebimos todo el agua que nos fue posible, aunque hasta aquí habíamos llegado con provisión suficiente.
El recorrido no tiene grandes dificultades técnicas, partiendo de la base que nos encontramos en pleno Pirineo y que los senderos son de alta montaña.
La mayor dificultad radica en el descenso desde la cima de Petretxema hasta el Puerto de Ansó que resulta bastante pendiente (31 %) y entre mucha piedra.
Teniendo el cuenta los días de sequía que llevamos no hemos encontrado por el camino ningún arroyo que tuviese algo de agua y la única fuente se encuentra muy próxima al punto de llegada, por lo que es muy recomendable llevar una buena provisión de agua.
Aunque los senderos son muy evidentes a veces pueden resultar confusos, sobre todo si hay niebla o el día no es muy claro, por lo que es aconsejable el uso de GPS con un buen "track".
Hemos comenzado a andar desde el Refugio de Linza sobre las 8 horas y 25 minutos y terminado en el mismo sitio sobre las 16 horas y 12 minutos.
El tiempo efectivo empleado en el recorrido ha sido de unas 6 horas a una media de 2,5 kms./hora.
El tiempo dedicado a descansos, agua, "hamaiketako", almuerzo, fotos, etc., ha sido de 1 hora y 45 minutos.
El desnivel total acumulado tanto en ascenso como en descenso ha sido de unos 1.000 metros.
La longitud total del recorrido ha sido de unos 14 kms.
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