Foto de familia.

Foto de familia.
Ascensión a La Aguja Letour. Alpes franceses.

miércoles, 13 de septiembre de 2017

(20170913) Travesía de Alegia a Atallu-Arribe por Altzo y el collado de Zarate.

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Estación de Alegia.
Hacia el cruce con Altzo.
Por el carril bici.
Iglesia de Altzo Azpi.
Altzo Azpì.
Altzo Azpi.
Hacia arriba.
Altzo Muino.
El gigante de Altzo.
La escultura es a tamaño natural.
Altzo Muino.
Altzo Muino con niebla todavía.
No hace frío pero no se ve gran cosa.
Continuamos con niebla.
Una cierva o un cervatillo.
Nos miran curiosos.
Muy curiosos.
Pasamos al lado de una planta de control de los gaseoductos.
Al lado de la planta dejamos la pista cementada.
Postes indicadores de la PR-GI-131 Altzomendi.
Al fondo Txindoki.
Dejamos la pista de cemento.
Seguimos por la ladera con nubes en el valle.      Comienza a despejar en la parte alta.
Las nubes continúan en el valle.
Seguimos subiendo por sendero y siguiendo las marcas blancas y amarillas.
El bosque se cierra y el camino se convierte en sendero.
Seguimos nuestro avance.
En un pequeño claro podemos ver las edificaciones de la cantera.
Parte de la cantera.     Al final nos dejarán sin monte.
Sendero por la ladera.
Seguimos viendo nubes abajo.
Y nosotros a lo nuestro.
Parece que vamos hacia la luz.
Aprovechamos un pequeño claro en el bosque para comer algo.
De vez en cuando ya hemos visto algún pequeño hongo, alguna "ziza hori" y poco más.
Parece que el bosque no se acaba.     Es muy bonito.
Abundan las hayas y también tenemos robles y bastantes de tipo "americano".
No nos cansamos de bosque.
Y más.
Siguen las marcas.     En general esta parte está muy bien señalizada.
Una surgencia de agua en la ladera.
Más indicadores sobre la PR.
Pero no dejamos el bosque.
Llegamos al enlace con la GR-121.
Zona de enlace con la GR-121.
Seguimos por las marcas de GR.
Pero también seguimos por el bosque.
Y más bosque.
Un hermoso y alto puesto de caza.
Y seguimos por el bosque.
Bastante retorcido ¿no?
Comenzamos a ver el Balerdi.
Otra vista.
Y otra.
Llegamos al collado de Zárate.
Y seguimos por la pista.
Unos metros más adelante un gran árbol y una zona un poco despejada.
Vemos esculturas en madera.
Son bonitas y muy bien trabajadas.
El vestido del árbol.
La bufanda.
La silla para cuando se canse.
Para comparar las dimensiones.
Una jaula de grillos.
Esto no sé qué es.
Un ave del paraíso.
Un hueco grabado en el árbol.
Borda y fuente.
La fuente en la pared de la borda.
Otras construcciones artísticas.
En este punto abandonamos la GR-121 y nos desviamos a la izquierda por un camino marcado con pintura naranja.
Zona del desvío y poste con marca naranja.
En frente el Balerdi.
Seguimos nuestra avance ya próximos a nuestro destino.
Marcas de color naranja.
Esta vez el bosque es de pinos.
Bonita vista de Balerdi.
Otra más con parte de las Malloak.
Y otra.
No hemos podido evitar el barro.
Zelaiko borda.
Llegamos a la carretera NA-130.
Atallu y su iglesia.
Casas de Atallu.
Entrando en Arribe.
Iglesia de Arribe.
Nuestro destino final.

Para hoy ya teníamos previsto realizar esta travesía y afortunadamente ha amanecido un día magnífico. 
A primera hora un poco de bruma para comenzar a subir sin grandes agobios y a medida que transcurría la mañana las nubes han desaparecido dando lugar a un cielo azul totalmente despejado.

Hemos comenzado a andar desde la estación de tren de Alegia por la carretera GI-2131 hasta el Km. 20 en donde hemos tomado el cruce dirección Altzo.

Altzo tiene la peculiaridad de ser un municipio binuclear.      
Está compuesto por dos barrios conocidos como Altzo Abajo (Altzo Azpi) y Altzo Arriba (Altzo Muino),  literalmente Altzo Colina). 
Estos dos barrios antiguamente fueron independientes y aún hoy en día constituyen dos núcleos de población bien definidos.
Altzo Abajo es el núcleo más antiguo, pero también el más pequeño y menos poblado. 
Se encuentra prácticamente en el Valle del Oria, en el barranco que forma la desembocadura de un arroyo.
Altzo Arriba se encuentra en una zona elevada de pendientes suaves, semi-escondida entre los montes que separan el Valle del Oria y el del Araxes.      Presenta un aspecto disperso. 
Aquí se concentra la mayor parte de la población y se encuentra el ayuntamiento.
No se sabe exactamente en que momento histórico aparecieron los dos núcleos de población que forman Altzo, ni cuando decidieron unirse. 
La tradición mandaba que el alcalde fuera alternativamente de cada uno de los dos pueblos.
En 1025 aparece Altzo citado por primera vez.      
Es un documento de donación al monasterio de San Juan de la Peña (Huesca) del Monasterio de Olazabal,  posiblemente la actual iglesia de San Salvador en Altzo Abajo. 
Es el mismo monasterio que aparece en un documento de 1056, llamado en este caso, San Salvador de Ipazcoa. 
Esta es considerada como la primera mención escrita del nombre de Guipúzcoa.

Parece ser que Altzo Abajo fue en sus orígenes un feudo de los Parientes Mayores de Olazabal, mientras que Altzo Arriba se organizó como un agrupamiento de viviendas al margen de los Olazabal.


Primero pasamos por Altzo Azpi y su magnífica iglesia, después dejamos la carretera y por una pista hacia la derecha pasamos al lado de Olazabal Zar y poco a poco llegamos a Altzo, recorremos un poco el pueblo para pasar al lado de su iglesia y también al lado de la famosa estatua del gigante de Altzo, situada al lado del frontón.


Miguel Joaquín Eleicegui Arteaga era conocido como el gigante de Altzo, en honor al pueblo en el que nació, en Gipuzkoa.
El 10 de julio de 1818 nació en la pequeña localidad guipuzcoana de Altzo un bebé llamado Miguel Joaquín Eleicegui Arteaga. 
Su infancia y adolescencia transcurrieron con normalidad, hasta que, a los veinte años, su talla comenzó a crecer desmesuradamente. 
Por las marcas que aún se conservan en la iglesia del pueblo, se sabe que llegó a medir dos metros con 42 centímetros, y alcanzó un peso aproximado de 203 kilos.        Su envergadura también era descomunal: 242 centímetros del extremo de una mano a la otra con los brazos en cruz. 
Sus pies tenían 42 centímetros.
Para explotarlo comercialmente, se formó una sociedad integrada por varios de sus familiares, y en marzo de 1843 se exhibió por primera vez en San Sebastián. 
Monarcas como Isabel II de España,  Luis Felipe de Francia y Victoria I de Inglaterra lo tuvieron ante su presencia. 
Tras varios años de periplo, Miguel Joaquín regresó a Altzo y retomó su vida normal. 
Fue allí donde comenzó a sufrir unos achaques de salud que le provocarían la muerte el 20 de noviembre de 1861. 
 
Continuamos camino y seguimos unos metros por la carretera GI-3620 para poco después dejarla y avanzar por la PR-GI-113 (Altzomendi).
El sendero está muy bien marcado y seguimos el mismo para pasar por una planta de gas y poco después por unos postes indicadores de la misma PR con diferentes variantes.

Nosotros continuamos rectos y seguimos por un bosque de hayas y algunos robles, muy cerrado y muy bonito. 
A lo lejos oímos ruidos procedentes de una cantera situada en la parte inferior de la ladera del monte. 
En un momento determinado se abre un poco el bosque y podemos contemplar las edificaciones de la cantera y parte de las paredes que están trabajando. 
Afortunadamente y con anterioridad,  también hemos pasado por una zona en la que hemos visto ciervas y también una bonita panorámica sobre Txindoki y parte de Malloak. 
Un poco más adelante y sin darnos cuenta abandonamos la PR y seguimos por lo que pensamos puede ser la GR-21 (Sendero Ignaciano), pero está muy mal señalizado.
Nosotros seguimos por este camino y pasamos al lado de una surgencia de agua en la ladera y también al lado de otros postes indicadores que siguen indicando la PR-GI-113 y entre otras cosas avisa del próximo enlace con la GR-121 (Vuelta a Gipuzkoa).

Al poco tiempo enlazamos con la GR-121 y continuamos por la misma que está muy bien marcada.
Llegamos al collado de Zárate y unos metros más adelante nos encontramos con una zona que tiene unas cuantas esculturas realizadas en madera y también en los mismos árboles. 

Es una zona digna de verse y también de contemplar las obras realizadas.

Estas obras pertenecen a la iniciativa cultural Azken Muga, que desea recuperar la tradición cultural y social del alto de Zarate, entre Bedaio y Azkarate, proyecto de la mano de artistas de diversas disciplinas.
Conciertos al aire libre, danza, teatro, historia e intervenciones artísticas varias, este proyecto surgió hace tres años con el objetivo de unir a los habitantes de los municipios situados en las dos partes de Aralar, Bedaio y Azkarate, concretamente en el alto de Zarate, collado que se encuentra en la frontera de Gipuzkoa y Navarra, a los pies del monte Balerdi. 
A pesar de estar a escasos tres kilómetros el uno del otro y su antigua popularidad por la afluencia de "mugalaris" y contrabandistas, una frontera separa al barrio tolosarra de Bedaio y Azkarate, actualmente no existe una carretera que una las dos localidades, y esta frontera no ha sido solo física, también social.
En Agosto se suele realizar varias romerías con comida popular, juegos autóctonos, txistularis, bertsolaris, etc.


Continuamos camino y pasamos al lado de una borda que tiene una fuente en una pared.
Aprovechamos la misma para beber unos tragos adicionales de agua.

Seguimos andando y un poco más adelante abandonamos la GR-121 que se dirige hacia Azkárate y nosotros tomamos un desvío a la izquierda que está marcado con un poste y con una marca de color naranja.
Siguiendo este camino,  que a veces está bastante embarrado, llegamos a pasar por Zelaiko borda y al poco rato llegamos a la carretera NA-130. 

Desde el desvío y hasta la carretera el camino está marcado con unas marcas color naranja, que no sabemos a qué corresponden.
Una vez en la carretera avanzamos en dirección a Atallu y después a Arribe y casi al final de Arribe llegamos a una gasolinera que a su lado tiene un bar y "jatetxe", donde hemos dado por terminada la travesía.

Nos ponemos cómodos, nos refrescamos un poco por fuera y por dentro y decidimos quedarnos a comer en el lugar.

Nos sentamos en el interior y nos atienden muy amablemente y con prontitud y a los pocos minutos podemos disfrutar de los siguientes manjares:

- Ensaladas mixtas, patatas a la riojana y vainas con patatas.
A juzgar por como han quedado los platos, debía de estar todo bastante bueno.
Como segundos hemos tenido lo siguiente:
- Costilla de cerdo al horno con algunas patatas fritas y también hamburguesas caseras con muy buen aspecto.
Todo lo anterior perfectamente regado con un tinto procedente de las afamadas Bodegas Elósegi, al que ha sido necesario someter a un tratamiento intensivo con "gure gaxeosie".
Por lo demás, todo perfecto.
Postres varios, cafés y algún espirituoso que otro.     
Eso sí, sentados en la terraza mientras esperábamos al taxi que nos trajese de vuelta a casa.


La travesía no tiene ninguna dificultad, los caminos son bastante cómodos aunque en algunos momentos podemos encontrarnos con zonas de barro, pero que no tienen que suponer mayor problema.
El recorrido está bastante bien marcado salvo en algunos momentos en los que las marcas desaparecen, por lo que aconsejamos el uso de GPS con un buen "track". 


Hemos comenzado a andar en la estación de Alegia sobre las 7 horas y 53 minutos y terminado en la gasolinera de Arribe sobre las 14 horas y 7 minutos.
El tiempo efectivo utilizado en la travesía ha sido de unas 5 horas y 41 minutos a una media de 3,4 kms./hora.
El tiempo dedicado a fotos, agua, "hamaiketako", etc., ha sido de unos 33 minutos.
El desnivel total acumulado en ascenso ha sido de 619 metros y de 501 metros en descenso.
La longitud total de la travesía ha sido de unos 18,62 kms.

Para llegar a Alegia hemos utilizado el tren de cercanías de Renfe y para volver desde Arribe hemos contactado con un taxi de 9 plazas que por un módico precio nos ha traído de vuelta a San Sebastián.

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