Foto de familia.

Foto de familia.
Ascensión a La Aguja Letour. Alpes franceses.

miércoles, 3 de junio de 2015

(20150603) Mendaro-Valle Kilimon-Izarraitz-Zestoa.

Para descarga y detalles del track haga clic en el icono de inicio.

En la estación de Mendaro.
Comenzamos a andar por buena pista hacia el fondo del Valle de Kilimón,  también llamado Haranerreka.
Parada en la primera fuente.
Un vistazo a una antigua calera.
Seguimos hacia el fondo del valle.
Otra fuente al lado del caserío Lizarrola.
Un buen trago.
Cambiamos la pista cementada por pista de tierra.
Comenzamos con las "langas".
El sendero se estrecha.
Comienza a parecerse a una pequeña selva.
Pagaolazako erreka.
Cruzamos la "erreka".
Zona de cruce.
Pagaolaza baserria.
Otra "langa" más.    Hoy es el día de la apertura de las "langas".
El sendero es bonito aunque húmedo y debido a la hierba mojada nos estamos poniendo buenos.    No ha sido el mejor día para elegir pantalón corto y olvidarnos de las polainas.
Otro salto más.
Y otro.
Llegamos a zona despejada.     La humedad y la fina lluvia es palpable y por tanto continuamos mojándonos tanto los pies como las piernas, así como los pantalones.
Borda con el nombre de Atxuri.
Trepando a Atxuriko punta.
Desde la cima vemos la borda Atxuri.
En Atxuriko punta.
En el último campamento de altura.
Recortando silueta.
Contando las rocas.
Intentando volver.
Bajamos al camino.
¿Trasmocho o destrozo?
Bonito camino verde con niebla y "langa".
Oraindango iturria.
Otra vista de la fuente.
Llegamos a una pista y la niebla persiste.
Otro salto más.
Y otro más.
La niebla se hace notar cada vez más.
Caballos en la niebla.
Indicador de zona de mirador.       !Bonita paradoja¡
¿Conseguiremos perdernos?
No vemos a cinco metros.     Nos guiamos a gritos.
Una muestra de la situación.
Llegamos a Izkiturri.
Indicadores de la fuente y de las cimas.
Un poco antes de la cima de Erlo y debido a la niebla nos desviamos a la izquierda por sendero poco definido.
A duras penas conseguimos seguir el sendero.
Bajamos con cuidado por el barro y las rocas resbaladizas.
Poco a poco nos adentramos en un sendero bien definido.
Aspecto del sendero de bajada.
Bonito bosque de alerces.
Borda en ruinas.
Una balsa-pozo en el camino.
Otra vista de la charca.
De las últimas "langas".
Ondarbaso baserria.
Llegando a Zestoa.
Ya casi estamos.
Llegando.
Bonita fuente con cuatro caños al lado del puente.
Puente hacia el centro de Zestoa.
Lugar de aprovisionamiento al lado del río.

El pronóstico de la "meteo" era de cielos despejados o semi-despejados,  calor con temperaturas de unos 30 grados, etc., etc.
En vista del panorama, decidimos prepararnos con pantalón corto y grandes cantidades de crema solar.         
Todavía estamos buscando al "Gran pronosticador del tiempo" para agradecerle su colaboración.
Sobre las 6,30 horas ya notábamos algo de "sirimiri", pero bueno, suele ser normal y a las pocas horas levanta y luce el sol.        
A las 9 horas seguía igual, sobre las 11 horas además de no cambiar la niebla se cernía sobre nosotros de manera inquietante.        
Sobre las 13 horas no conseguíamos ver más allá de unos cinco metros.        
Como mucha parte del recorrido transcurría por zonas de hierba alta, roca y caminos de tierra...............,  nos mojamos los pies, las piernas, los pantalones, la camisita y el canesú, sin contar con los equilibrios que debíamos hacer para evitar los resbalones y las consiguientes caídas,  que perjudicarían nuestros traseros pero sobre todo,  nuestro orgullo.
Como todavía seguimos manteniendo ese "puntito" de "pire", quedamos citados en el tren que sale de la estación de Amara a las 6,50 horas en dirección Mendaro.       Todos y cada uno de nosotros estábamos provistos de las viandas necesarias para un almuerzo campestre,  al abrigo y sombra de algún roble o haya.      !Sí,sí¡
Después de las preparaciones necesarias en la estación, nos pusimos en marcha dirección al Valle de Kilimón o Haranerreka.     Ya en el propio casco urbano comenzamos con el primer despiste y casi nos dirigimos al hospital comarcal en lugar de tomar la carretera que conduce al fondo del valle.
Subsanado el error comenzamos a andar por cómoda pista en dirección al fondo del valle y posteriormente a las cimas de Izarraitz.
Pasamos por varias fuentes y también al lado de una calera antigua. Después de pasar al lado del caserío Lizarrola continuamos un poco más hasta un punto en el que nos desviamos a la izquierda siguiendo la "erreka" Pagaolaza hasta que al poco rato la cruzamos y nos dirigimos hacia Pagaolaza baserria.          Seguimos girando hasta llegar a una pequeña borda denominada Atxuri.     
Desde aquí decidimos subir a un gran promontorio de piedras denominado Atxuriko punta.           Después de trepar un poco llegamos a la cima en la que únicamente existe un pequeño "kairn", que mejoramos.
Unas cuantas fotos y bajamos para continuar camino.      Sigue la niebla y esa humedad tipo "sirimiri" tan nuestra.       
Continuamos hasta llegar a la fuente de Orandain.       Seguimos  y en un momento determinado y para evitar pasar por un camino bastante cerrado y totalmente cubierto de hierba alta, decidimos seguir hasta el caserío Ondarroa.           Al pasar al lado del caserío saludamos al "nagusi" y nos pregunta si estamos perdidos.     
Le contestamos que todavía no,  pero que con un poco más de tiempo...............
Desde aquí nos toca llegar a la carretera GI-3210 y durante el camino comenzamos a reflexionar la conveniencia de seguir por el camino previsto (subir hacia Kakuta por una zona muy rocosa y posiblemente resbaladiza) o continuar un poco por la carretera hasta llegar a la próxima zona de Aittola y tomar el camino de ascensión habitual hacia Xoxote y Erlo.
Optamos por la segunda opción en vista de lo mojado del terreno y de la niebla.         
Llegamos a la carretera,  avanzamos un poco por la misma hasta que nos adentramos por un sendero a la derecha marcado con las señales de PR.        Desde aquí enlazamos con el sendero habitual de ascensión a Xoxote y Erlo.        
Cada vez que subíamos un poco más la niebla se hacía más espesa. En un momento determinado en que íbamos un poco separados, no conseguíamos vernos unos a otros.
Llegamos a Izkitturri y después de un trago de agua continuamos subiendo hasta enlazar con la pista que llega a las antenas de Erlo.   Ya que no conseguíamos ver absolutamente nada,  decidimos no subir ni a Xoxote ni a Erlo y continuamos por la pista hasta un punto cercano a las antenas de Erlo  (que no conseguimos verlas).   En este punto abandonamos la pista y por sendero muy poco definido,  a la izquierda, comenzamos a descender.          
Era muy fácil perder el sendero ya que por momentos desaparecía entre las rocas.        Buscábamos un poco y lo recuperábamos y así hasta que al final llegamos a un sendero más consolidado y claro.     Poco a poco seguimos bajando y pasamos por unas ruinas de una borda en la zona de Intziola y después por una charca o pozo que estaba protegido.      Seguimos bajando ya por caminos y pistas cómodas para pasar al lado de Ondarbaso baserria y poco a poco llegamos a Zestoa por la zona del puente medieval y de la famosa fuente con los cuatro caños.          
Antes de cruzar el puente nos dimos cuenta que al lado del río teníamos unas geniales mesas de madera y sin dudarlo un momento nos dirigimos a las mismas con intención de poder dar buena cuenta de las viandas que habíamos transportado.           
Eran las 16 horas y no habíamos tenido la suerte de encontrar un sitio adecuado y resguardado para poder comer, por lo que teníamos un apetito nivel cavernícola,  únicamente estábamos con el "hamaiketako":    Una manzana, algunas galletas y varios tragos de agua.
Nos pusimos cómodos y comenzamos a sacar las vituallas que cada uno habíamos traído.
Nuestro menú, digno de los mejores fogones del país, consistió en lo siguiente:
-Entrantes marinos consistentes en una especie de "mènage" de bivalvos gallegos a los aceites esenciales y ventresca de bonito del norte en fondo de jugo de olivas de Andújar.
-Continuamos con un pernil ibérico cocido en sus jugos,  en auténtico recipiente de zinc y con agua mineral Evian.        
-Seguimos con una "delicatessen" de pequeñas tortillas variadas realizadas con huevos de gallinas vírgenes de Hernialde.       
En un caso con delicias de "saucisson" al fino pimentón de la Vera y en otro con una mezcla a base de "steak tartare".
-Para finalizar probamos un fino "carpaccio" de ibérico,  aderezado con pimentón picante de la Vera y unas finas tiras de un fermentado de leche de oveja de media curación.
Todo lo anterior perfectamente regado con una colección de tintos jóvenes y con crianza.         
Un tinto navarro de la zona Cirbonera y un tinto Rioja con algunos meses de crianza de una afamada bodega.          El tinto navarro fue degustado a través de "xato" tradicional y el crianza de Rioja a través de original "poto", con posterioridad a su decantación.
El resultado final:        !Una auténtica genialidad¡
Después del festín nos dirigimos al centro del pueblo con intención de tomar café,  un poco antes de dirigirnos a la parada del autobús que nos llevó a nuestros respectivos puntos de origen.

La excursión ha resultado bonita, aunque la hubiésemos disfrutado más con un poco de buen tiempo.
La travesía no tiene ninguna dificultad (sin subir a Atxuriko punta), pero se hace imprescindible la utilización de GPS con un buen "track" ya que hay muchos caminos y senderos no marcados y que no son evidentes. 

Hemos comenzado a andar en la estación de Mendaro sobre las 8 horas y terminado en Zestoa sobre las 15 horas y 50 minutos.
El tiempo efectivo dedicado a la travesía ha sido de unas 6 horas,  a una media de 3,6 kms./hora.
El tiempo dedicado a fotos, agua, cambio de ropa, "hamaiketako", etc., etc., ha sido de unas dos horas.
El desnivel total acumulado en ascenso ha sido de 1.109 metros y en descenso de 1.083 metros.
La longitud total de la travesía ha sido de unos 23 kms.

Para llegar a Mendaro hemos utilizado Euskotren y para volver de Zestoa la línea de Lurraldebus que va de Azkotia a Donostia.

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